7

760 62 52
                                    

Mañanero +18

El sol alumbraba mi habitación, en unas horas tendré un trató con Justino Ramirez y su gente, debía tener claro mis negocios con el ya que estos suelen moverse más por la ciudad y yo estando en un pueblo, alejado de los problemas de la ruidosa ciudad. Me movía fácil, estando cerca de la frontera con Estados Unidos y así hacer negocios con Conway. Debía levantarme ya, pero alguien apareció en mis pensamientos. Segismundo y su actitud rebelde y miedosa, ese omega que despierta mis mas impuros deseos, ayer claramente deseaba más de el. Podría despertarlo y que me de una buena dosis de alegría mañanera, ¡dios como me fascina!

Me levante dispuesto a tomar su cuerpo de nuevo, necesitaba volver a tenerle debajo de mi, suspirando y gimiendo por mi, me encanta tan solo pensarlo. Me encamine a su habitación, volví a colocar mi pasamontañas, a veces es tan estorboso pero es preferible, lo he secuestrado y podría decir a la policía quien soy. Llegue al fin abrí la puerta lentamente y el ya estaba despierto.

-Buenos días, ¿qué tal amaneciste?-. Sabia que eso lo haría enorjar.

-Adolorido-. Me dijo sin más, creo que empezaba a entender que no debe hablar de más.

-Eso se puede arreglar-. Le dije, cerrando la puerta y acercandome a el, note su rostro de preocupación, pero no me importaba necesitaba hacerlo mío, impregnar mi olor en el y aspirar con avaricia el suyo

-¿Q-Qué hará?-. Comenzó a envolverse entre las sabanas como si eso impidiera que lo tocase.

-Ven aquí, debes obedecer y odio repetirlo siempre-. El hizo caso y no se volvió a mover más.

-Amo... Yo...-. Me sorprendió que hablará, pero aun así intente escucharlo.

-¿Dime?-.

-Verá mi celo esta apuntó de llegar y... Me preguntaba si podría darme...-.

-Supresores, ¿eso quieres?-.

-Sí, por favor-. No me agradaba la idea, prefería que tuviera su celo conmigo.

-No lo se, prefiero que lo pases conmigo y creó que es la mejor opción-.

-Pero...-.

-Nada de peros, mientras seas mi omega no tendrás que preocuparte por eso, yo estaré dispuesto ayudarte-. Le dije sonriendo de forma picara y hacercandome a el con lentitud, teniendo sus labios cerca de mi, el respiraba rápido y se tensaba ante mi cercanía. Lo bese rápidamente en cuanto levante mi pasamontañas, sintiendo la hermosa textura de sus labios rosados, tome su nuca profundizándo más el agarré. Me separé de el y me senté colocando mi espalda en el respaldo de la cama, indicándole que lo necesitaba sobre mi.

-Vamos, ven aquí-. Dije golpeando mis piernas indicándole donde se posará, el entendió y lo hizo, volviendo a besarnos, necesitaba algo de movimiento por parte de el-. Muevete para mi...-.

-Y-Yo no se como amo-. Me mataba de ternura que fuera tan inexperto y enseñarle creo que seria divertido. Este omega es tan especial, que deseo tenerlo siempre cerca de mi.

-Yo te enseño-. Tome sus caderas moviéndolas a mi gusto y el solo de agachaba sonrojado y excitado. Me estaba poniendo demasiado duro y el también, necesitaba atención urgentemente.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Sentía estupendo su miembro rozaba con mi entrada y no podía dejar de pensar que lo necesitaba dentro de mi. Al verlo llegar quería escapar alejarlo de mi, saber que tenia que pasar mi celo con el me hace sentir asco, pero ahora solo quiero disfrutar de este delicioso vaivén que provoca con mover mis caderas, me fui moviendo yo disfrutando a mi gusto, sus gruñidos me hicieron entender que le estaba gustando. Por un momento olvide el dolor de mis caderas de la noche anterior, el estaba siendo tan atento con mi cuello comenzando a besarlo, succionando y lamiendo estaba explotando de excitación.

~Ahhh, amo...~

Necesitaba atención en mi parte íntima, la deseaba el lo noto por lo que retiro mis prendas, me levante un poco para que pudiera quitar los shorts, quedando completamente desnudó para el, cosa que aprovecho en morder y lamiendo mis pezones duros, los escalofríos recorrían mi cuerpo, su respiración me encantaba, deseaba poder ver su rostro, quitarle ese estorbosos pasamontañas y ver su excitación. Necesitaba de el, ni anhelaba.

-¿Dime? Acaso...¿quieres algo?-. Maldito, sabia que estaba necesitado de tenerlo dentro de mi, me hacia sufrir y me avergonzaba pedirlo-.-Vamos pidelo-.

-Yo...-. Me costaba, estaba cediendo a que me tratase como el quisiera, pero no podía seguir así, sentir su cuerpo encima mío, mordiendo mi piel y rozando nuestros miembros-. Por favor...-.

-¿Qué necesitas? Dime...-. Me negaba no lo necesitaba. Pero este maldito no paraba de frotarse conmigo.

-Ahhh, por favor amo... Lo necesitó...-.

-Se más específico por favor-. Hijo de puta.

-Yo... Lo quiero dentro de mi-. Y con esas palabras sonrió como un desgraciado, quitando su ropa bajo mi atenta mirada. Su musculatura no dejaba de encantarme me fascinaba, nuestros aromas apestaban toda la habitación y nuestros cuerpos volvieron a juntarse bajo el éxtasis y la lujuria, que no podía contener ya no, había caído en su engaño, en su truco de hacerme suyo de obedecer cada palabra que dijera y desgraciadamente me estaba gustando, su manera de dominarme de jugar con mi cuerpo a su antojo estaba siendo un deleite.

Sus dedos estaban en mi entrada, moviéndose con destreza y no podía acallar mis gemidos, retiro sus dedos para comenzar a introducir ese enorme miembro que me abría cada vez que empujaba sus caderas hacia mi, las embestidas comenzaron y sus manos se clavaban en mi, de un momento a otro un azote pego en mi trasero dejando ardiendo aquella parte.

-Que hermosa marca quedara-. Me dijo con la voz agitada y riendo. Me ardía un poco pero las embestidas camuflaban el dolor, me aferre a la cama en cualquier momento me podría romper, estabo por venirme y el lo noto, volvió a azotar mi trasero y luegó a morder mi espalda el dolor combinado con el placer era algo perfecto.

-Ahhh, a-amo... Voy a...-. No pude evitarlo y me corrí en las sábanas que estaban debajo de mi.

-No te di permiso de correrte-. Esas palabras me asustaron, salio de mi dándome la vuelta y levantándose de la cama, en un dos por tres su miembro estaba en mi boca y ¡comenzó a follarme allí! El liquido blanco salio al fin haciendo que soltase un suspiro y yo un enorme placer de satisfacción. Caímos rendidos, me canse de inmediato, jamás pensé que tuviera tanta energía por las mañanas.














































Remin

Tuyo (Segilio) FINALIZADA Where stories live. Discover now