VI

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Febrero

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Febrero

Con dos grandes navíos, una motivada tripulación y mucha dedicación, a un mes de comenzado el proyecto "Rutas de viaje por Altamar" los Jeon ya dominaban las rutas hacia Japón, China y los alrededores de Corea del Sur; para el norte de Corea aún tenían trabas gracias a desacuerdos de ambos gobiernos pero nada que les afectase demasiado.

Jungkook estaba encantado con todo el trabajo, y si bien no había visto a su mejor amigo en semanas agradecía su mente se mantuviese ocupada, no queriendo pensar en la cita que tenía con la hija de los Lee.

Se acomodó el cabello negro hacia atrás con varios ojos encima, estaban por partir y todo el cuerpo le picaba en anticipación, esperando con fervor los rayos del sol sobre la ya no tan pálida piel y la frescura de la sal impregnándosele en la ropa.

—Tu muchacho será un gran hombre —a lo lejos una señora mantenía una poco discreta plática con su padre acerca de él. Namjoon sonrió orgulloso, como cada vez que halagaban sus obras.

—Lo es.

—La mujer que elija será muy afortunada, ¿No está tardando en casarse? ¿Cuántos años tiene?

El Jeon menor fingió no escuchar y continuó subiendo gente al barco, pese a ello pudiendo sentir el peso de la mirada de reproche que muy probablemente se le estaba otorgando.

—Cumplió veinte —respondió el hombre—. Se ha enfocado en otras prioridades pero ya está pensando en comprometerse, ¿No es así, hijo?

Deslizando la ensayada máscara de varón ejemplar el pelinegro asintió a los mayores.

—Es así —todo hubiera sido perfecto si Namjoon no lo hubiese recordado. O si la señora entrometida no lo hubiese comentado; quizá incluso si tan solo no hubiese nacido, pues una vez que la genérica respuesta danzó en el aire su padre lo miró dudoso.

—¿No tenías hoy una cita con Yejin? —Jungkook maldijo a todos los cielos no zarpar antes.

—Sí —confirmó viendo la reprimenda formarse en los iris marrones del hombre, por lo que se apresuró a continuar—. Aún es temprano, puedo ir luego de que regresemos-

—Tonterías, ya has cumplido con tu parte —le puso una mano en la espalda, incitándolo a marcharse—. Anda, tomate el día y arréglate para los Lee.

Discutir era en vano Jungkook sabía, aunado a espectadores externos que ansiaban verlo con una mujer al lado. Dándose por vencido abandonó el puerto y caminó regreso a casa, lamentaba el día perdido y el posible desenlace del mismo así que optando por animarse un poco cambió el rumbo hacia la casa de los Park.

...

No tuvo que dar explicaciones, bastó una mirada para que Jimin notara el humor por los suelos del otro hombre.

Jungkook se abrió paso saludando a la señora Park en el proceso, recorriendo el memorizado camino hacia la habitación del castaño y arrojándose a la cama. Pasados unos minutos el mayor llegó con dos tarros de cerveza fría. El pelinegro apreció el gesto y con un profundo trago agradeció.

—¿Qué quieres? —Jimin cuestionó tras probar su propia bebida.

—Mi padre recordó la cita con Yejin y me corrió del barco, hoy en verdad tenía ganas de navegar para despejar un poco la mente —relató cansado—. Háblame de cualquier cosa que te demore más de una hora.

El castaño rodó los ojos y sonrió, acostumbrado a aquella terapia oral a la cual el menor siempre recurría cuando nada lo satisfacía. Recorrió el librero con la vista, pensando en algo que hubiese leído lo suficientemente largo como para extenderse horas hablando.

Descartó novedades familiares y viejas teorías hasta que sus orbes se detuvieron en el reciente libro que había adquirido y las noches que lo mantuvo despierto. Sin perder tiempo lo tomó con la emoción recorriéndole el cuerpo para clavar la mirada en su desanimado mejor amigo.

—Hace una semana encontré este libro en un pequeño bazar de por ahí, la dueña me dijo que era una recopilación de leyendas antiguas en las cuales no creía y por eso lo estaba vendiendo, ¿Sabes qué vi yo aquí? historias dignas de contarse-

—Cuéntame pues.

—Silencio, ¿Quién es el que quiere que hable por horas? ahora asume las consecuencias de tus deseos —regañó acariciando el libro de pasta dura—. Todavía no lo termino pero hubo una historia en específico que me rompió el corazón.

Jungkook se acomodó entre las sábanas bebiendo gustoso.

—Se dice que décadas atrás hubo una joven doncella que se enamoró de un tritón y éste sorpresivamente correspondió su amor; ellos estaban enamorados y querían estar juntos por lo que la mujer en su desespero contactó con una bruja que vivía en las profundidades del bosque, la bruja aceptó ayudar a la pareja brindándole piernas al tritón por unos pocos días, estaban felices con el tiempo que podían vivir como una pareja normal pero como en todo tenían que pagar un precio. Se desconoce cuál era el costo o los términos de su alianza pero ninguno pudo pagarlo; el tritón fue asesinado por el prometido de la mujer y ella fue quemada en la hoguera por brujería —Jimin inhaló melancólico—. Se dice que pese a que la bruja no tenía malas intenciones al verse endeudada por sus muertes tuvo que cobrar de alguna forma así que maldijo aquella unión entre mundos no unibles. Cuenta la leyenda que maldijo amabas especies hasta que llegasen los encargados de unir al mar con tierra firme una vez más y para siempre, pagando la deuda; y hasta que ese momento llegase las nuevas generaciones sufrirían la separación destinados a convertirse en arena. También se dice que por eso las playas están llenas de arena, repletas de los restos de los amantes que no lo lograron, ¿Triste, no?

La cerveza en la mano de Jeon quedó a medio beber, por completo enfrascado en el relato del mayor. No creía en ese tipo de leyendas porque así se lo enseñaron pero sí que admiraba la imaginación de quien fuera que las inventara.

Casi pudo sentir pena por aquella pareja que solo quería amarse y en definitiva no volvería a ver la arena de la misma manera. Jimin siguió hablando de otros relatos dentro del libro y pese a que el pelinegro le prestó atención su mente no dejaba de pensar en la primera historia.

Perturbándole el hecho de que ellos al igual que él buscaron cambiar al mundo, y murieron en el transcurso.

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¿Pueden creer que ya escribí la mitad del final? JASQAKS POR QUÉ SOY ASÍ

Melodías de Altamar » KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora