3장

2.2K 235 8
                                    

William temblaba en la cama de su habitación por la fiebre que no desaparecía desde el accidente. Su impresión hacia sus heridas fue sorprendente. Jamás pensó que se llegaría a matar por un pequeño error de cálculo, pero aquél tremendo accidente lo probaba. Se había roto cuatro costillas, se había astillado el brazo izquierdo y se había partido la cabeza. Aquél último lo había lamentado muchísimo. Había recordado, con mucho disgusto, a su familia. Maldijo por sus adentros y se sentó en la cama mientras que soportaba el dolor ahogado en su torso, volteó a su izquierda y movió al caballo del tablero de ajedrez. Estaba jugando junto con su mayordomo. Éste no tardó en contestarle e hizo una jugada magnifica que ni el castaño oscuro se dio cuenta cuando trató de mover una pieza.

— Jaque, mueva a su rey.

Loke, su mayordomo, le había servido a la familia Jakobsson desde que el padre de William era un pequeño. Sus años de antigüedad le respaldaban el conocimiento otorgado por su experiencia, por lo tanto, conocía bastante bien al joven Johnathan. Al señor Loke le encantaba y fascinaba el silencio. Rara vez hablaba, pero observaba demasiado. Se daba cuenta de bastantes cosas, e incluso, sabía que el joven que tenía a un lado había envenenado a su familia y que había amenazado de muerte al joven Emerson. Tan sólo estaba esperando la oportunidad para terminar con el dålighet que el castaño oscuro tenía en sus venas. Éste, enfadado y confundido, arrojó el tablero de ajedrez y maldijo en sueco al no saber cómo le había hecho jaque. Se acostó en la cama y trató de dormir sin antes soltar un grito de dolor. Necesitaba meditar sobre los errores que había cometido y cómo iba a tener que resolverlos sin que Emerson se le escapase de las manos. Sabía perfectamente que ese pobre diablo no se iba a quedar callado, por lo cual, su nivel de nerviosismo estaba al máximo. ¿A quién se lo debió de haber contado ya? ¿A las autoridades? Maldecía con tan sólo pensar en las atrocidades que podría cometer aquél imbécil. Por una semana iba a estar con unos cuidado intensivos, por lo tanto, saldría temprano del instituto para tratarse. Su abuela estaría con él todo el tiempo y, si éste no llegaba a asistir tan sólo un día, su abuela sería capaz de quitarle la herencia. La odiaba y la amaba al mismo tiempo.

Rechinaba los dientes al ponerse a pensar en cómo sus planes se habían ido a pique por su error de cálculo. Le era inevitable no hacerlo. Las venas que estaban alrededor de sus ojos se marcaban cuando la furia corría por sus venas que, incluso, le llegaba a doler la cabeza, tirándolo a la cama para un buen reposo. Sabía perfectamente que tenía que calmarse, pero no podía hacerlo. Necesitaba la presencia de magia, de algo desconocido para que le quitara toda la mala sangre que llevaba dentro de sí. Su mayordomo, por el contrario, recogía las piezas del tablero con un silencio despampanante. Se retiró y lo dejó solo al cabo de unos minutos más.

William no se dio cuenta.

La sala había quedado completamente sola.

— Locke, ¿me podría traer un poco de agua? ­—preguntó sin obtener respuesta alguna—. ¿Locke?

El joven se dio la vuelta y encontró la silla vacía, sin embargo, vio una sombra en la esquina de la habitación. No sabía con exactitud si era o no una sombra, pero lo que realmente sabía era que aquél ser tenía una forma horrenda y alta. Tenía manos y pies y un cabello larguísimo que le cubría la mitad de su rostro. No lograba verle la boca pero estaba seguro de que sí tenía una. No llevaba ropa, a excepción de una falda en muy malas condiciones que le llegaba hasta le tobillo. Era el mismo hombre del hospital.

Frío y silencio.

¿Qué era aquél ser que lo observaba con recelo y maldad? El castaño oscuro se sentó en la cama lentamente y llamó a aquél ser pero no obtuvo respuesta. En sus uñas tenía un color que no conocía con exactitud, sin embargo, le parecía tan exótico y bello que no dudó en preguntarle a aquél ser el nombre de ese hermoso color.

El Chico Naranja | JinWhere stories live. Discover now