Capitulo 14

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Lucina

Yo...— decía con bastantes nervios — Yo... Te... Te amo ... ¡Te a mordido un perro! —gritaba defraudandose en el intento golpeando levemente el lavabo.

— ¿Todo bien? — preguntaba taba Corrin entrando al baño —¿Qué pasa? —preguntaba al ver a su compañera sonrojada y molesta en el tocador.

— bueno, somos amigas y los amigos comparten y te digo que no puedo no me siento bien conmigo misma— declaraba la peliazul bastante triste.

— no te preocupes por eso así naciste y tu papá te ama —

— si, y me aplica su final smash — comento chistosa al ver eso — pero si era una batalla  ¿qué esperabas?

La joven solo río bastante por ello, se podía de vez en cuando verla sonreír así de manera chistosa era difícil  por que siempre tenia una seriedad en si propio mundo, defendiendo a su tierra.

— Te veo al rato Lucina voy a comer algo.

—si, no te preocupes

Lucina, la noble y valiente guerrera, se termino de arreglar para salir y caminar por los amplios pasillos de la Mansión Smash Bros con determinación. Aunque su rostro reflejaba seriedad y responsabilidad, en su interior había un torrente de emociones encontradas sentía por fin vivía tras tanto tiempo. La mansión era un lugar lleno de luchadores poderosos y talentosos, más ella como una viajera del tiempo, se sentía un tanto fuera de lugar aparte de que se consideraba "eco" de su compañero Marth siendo que la clasificación de "eco" es de clon.

— Corrin mentía...

En cada esquina de la mansión, Lucina podía ver a los demás luchadores entrenando, socializando y riendo juntos. Admiraba la camaradería que existía entre ellos, pero a veces se cuestionaba si realmente encajaba en ese mundo.

— (La verdad esto es estresante) —pensaba bastante tensa.

Lucina era consciente de que su identidad estaba envuelta en secretos y misterios. Sabía que había viajado desde el futuro para proteger a su reino, asumiendo la identidad de Marth para cumplir su misión. Sin embargo, se preguntaba si los demás luchadores la aceptarían plenamente si descubrieran su verdadera identidad y la dejaran de considerar como un "eco".

A medida que pasaba el tiempo en la mansión, Lucina se dio cuenta de que la amistad y el respeto de los demás no estaban basados en su linaje o en su apariencia, sino en sus acciones y carácter. Los demás luchadores la aceptaban por quien era, una guerrera valiente y comprometida.

— Lucina, ¿qué haces ahí sólita? _ preguntaba Captain-Falcón.

— ah, disculpe Captain. —decía nerviosa y temerosa.

— ¡ah vamos! No seas así no tienes por que tenerme miedo, yo soy alguien que intentara ayudarte en lo que pueda, dime acaso tienes alguna queja o sugerencia para este lugar con gusto iré a decirle a Master Hand y en un dos por tres cambiaría todo.

— No, no,no no tengo ninguna queja — replicaba la chica de espada.

— uhm, ¿Todo está bien?

— si, todo bien

—No te guardes las cosas, se que no me tienes confianza pero te aseguro que de este pico de Falcón no sale nada ni pío — la espadachín únicamente río.

Aunque tenía momentos de duda y nostalgia por su tiempo y su hogar, Lucina encontró consuelo en Captain-Falcón y de sus amigos en la mansión. Juntos, compartían entrenamientos intensos, intercambiaban consejos y forjaban lazos más fuertes cada día.

— Gracias Capi sinceramente me apoyaste mucho. — decía una Lucina FelI

—¿A que te refieres? — preguntaba un tanto extrañado.

— bueno me apoyaste mucho en cosas que no tenía idea que podía comentarse como problemas

—¿Y que paso?

