Continuando con la historia del niño que sobrevivió; Alexa Weasley se encuentra en su 5to año en Hogwarts junto a su mellizo, Ron Weasley. Por otro lado, el segundo hijo del que no debe ser nombrado vuelve a Inglaterra para reencontrarse con su padr...
- ¡HOY ME LEVANTÉ CONTENTO, ME LEVANTÉ FELIZ! - gritaba Mattheo mientras bajaba la escalera que dirigía a la sala común de Slytherin.
- ¿Y a este que le pasa? - preguntaba Draco riéndose.
- Tengo una cita el fin de semana - canturreaba Mattheo mientras se sentaba al lado de su mejor amigo.
- ¿Llevas unos días aquí y ya conseguiste una cita? - sonrió - No estás perdiendo el tiempo — río.
- Digamos que fue amor a primera vista - sonrió orgulloso.
- ¿Y quién es?
- Eso es un secreto - sonrió.
- Podrías hacer cosas más útiles - comentó Tom quien estaba leyendo un libro - Hacer honor al apellido.
- ¿Y qué sugieres? - preguntó su hermano desafiante.
- Practicar artes oscuras - contestó.
- Estamos en la escuela tenemos que divertirnos - chocó los cinco con su amigo.
- El año que viene no tendrán ninguna diversión - señaló su antebrazo izquierdo y sonrío maliciosamente.
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Mattheo tragó en seco. Su padre ya le había advertido, el año que viene le haría la marca tenebrosa y no podía hacer nada para evitarlo. El mismo futuro le esperaba a su mejor amigo, pero al menos se tenían el uno para el otro, para apoyarse en las buenas y en las malas.
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El tercer castigo de Harry y Alexa fue igual que los dos anteriores, sólo que, tras dos horas de copiar las palabras <<No debo decir mentiras>> y <<No debo nombrar al Innombrable>> dejaron de desaparecer del dorso de sus manos y permanecieron grabadas allí, rezumando gotitas de sangre.
- Tienes que ir a la enfermería - le exigió Mattheo cuando Alexa salió del castigo, apoyado en la pared donde la esperaba todas las noches.
- Estoy bien, enserio. - le tomó de la mano para seguir caminando como todas las noches.
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