Tic-Tac

Capitulo 7

No podía dormir, daba mil vueltas en la cama. No dejaba de pensar en mi hermana, ¿dónde estará ahora mismo? ¿estará bien? Decidí mandarle un mensaje de texto para saber cómo estaba, a lo que respondió simplemente 'bien', eso me tranquilizo un poco, por lo menos podía contestar mensajes.

Decidí llamarla para asegurarme de que era ella quien contestaba. 

Esperé y esperé, hasta que al fin contestó. -Hey!- Dije fingiendo estar tranquila. -¿A qué hora volves?-

-No lo sé.- Contestó entre risas. Se oían voces a lo lejos. -Mora, me tengo que ir.- Y colgó sin esperar respuesta.

Mi teléfono sonó nuevamente, quizás era Sofia, atendí sin mirar el numero. -Hola.- Contesté algo desesperada.

-¿Estas alegre de escucharme?- La voz de Dave se oyó al otro lado.

-Dave, pensé que eras mi hermana.-

-¿Tu hermana?-

-Sí, está en mi casa. Es decir, no ahora.- Suspire dándome por vencida. -Es complicado.-

-Creo que podes explicarme en persona.-

-¿Cómo?-

-Estoy en la puerta de tu casa.-

Una vez que entró a casa no pude contenerme más y me heché a llorar, la situación me había superado, mi hermana estaba completamente fuera de sí y no podía controlarla,y mis padres... a ellos ni siquiera les importaba. Dave me contuvo, me abrazó fuerte, me dijo que todo estaría bien y que Sofía volvería a casa sana y salva, eso esperaba.

Una vez que logré tranquilizarme, Dave se alejó un poco de mí y me besó los labios. -Pensé que estabas con alguien.-

-¿Por qué?- Pregunté extraña.

-Por el auto gris que está estacionado en la puerta.-

-Oh! Sí, mi padre me lo dió.- El asintió. 

En ese momento, alguien abrió la puerta, era Sofía. Corrí hacia ella y la abracé como si fuera la primera vez que la veía en años, y eso era lo que sentía. -Salí.- Dijo empujándome, Dave estaba detrás mío y me sostuvo para que no caiga al piso. -¿Y este quién es?- Dijo de una manera agresiva. 

-Es Dave, mi novio.- Contesté, ella lo observó de una manera extraña, como mirando cada detalle de él. Sofía tenía un aspecto demacrado, tenía el maquillaje corrido, los ojos hinchados y rojos, parecía enojada, pero como sacada de quicio. -Sofi, ¿estás bien?- Pregunté algo confundida.

Volvió sus ojos a mí. -Sí.- Dijo en un tono dulce esta vez. -Creo que voy a cambiarme.- Su repentino cambio de humor me sorprendió. 

Se dirigió a su cuarto y cerró la puerta detrás de ella. Dave y yo nos miramos algo confundidos. -Tu hermana, es algo... extraña.-

-Es una extraña para mí.- 

A los pocos segundos Sofía salió de su cuarto, en pijamas y sin maquillaje. Se sentó en el sofá y encendió la tele, se puso a mirar los dibujos animados y a reír exageradamente. 

-¿Tu hermana consume?- Lo observé algo confundida. Dave se tapo un lado de la nariz e insipiró rápido. -Si consume...-

-No,- Contesté al instante. -no, ¿cómo decis eso?-

-Bueno, pero estas asustada. Al parecer este no es un comportamiento habitual de ella.-

-No, bueno pero no lo sé.-

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A la mañana siguiente me senté a desayunar sola, Dave se había ido anoche y Sofía al parecer estaba durmiendo, ni siquiera me había acercado a su cuarto. No quería despertarla, por si quería descansar de su larga noche. Aunque la mía también había sido larga, la esperé hasta las 3 de la mañana y luego me fui a acostar pero no pude dormir por su risa exagerada hasta que supongo que se quedó dormida y a la hora sonó mi despertador.