— Bueno es curioso me ayudaste si pedirme nada a cambio

— De hecho si te pido algo

— ¿Que es? — preguntaba algo intrigada

—Tienes que encontrar tu propia manera de superate y ser feliz lo que te pido es que hagas eso es por ti no por mi, así que no creo que vaya haber problema en el futuro por lo que sientas arriesgate y si no, yo estoy para ayudarte

En medio de los combates y las victorias, Lucina descubrió que su lugar en la mansión no dependía de su pasado ni de su linaje, sino de la valentía y la lealtad que demostraba en cada batalla. Cada día se esforzaba por ser una mejor versión de sí misma y cumplir su propósito de proteger a los inocentes..

— Gracias Papá

—por nada Lucina

Con el tiempo, la mansión se convirtió en un hogar para Lucina, un refugio donde podía ser ella misma y ser aceptada por sus compañeros luchadores. Aunque su pasado seguía siendo un secreto quien se lo contó a una única persona, se dio cuenta de que lo que importaba era el presente y el futuro que estaba construyendo junto a ellos.

—Lucina, ¿Te enamoraste?

—¿Que? (¿Como lo supo?) ¿por que lo pregunta Capi?

— se te ve en la cara, te has arreglado más de lo usual, además de que huelo felicidas

— ¡¿es capaz de oler las emociones?!

—Algo así.un buen chico me enseñó, además de unas técnicas de espada — Comento Captain-Falcón sonriendo nostálgicamente. 

— Wow, sería genial, alguk día deberíamos pelear con espadas— proponía felizmente la chica.

— No me cambies el tema, ¿Te enamoraste de Mario?

Había dado en el clavo cada vez que Lucina veía a Mario, el heroico fontanero del Reino Champiñón, su corazón se aceleraba y su mente se llenaba de pensamientos confusos. Se preguntaba qué estaba pasando y por qué esos sentimientos emergían tan poderosamente.

Mario, con su carisma y valentía, era un líder natural y un ejemplo a seguir para todos los luchadores de la mansión. Lucina admiraba su determinación y su espíritu inquebrantable, pero ahora esos sentimientos habían trascendido la admiración y se habían convertido en algo más profundo.

La valiente guerrera no sabía cómo abordar esos nuevos sentimientos. Se encontraba en un territorio desconocido, donde el deber y el amor parecían entrelazarse en una danza delicada. ¿Era apropiado permitirse sentir así mientras su misión seguía en marcha?

A medida que pasaban los días, Lucina encontraba pequeños momentos de conexión con Mario. Conversaciones cortas y miradas furtivas que revelaban una conexión especial. A veces, durante los entrenamientos, sj miradas cruzaban y Lucina sentía que el tiempo se detenía, como si solo existieran ellos dos en ese momento.

Pero, al mismo tiempo, la responsabilidad de su misión la pesaba. Lucina sabía que no podía permitirse distraerse demasiado con el amor. Tenía un deber sagrado que cumplir y no podía permitir que sus emociones se interpusieran en su camino.

Con el paso del tiempo,  su deber y sus sentimientos. Comprendió que el amor no era un obstáculo, sino una fuerza poderosa que podía impulsarla a ser aún mejor en su misión. El amor le daba fuerzas para proteger y luchar por lo que creía.

En el fragor de las batallas y los desafíos, Lucina encontró consuelo y fortaleza en el amor que crecía entre ellos. Aunque su camino estaba lleno de peligros y sacrificios, sabía que no estaba sola. Tenía a Mario a su lado, dispuesto a apoyarla en cada paso del camino.

Y así, Lucina se permitió enamorarse de Mario, abriendo su corazón a un mundo de emociones intensas y esperanzadoras. Juntos, enfrentarían el futuro con valentía, sabiendo que el amor podía ser su mayor fortaleza en la batalla contra la oscuridad, aprendió a valorarse a sí misma y a aceptar el apoyo y la amistad que la rodeaba en la Mansión Smash Bros. En cada batalla, recordaba por qué había emprendido su misión y se esforzaba por convertirse en una verdadera heroína. Su determinación y valentía la llevarían a enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino, siempre con la esperanza de un futuro mejor para su reino y para ella misma.

Fin del capitulo 14

Super Smash Bros (MarioXHarem)Where stories live. Discover now