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La primera semana de clases había concurrido. Nada fuera de lo normal había acontecido, los profesores se presentaron ante a la clase y especificaron la bibliografía que utilizarían este año.
Jisoo siempre tuvo un profundo odio por las primeras semanas de clase, es una época particularmente estresante en donde uno no conoce a nadie – ni a sus propios compañeros ni a sus profesores – por lo que debe introducirse varias veces y conseguir todos aquellos materiales que son necesarios para el resto del año escolar. Es realmente una pesadilla, especialmente para alguien tan olvidadiza como Jisoo, que siempre se encuentra así misma distrayéndose con algún dibujo en su cuaderno solo para luego lamentar no haber prestado atención.
Por suerte tenía a Jennie a su lado quien, con mucha amabilidad, siempre le recordaba que materiales debía de conseguir. A Jisoo le encantaba ver como Jennie lentamente se sentía más cómoda con su presencia. Jennie paso de apenas emitir palabra alguna a poder compartir sus pensamientos en más de una oración, una evolución que no pasó desapercibida por Jisoo quien se estaba interesando cada vez más en entablar una duradera amistad con la chica de ojos fríos. Jisoo disfrutaba de la compañía de Jennie, de una manera u otra, ambas chicas se complementaban. Jennie era callada y sobresalía más en escuchar que en hablar, al contrario, Jisoo nunca cerraba la boca y le costaba mucho escuchar al otro sin interrumpir, es por eso que su relación de amistad era tan perfecta. Casi como si hubiesen sido hechas para la otra.
Con los ojos pesados Jisoo se encontraba navegando por las aguas profundas del internet. El reloj marcaba las dos de la mañana y la joven era incapaz de cerrar sus ojos y caer delicadamente a los brazos de Morfeo, por lo que ahora se encontraba yendo en contra de las palabras de su madre y quedándose despierta luego de las doce de la noche.
Una parte de ella deseaba particularmente recibir un pequeño mensaje por parte de Jennie. Un "¿Estas despierta?" bastaría, pero –lamentablemente– recibir un mensaje de Jennie sería lo mismo que pedir un unicornio de mascota. Nunca ocurriría.
Jennie era reconocida por su falta de uso de la tecnología, siendo sincera, en la semana que llevaba siendo su amiga no lo había visto usar su teléfono ni una sola vez. Jisoo tenia el muy especifico miedo de preguntarle por su numero y que esta le diga que no es dueña de ningún teléfono. Seria extremadamente embarazoso.
Jisoo acomodo su posición en la cama. Sus ojos se volvían cada vez más pesados y su respiración se relajaba, estaba por dormirse. Dio un suspiro y estuvo a punto de guardar su celular, pero repentinamente, una nueva notificación ilumino aquella dichosa pantalla. Jisoo se desconcertó, a pesar de tener varios amigos la mayoría de estos se encontraría ocupados o durmiendo a esta hora. Con curiosidad abrió el mensaje solo para encontrarse perdida en la garrar de la incertidumbre.
¿Quién era esta persona? Su número no había sido guardado y estaba segura de que nunca había siquiera oído de esta persona. El mensaje que le habían enviado era un simple "Hola", pero había conseguido estremecer por completo a Jisoo ¿Quién será este misterioso mensajero?
