Chapter 18

3.3K 414 179
                                    

*Lumine's POV*

Al llegar al interior de la casa del viñedo, cerré la puerta a mis espaldas. Todo alrededor estaba en silencio, supongo que era tarde y se habrían acostado.

Apoyé mi espalda contra la puerta y me deje caer suavemente , poco a poco, hasta quedar sentada sobre esta.

Cuando llegue a la casa después de que Xiao se alejase, lo pude ver en el tejado, pero ni siquiera me miró, aunque le había deseado buenas noches.

Debería haberme sentido feliz por aquel beso con Xiao... Pero era demasiado agridulce.

No sabía si tenía sentimientos por mi... Según lo que había demostrado, parecía que si.

Ese beso... Me había echo feliz, mis preocupaciones desaparecieron al instante. Ahora las palabras de Xiao resonaban en mi cabeza y solo me hacían pensar en una cosa.

Me había besado solo para demostrar que mis sentimientos me hacían débil? O acaso había confesado sus sentimientos, pero me daba a entender de qué no le importaban por qué lo hacían débil?

Yo no creo que los sentimientos hagan a una persona débil, mucho menos algo como el amor.

Hay muchos tipos de amor en el mundo, y te puedes hacer luchar por algo que quieres, a mi parecer.

El amor que tengo hacia mi hermano, ese amor fraternal, me hacía buscarlo por todo un mundo.

El amor de amistad que tengo hacia Paimon me hace quererla a pesar de ser una comida de emergencia muy bocazas.

El amor de Xiao... Supongo que es algo más privado. Un tipo de amor que nunca había experimentado.

Todo era tan confuso... Xiao... Me besaste por que me  quieres? Soy yo esa persona a la que querías besar? O para demostrar me que soy débil?

Ante ese último pensamiento, mis ojos se humedecieron y abracé mis rodillas, escondiendo mi rostro entre ellas.

Lo que había comenzado como un día feliz, terminó conmigo echa bola contra la puerta de la entrada.

—Lumine! —Exclamó una voz aguda y al cabo de unos segundos, unas pequeñas manos se apoyaron en mis hombros. —Estás bien? —Susurra la voz de Paimon.

Alzo mi rostro, sin poder detener las lágrimas en ese punto. Paimon era mi confidente, nunca le había contado nada y tampoco lo hice en ese momento. Le conté lo que había sucedido y la cara de enojo de Paimon salió a flote.

—Paimon va a darle una paliza al Yaksha! —En cuanto se mueve, la atrapó por la capa que llevaba.

—Porfavor, Paimon, no. Solo... Dejalo estar. —Susurro y la miro— Es mi culpa por tener estos sentimientos hacia él.

Paimon relaja su expresión y me mira con pena.

—Es una lastima que te hayas dado cuenta de tus sentimientos de esta forma.—Responde Paimon.

—Paimon, podrías dejarnos a solas? —Pregunta una voz profunda al fondo.

Paimon se gira de golpe y yo miro sobre el pequeño hombro del ser flotante, observando a un Diluc, como siempre serio, con su vista fijada en mí.

—Pero... —Empieza a decir Paimon y Diluc relaja su expresión ligeramente.

—Por que no esperas en la habitación? Te la devolveré rápido —Responde Diluc con calma.

Paimon suspira y me mira, para luego asentir y desaparecer de nuestra vista.

Diluc se acerca a mi y limpio mis lágrimas, avergonzada de que me viese en aquella situación.

El se agacha frente a mi, de cunclillas mientras yo cubro mi rostro.

Siento sus manos en mis muñecas, forzando me a descubrir mi rostro, aunque tampoco había usado demasiada fuerza.

Lo veo a los ojos y trago saliva.

—Yo... Lo siento. Supongo que habrás escuchado algo. —Susurro mirándolo, aún avergonzada.

—Lo he escuchado todo. —Admite el de cabello rojo— Pero no debes desperdiciar tus lágrimas de esa forma. Mi consejo es que dejes las cosas en claro con el,y si no quiere que todo quede claro y solucionado, sea algo positivo y negativo, no deberías malgastar tu tiempo con el.

Veo su mano buscar algo en su abrigo para luego extraer un pañuelo.

Sorprendentemente acerca su mano a mi rostro y limpia mis mejillas con suavidad,sin apartar tu mirada.

—Alguna vez has estado enamorado, Diluc? —Pregunto en un susurro y me arrepiento al momento. Eran cosas privadas.

Diluc,en cambio de incomodarte, sonrió de lado, observándome.

—Creí estarlo en el pasado. Pero actualmente,en este momento, dudo mucho de que aquello fuese amor. Era joven, muy joven. Lo llamaremos enamoramiento de niños. Pero si lo comparamos con algo más reciente, lo del pasado no era amor.

Diluc quita mi gorro con suavidad y se queda observándome con una sonrisa ladina.

—El Yaksha no sabe lo positivo de los sentimientos humanos, y eso es lo que lo hace carecer de una buena empatía, o de conocer realmente lo que hay tras los sentimientos. No lo juzgues, pero tampoco dejes que destroce tus sentimientos. Eres una de las pocas personas que conozco que tiene sentimientos puros, que no hace nada por maldad o poder.

Noto como se acerca mejor y apoya sus manos en mis antebrazos, tirando suavemente de mi, haciendo que nos levantemos.

Una vez en pro, pone sus manos en mis hombros y se inclina hacia mi.

—Habla las cosas con él. Aunque no corresponda tus sentimientos, siempre es mejor dejar las cosas en claro. Y quien sabe, quizá esos sentimientos terminen aflorando con otra persona. No derrames más lágrimas, si termina mal, estaré aquí para apoyarte —Responde con calma, cerca de mi rostro— Ahora ve a descansar, ya hablaras las cosas en otro momento. Por la mañana iremos juntos a Mondstadt, a hablar con Jean.

Me sorprendo al oírlo. Iríamos a Mondstadt? Una sonrisa se instala en mi cara con una sonrisa. Eso es que había un plan.

Pero...

—Diluc... Estás cómodo con todo esto? Se que no te gustan los caballeros de Favonius. —Murmuro.

—No, no me agradan, pero Jean es una persona decente. Si dijese que quiero patearle el trasero a todos los caballeros de Mondstadt, sería mal visto, así que de momento, solo reservaré ese pensamiento para un tuerto peliazul.—Suelto una suave risa al saber a la perfección de quién hablaba— Ahora deja de preocuparte tanto por mi. Quiero ayudarte y lo haré, Lumine. Ahora vuelve a la habitación.

Diluc suelta mis hombros y espera pacientemente a que yo vuelva a mi habitación. Una vez cierro la puerta, escucho los pasos de Diluc dirigirse a la suya.

No había visto nunca aquella faceta de Diluc, pero estaría mintiendo si dijese que no me había animado.

Me desvisto en silencio ante una Paimon dormida, poniéndome el camisón y me meto en cama, rodeando al ser flotante con mis brazos.

Esta se despertó unos instantes, se aferró más a mi y al poco rato, ambas nos habíamos quedado dormidas, sin notar la silueta que nos observaba desde la ventana.

Lanterns { Saga Lanterns #1 }Where stories live. Discover now