Lanterns { Saga Lanterns #1 }

Chapter 20

*Lumine's POV*

Me bajo del asiento con una sonrisa, acercándome a Kaeya y a Jean, rodeándolos entre mis brazos. Kaeya se sorprende pero me devuelve el abrazo, mientras Jean lo hace de una forma más maternal, protectora.

—Me alegra mucho saber que estás bien, Lumine —Comenta Jean mientras nos alejamos.

—Me alegra estar de vuelta en Mondstad. Lo extrañaba —Respondo con una sonrisa.

—Me extrañabas, cierto? —Pregunta Kaeya, juguetón, con una sonrisa y le echa un rápido vistazo a Diluc.

—Pense que el día iba bien, debías llegar tú —Comenta Diluc con calma, viendo a Kaeya mientras bebé un sorbo de su vino.

—Dimelo de nuevo cuando puedas soportar más de dos copas de alcohol sin acabar tumbado —Comenta con calma Kaeya.

Jean se mete en medio de ambos.

—No hemos venido para esto.—Responde la Rubia, intentando calmar las cosas.

—Por que está Kaeya aquí? —Pregunta Diluc, se le notaba irritado.

—Lisa me ha contado sobre el plan. Y necesitamos ayuda de Kaeya. —Responde Jean, tomando asiento y Diluc se levanta para prepararle una bebida.

—Por que? —Pregunto yo esta vez, notando como Kaeya se sentaba junto a mi.

—Por que necesitáis a una persona que Hable Hilichurlio , y resulta que Ella Musk no es la única que sabe sobre él idioma. Además sería peligroso involucrar a una niña tan pequeña. —Comenta Kaeya con calma.

Tenía toda la razón. Tampoco recordaba que Kaeya pudiese hablarlo.

—El plan será el siguiente —Jean toma mis manos con suavidad— Kaeya buscará la forma de contactar con algún Hilichurl para sonsacar información. Debemos ver bien los puntos y crear una buena estrategia para...

—Jean —La corta Diluc, apoyándose en la barra— Así llamaremos la atención. No sabemos cuántos Hilichurls están trabajando para el abismo. Lo primero es justamente saber quiénes no están trabajando para ellos.

—Pero será realmente difícil sin levantar sospechas —Murmura Kaeya, pensativo.

Me pongo en pie de golpe al saber cuál podría ser la solución. Los tres me miran, extrañados pero me giro hacia Kaeya.

—Hay un Hilichurl en quién podemos confiar. Nos ha ayudado a Paimon y a mi a llegar sin ser vistas. —Respondo, entusiasmada.

Kaeya y Jean me miran, conmocionados y Diluc sonríe de lado al ver la cara de Kaeya.

—Es de plena confianza. Yo puedo ir a buscarlo y el nos podría ayudar con la información, estoy segura.

—Es arriesgado que vayas, Lumine —Responde Jean y la veo ponerse a pensar de nuevo. Casi podía ver pequeños engranajes en funcionamiento dentro de su cabeza.

—Y por qué no va Kaeya? —Pregunto.

Kaeya me mira, sorprendido.

—No es una mala idea... Sabes donde se encuentra ese Hilichurl? —Pregunta Jean, observándome.

Asiento con calma.

—En las ruinas de Guili de Liyue. —Busco en el pequeño bolso que había llevado conmigo y tomo un trozo de cinta de color naranja.— Lo lleva en la muñeca. Lo reconocerás por ello. Llévatelo y dile que necesito su ayuda una vez más —Lo pongo en las manos de Kaeya y las presiono suavemente— y porfavor que no te vean el resto de Hilichurls. No pueden saber que nos está ayudando. —Le respondo, suplicante. Kaeya me mira, asombrado y asiente.

—Partire esta misma tarde, Lumine, confía en mí.

Sonrío y asiento, feliz.

Jean nos mira, pensativa y se pone en pie.

—Yo buscaré un buen lugar de reunión para que nadie nos vea con ese Hilichurl. —Responde Jean, pensativa.

Asiento y Jean suspira, abrazándome.

—Ahora nos iremos. Tengo mucho trabajo, y Kaeya debe prepararse. Te avisaré cuando todo esté listo.

Respondo a su abrazo con suavidad, mirándola con una sonrisa.

—Porfavor, cuidad del Hilichurl, si? Él es realmente bueno —Le suplico a Jean y está asiente con una sonrisa.

—Lo prometo, Lumine. Tened cuidado al volver a Mondstad.

Asiento, despidiéndome de ambos y estes salen por la puerta.

Detrás de mí se escucha el largo suspiro de Diluc.

Me giro hacia el, intentando saber que ocurría.

—No lo soporto. Es arrogante y ni siquiera tiene gracia —Gruñe Diluc, bebiendo de su copa.

Suelto una suave risa y apoyo mis brazos en la barra, observándolo.

—Creo que si superáseis vuestras diferencias, haríais un gran equipo.

Diluc se acomoda frente a mi y me da de nuevo mi bebida, la cual había sido olvidada con la llegada de ambos caballeros.

—Son problemas bastante... Personales y del pasado.

—Tu mismo lo has dicho, Diluc —Respondo y bebo con calma de mi copa.—Son cosas del pasado. El pasado es el pasado, Diluc, y a veces —Tomo sus manos con suavidad, intentando mostrarle mi apoyo— aunque parezca muy difícil, es mejor superarlo. —Veo a Diluc observarme seriamente. ¿ Quizá me estaba metiendo donde no me llamaban? —Solo es un consejo. Tenlo en cuenta porfavor, no me gustaría pensar que el Diluc que conozco, quiere sufrir para siempre por su pasado .

Diluc presiona mis manos suavemente y suspira, sin dejar de mirarme.

—Esta bien. Lo pensaré. Ahora disfrutemos de un poco de calma. Kaeya ha agotado mis suministros de paciencia —Murmura acomodándose mejor— En un rato saldremos.

Me quedo pensando unos segundos y suspiro, bajando la mirada al borde de mi vestido.

Volver significaba ver a Xiao... Me había prometido a mi misma ser fuerte y superar lo de Xiao... Pero sentía que necesitaba más explicaciones. Quizá entenderlo mejor y ponerme en su lugar, pero dudaba que estuviese por la labor.

—No te preocupes —Responde Diluc y alzo la mirada— Todo es reciente. Date tiempo para entender, y para ver cómo va tu... Amistad con el Yaksha. Que no terminéis con una relación sentimental, no significa que no podáis tener una amistad —Siento como revuelve mi cabello con suavidad y sonrió, arrugando mi nariz— Así. Quiero verte sonreír así. —Murmura Diluc sin dejar de verme.— Solucionaremos todo esto, Lumine.

Sonrío y asiento suavemente.

—Gracias Diluc.—Lo abrazo con suavidad— Eres un gran amigo. —Siento a Diluc tensarse ligeramente para luego devolverme el abrazo— Estaré aquí para lo que necesites. Ahora, disfruta esa bebida, en cuanto acabemos, nos iremos de vuelta.

Asiento varias veces con una sonrisa y termino mi bebida.

Tenía ganas de volver y abrazar a Paimon. Intentaba ignorar el echo de que desde hacía un rato, una extraña sensación me embargaba.

Como... Mal augurio.

No quería ser negativa... Pero se sentía como si fuese a suceder algo realmente malo.