-𝐖𝐞 𝐜𝐚𝐧-

XII

Entre rápido a la biblioteca para comenzar a contarle todo a Edgar.

Juliet: tenemos que hacerlo hoy.
Edgar: necesito que te vayas.
Juliet: ¿qué?
Edgar: ¡el ya sabe!, no me arriesgare que te suceda algo. Encontré una carta de un reino avisando que iba a venir alguien que iba a matar a los reyes y destruir el reino. Tienes que avisar, tienes que ir al reino que me dijiste anoche. Se que puedes.
Juliet: nosotros podemos, tomaré un atajo. Ten cuidado, no quiero perderte- me acerqué y le di un pequeño beso en los labios.

Corrí directo a un pasaje secreto que me conducía directo a la caballeriza, me sorprendió que no hubiera nadie. Pero al mismo tiempo me asusto, tome al caballo de papá para comenzar a ir al otro reino. El camino seguro duraba una hora, pero tendría que dar varias vueltas. Si acortaba por el bosque tardaría a lo mucho veinticinco minutos.
Tomaría ese atajo, esperando nadie me haya visto salir.

《Edgar》

Juliet había se había ido del reino, me encontraba en el biblioteca esperando el momento en el que los guardias de Cassian vinieran por mi.

Cassian: Juliet es muy lista- dijo entrando haciendo que yo lo mirase- me sorprende que no lo haya descubierto antes.
Edgar: ella va un paso a la vez.
Cassian: anoche llegaste tarde a tu habitación.
Edgar: Juliet quería hablar conmigo.
Cassian: el día que yo me caserón ella, no volverá a hablar contigo.
Edgar: supongo que morirá esperando- su mirada era de vil odio- Juliet no se casara con usted. Y no es porque no siga las reglas, si no porque es algo que su madre le pidió.

Más guardias entraron, guardias que nunca había visto en mi vida.

Cassian: matenlo, y si tienen miedo de ello o no saben como hacerlo. Solo no dejen que escape- el se fue dejándome con los cinco guardias.

Tragué saliva nervioso, ya había tenido varios combates pero nunca solo... o al menos no eran cinco contra uno, esto es una injusticia. Pero me alegro que Juliet no esté para presenciar mi futura muerte.

Edgar: no tienen porque hacer esto.
Señor: el nos pagará, podremos sacar a nuestra familia de la pobreza.
Edgar: ¿creen que hará eso?- los cinco asintieron- no saben de lo que es capaz, cualquiera miente por obtener lo que quiere. Ustedes son pueblerinos, ¿desde cuándo están en bancarrota?
Señor: desde que murió el rey.
Edgar: y el duque comenzó a gobernar- me encontraba en posición de combate con una mano cerca de mi espada- no hagan esto. En unos meses la princesa gobernara y ustedes podrán sacar adelante a su familia, Cassian Jones es un mentiroso. Le miente a pueblos enteros para gobernar y después destruirlos, la princesa fue a avisar al reino más cercano sobre el hombre. No hagan esto, no maten.

Se miraron mutuamente, como si estuvieran pensando si me deberían de hacer caso.

Señor: ¿qué hacemos en lo que llega la princesa?

Los mire sonriente al ver como alejaban su mano de su espada y se acercaban a mi.

Edgar: se donde está el rey, está aquí.
Guardia: ¿en el reino?
Edgar: específicamente en el castillo, necesito que distraigan a Cassian en lo que yo voy y lo salvo. Será un trabajo que durará un buen rato, contando el echo que no conozco algún pasadizo que me lleve directo a el.
Joven: ¿no hay un mapa?
Edgar: creo que si.