Chapter 6

3.9K 430 23
                                    

*LUMINE'S POV*

Ya era más de medianoche cuando Paimon y yo estábamos listas. Luego de una cena (casi toda devorada por Paimon) traída por un par de guardias de la Geoarmada, un baño relajante y un par de horas de sueño para tener energías durante el viaje, empezamos nuestro plan.

-Nos vemos en la estatua de los dioses cerca de la entrada de Liyue, no tardes.-Le recuerdo a Paimon, a lo que ella asiente, saliendo dispuesta por la puerta.

Nuestro plan había comenzado.

Paimon convencería a los guardias de que le trajesen un platillo especial de Xianling, con la excusa de que aún no había quedado satisfecha.

En teoría debían darnos lo que necesitásemos, así que lo usaríamos a nuestro favor, además de que Paimon debía informar sobre otra de nuestras excusas. Paimon pediría que no entrasen a vigilar por la noche en el cuarto, ya que yo estaría demasiado agotada luego de todo lo que había ocurrido.

En cuanto la voz aguda de Paimon se escucha en el pasillo, abro con cuidado la ventana, acomodando mis cosas para luego subir a la ventaba y subir al tejado. Una vez asegurada comienzo a correr por los tejados de Liyue, con cuidado de no acercarme demasiado a las cornisas para no ser descubierta por los guardias que merodeaban por las calles de Liyue, haciendo guardia.

Cuando ya no hubo más tejados, me subí a la zona más alta y vigilé a mi alrededor y me puse el planeador, volando al portón de Liyue, al menos a su base, y no tardé demasiado en subir hasta la parte mas alta de este. La noche ayudaba mucho a ocultarme, por que, si fuese de día, seguro ya me habría visto alguien.

Bajo la mirada y sonrío al ver a los dos guardias que había allí siempre.

Tomo un poco de carne que había guardado de la cena y la lanzo no muy lejos de ellos, a su izquierda. Al poco rato, aquel perro que solía deambular por allí apareció atraído por el olor de la comida, distrayendo a los guardias, que le prestaron atención completa al perro.

Sonrio de nuevo y planeo de nuevo hasta unos arbustos, escondiéndome de nuevo y guardando el planeador.

Cuando el camino estaba despejado y había elegido una buena ruta de escape, me moví entre las rocas y arbustos, hasta finalmente ver la estatua del dios Geo.

Me acerco a la pequeña cadena de montañas que había detrás, subiendo por la ladera para que el guardia que había allí cerca no me viese. Una vez en lo alto, con la estatua bajo mis pies, me siento a la espera de Paimon.

Al poco rato veo algo flotar entre los arbustos e silbo, intentando imitar a un pajarillo para llamar la atención de la contraria.

Paimon sortea fácilmente al guardia y flota hacia mi. Llevando mi dedo índice a mis labios, le indico silencio al ser flotante. En cuanto nos alejásemos de allí no nos encontraríamos a más Guardias de la Geoarmada en lo que restaba de la noche.

Una vez lejos, caminamos cerca de los senderos. Alejarse demasiado o ir por ellos sería peligroso, así que si íbamos mas o menos entre ambos, por el medio, podríamos sortear a los posibles enemigos, guardias... O simplemente evitar ser vistas.

-Paimon cree que sería buena idea ocultarnos cuando haya amanecido. Los guardias se darán cuenta de nuestra ausencia y seguramente sean mandados a ir a buscarnos.-Dice Paimon.

Suspiro y termino por asentir, pues tenía razón.

-Cuando empiece a amanecer buscaremos un lugar tranquilo para pasar el día.

Paimon asiente y sigue flotando a mi lado mientras cruzamos las ruinas de Guili.

-Creo que podríamos pasar la posada Wanshu antes de que amanezca, si seguimos a este paso-Murmuro pensativa.

Paimon me mira y su cara pasa de su felicidad habitual a una de tristeza.

-A partir de ahí no había mucha gente así que podremos escondernos mejor.-Termino de decir.

La contraria rebaja la velocidad y juega con sus manos.

-No te de pena, Lumine?-Preguntó ella.

Me detengo y la miro atentamente. Era bastante extraño esa actitud en la contraria.

-Lo que?

Miro alrededor mientras escucho a Paimon hablar.

-No podremos detenernos en la Posada. Ni yo comeré esa deliciosa comida ni tú podrás darle el Tofu de Almendras a Xiao...Quizá en bastante tiempo.

Abro mis ojos, sorprendida, poniéndome a pensar. Era cierto, no podríamos volver en un tiempo, hasta que, en el mejor de los casos, las cosas se calmasen o encontremos una buena idea para salir del punto de mira de la persona que regenta el abismo.

Veo a Paimon abrir su boca de nuevo, dispuesta a hablar, pero un ruido de pisadas, bastante pesadas, llama mi atención y de un rápido movimiento rodeo a Paimon con uno de mis brazos, cubriendo su boca mientras nos lanzaba a un matorral, escondiéndonos lo mejor que pude en aquella situación.

Paimon me mira, con una mezcla de miedo y sorpresa en sus grandes ojos. Con la mano del brazo que se encargaba de mantener a Paimon pegada a mi, muevo algunas ramitas, dejando un pequeño espacio para ver que había frente a nosotras desde el frondoso arbusto.

Sin apartar mi mano de la boca de Paimon, nos quedamos en silencio a la espera, escuchando cada vez más cerca los pasos, hasta que al cabo de un par de minutos, a lo sumo, dos Mitalchurls con hachas gigantes, siguieron su caminata por el sendero.

Uno de ellos bajó ligeramente el ritmo de sus pasos y comenzó a ver a su alrededor, investigando. El miedo recorrió mi cuerpo, por que, a pesar de estar alejadas de ellos por unos veinte metros, seguramente si te fijabas en el arbusto, algo llamaría la atención.

Al ver que no había nada extraño, siguen caminando, tomando uno de los caminos hacia el interior de las ruinas de la llanura Guili. Una vez ya no se escuchaban sus pasos, descubro la boca de Paimon y ella inhala varias veces. Parece que a pesar de que no había cubierto su nariz, ella sola se había encargado de aguantar la respiración.

-Es cosa de Paimon.. O parecen mas inteligentes?-Susurra en voz baja.

-No son mas inteligentes, simplemente están siguiendo ordenes -Susurro de igual forma.

Uso mi Visión Elemental para revisar que no haya nada frente a nosotras, sabiendo que a nuestra espalda había un pequeño muro pertenciente a las ruinas,

Una vez veo que no hay nada frente a nosotras, salimos del arbusto, viendo sobre el muro, en la dirección por la que los dos enormes enemigos habían ido.

Me sorprendí y asusté a partes iguales. Allí había unos 12 Hilichurls y Mitalchurls tranquilamente. El problema estaba en que, no había forma de seguir adelante sin que ellos nos viesen, pues aunque solo teníamos que caminar a un lateral de ellos, siguiendo al frente, no había donde ocultarse.

Luchar contra ellos no era una opción luego de lo que había sucedido cerca de Sima, pues podría ser una trampa, que haya redes... y estoy sola. Sin contar que podría llamar demasiado la atención.

Apoyo mi frente en la pared, sintiendo una fuerte desilusión por que mi plan se había encontrado con un pequeño problema. Paimon sigue mirando al frente, alejándose siguiendo el muro, quizá para ver más, observando a los enemigos sin hacer ruido para no llamar la atención...

En el momento exacto que una fría mano toca mi hombro y cubre mi boca.

Lanterns { Saga Lanterns #1 }Where stories live. Discover now