-𝐖𝐞 𝐜𝐚𝐧-

VI

Pasaron los días, todo el pueblo estaba de luto. Yo no quería salir de mi habitación, papá me visitaba pero los dos terminábamos llorando.
Edgar dormía conmigo puesto que en las noches me despertaba llorando, y al ser el castillo tan grande no se lograban escuchar mis gritos de auxilio.
Por su parte, Zadkiel, iba y me dejaba desahogarme. Sabia que la pérdida de una madre era dolorosa, y más cuando estabas en esa etapa de tu vida donde tenías varios cambios que por razones biológicas los hombres no entenderían.

Juliet: creo que esta no es la manera en la que mamá quisiera superar su muerte.
Zadkiel: la estas superando de la manera en la que tu puedes.
Juliet: creo que Edgar ya se cansó de mi.
Zadkiel: Edgar no se cansaría de ti- lo mire y el estaba con una sonrisa que lograba notar era de completa sinceridad- ¿quieres que te diga que frase me dijo mi papá para soportar cualquier dolor?- yo solo asenti- un guerrero pelea por lo que cree, un guerrero pelea por su familia. Tu haz peleado por miles de demonios para estar bien con tu familia, al igual que tu padre lo hace todos los días por ti. Al igual que tu madre lo hizo por ti. Sal y toma aire, es todavía temprano.

El salió dejándome pensando, creo que haré lo que me dijo.
Salí después de una semana, fui en busca de Edgar el cual se encontraba en la biblioteca leyendo.

Juliet: hola- el rápido cerró el libro para ir a abrazarme- ¿quieres ir a caminar conmigo?
Edgar: claro, vamos.

Salimos del palacio para comenzar a caminar, varios de los pueblerinos me daban las buenas tardes. Otros simplemente me sonreían.

Estuvimos caminando por todo el pueblo sin decir nada, solo caminábamos y caminábamos hasta que volvimos.
El se fue dejándome sola, yo fui directo al jardín donde esperaba encontrarme a mi padre. Por suerte fue así.

Eleazar: Zadkiel me dijo que saliste con Edgar- yo solo asenti- ¿qué tal el recorrido?
Juliet: bien, creo que eso hizo que pudiera sentirme contenta. ¿Y tú?
Eleazar: bien, algo triste pero bien. Pensar en que todavía te tengo a tu es lo que me hace sentir bien, me alegra verte sonreír, mi princesa.
Juliet: siempre tuve la duda de porqué me dices princesa, ¿será por mi puesto?
Eleazar: nada que ver con ello.
Juliet: ¿entonces?
Eleazar: tu eres mi princesa, porque eres mi hija. Y daría todo porque mi hija fuera feliz, incluso si tuviera que renunciar a mi puesto cono rey.
Juliet: nos tenemos el uno al otro.
Eleazar: también tenemos a los Thompson.
Juliet: cierto, Edgar y Zadkiel- nos paramos para adentrarnos a cenar pero una duda se hizo presente en mi- papá- dije para pararme antes de entrar al castillo- ¿por qué le confías más cosas a Zadkiel que al duque?

El volteo a todos lados para que nadie le escuchara, es como si el duque fuese el villano de la historia.

Eleazar: por la confianza que le tengo- si estuviera más pequeña le creería, pero decidí dejarlo así.

Aquella noche estábamos listos para dormir, la luz de la luna llena alumbraba a través del balcón.
Lugar donde me encontraba observando el cielo.

Edgar: ¿pasa algo?
Juliet: ¿puedes dejar de comportarte formal conmigo?. Suena raro viniendo de ti.
Edgar: perdón.
Juliet: no te preocupes- el se posicionó a un lado mío para observar el cielo.
Edgar: en dos años tendrás que escoger a un hombre para casarte.
Juliet: mamá dijo que no fuera como las otras princesas, y que escogiera a quien en realidad amara.
Edgar: ¿lo dices por los libros en donde dice que la princesa se casa con el duque y no con quien en realidad ama?
Juliet: ¿si?
Edgar: no dejaré que te cases con alguien que no amas, me dolería ver como tendrías que pasar el resto de tu vida atada a alguien que no te hace bien- el miraba la luna mientras yo estaba algo confundida por el tono de su voz.
Juliet: para eso tengo a mi mejor amigo el cual me regañara si eso sucede.
Edgar: si... mejor amigo.