Continuando con la historia del niño que sobrevivió; Alexa Weasley se encuentra en su 5to año en Hogwarts junto a su mellizo, Ron Weasley. Por otro lado, el segundo hijo del que no debe ser nombrado vuelve a Inglaterra para reencontrarse con su padr...
Cuando llegó El Profeta de Hermione a la hora del desayuno como era habitual, soltó un grito que hizo que todos los que estaban cerca quedaran mirándola.
- ¿Qué pasa? - preguntaron Harry, Ron y Alexa a la vez.
Hermione colocó el periódico sobre la mesa, delante de sus amigos, y señaló el titular.
FUGA EN MASA DE AZKABÁN EL MINISTERIO TEME QUE BLACK SEA EL <<PUNTO DE REUNIÓN>> DE ANTIGUOS MORTÍFAGOS
Cornelius Fudge, Ministro de Magia, confirmó que diez prisioneros de la sección de alta seguridad escaparon a primera hora de la noche pasada.
<<Desgraciadamente, nos encontramos en la misma situación que hace dos años y medio, cuando huyó el asesino Sirius Black — declaró Fudge ayer por la noche — Y creemos que las dos fugas están relacionadas ya que la prima de Black, Bellatrix Lestrange (condenada por torturar a Frank y Alice Longbottom hasta causarles una incapacidad permanente) es una de las fugitivas. Estamos haciendo todo lo posible para capturar a los delincuentes, y pedimos a la comunidad mágica que permanezca alerta y actúe con prudencia.>>
-No puedo creerlo - gruñó Harry - ¡Fudge culpa de la fuga a Sirius!
Alexa seguía mirando el periódico, como si algo más pudiese salir de ahí. Volteó a ver la mesa de Slytherin y se topó con los ojos de Mattheo. Estaba sosteniendo el periódico en la misma página, lo levantó unos centímetros y ella le sonrió de costado.
Las demás mesas de las casas estaban similar, llenas de periódicos y murmullos de temor. En la de los profesores todos cuchicheaban cosas, la única que no se inmutó fue Dolores Umbridge, quien comía cereales en un bowl rosa como si fuese una mañana normal.
- ¿Cómo es Bellatrix? - le preguntó Mattheo a Draco, quien seguía leyendo el periódico atentamente apoyando su brazo derecho en la mesa.
- A ti que te importa - espetó este viéndolo fugazmente.
- Es mi madre. - Draco se enderezó mirándolo.
- ¿Qué? ¿Somos primos? - preguntó este atónito. Mattheo asintió con la cabeza.
- ¿Ella cómo es? ¿Le caería bien? - cuestionó Mattheo interesado, nunca había sentido el amor de una madre, o de una mujer.
Draco lo examinó de arriba a abajo y con una muesca de asco, expresó — No.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente, en los tableros de anuncios de las cuatro casas apareció un nuevo letrero:
