2

774 64 29
                                    

Chocolate

En cuanto lo vi supe que quería de el, es realmente hermoso, su rostro tal delicado y pasivo, sus labios rosados hacían juego con sus mejillas levemente rojas, sus bellos ojos cafés me fascinaban al igual que su cabello largo y encantador. Al instante que quede cerca de el, el aroma a chocolate llego a mi, sintiendo su empalagoso esplendor. Cuanto deseaba comenzar a hacerlo mío, su mirada inocente me estremecía.

-Sube-. Indiqué al omega quien me miro con duda y subió a la camioneta con torpeza, sin duda sería un excelente sumiso.- Arranca-.

El camino fue silencioso, el solo veía por la ventana y moviendo sus manos de manera nerviosa, me miraba de reojo y suspiraba de apoco, su aroma dulce llenaba el auto, era empalagoso y me encantaba.

-Tu aroma es increíble-. Le dije mostrando su timidez al voltear.

-G-Gracias-. Respondió tartamudo.

-¿Cuál es tu nombre?-. Pregunte.

-Segismundo...-. Respondió sin mas, volviendo a mirar por la ventana.

Su nombre le quedaba, era bonito. Sentía una atracción impresionante por el, es tan callado y tímido. Me inquieta saber el porque había aceptado irse conmigo, ¿sería por los lujos? No creó su rostro no mostraba ser un interesado, aun que si era eso, ¿porqué estaría metido en algo así? Es decir soy un tipo peligroso, un maldito narcotraficante y no uno cualquiera, el mejor tal vez de México. Note que se sobresalto un poco y ahí comprendí mi pregunta.

-¿Por qué v-vamos al aeropuerto?-. Pregunto, comenzando a alterarse su aroma era cada vez mas agrio y hostigóso.

-Sabia que lo preguntarías. Este trabajo será sencillo tranquilo, sólo debes obedecerme y listo, obtendrás lo que desees-.

-No quiero nada, dejame bajar.- Comenzó a patalear mientras intentaba abrir la puerta, me estaba irritando su actitud.

-Escucha wey, no es mi culpa que no te hayas informado primero de esto-. Le dije gritando lo suficiente para que me temiera, pero no fue así.

-¿De qué coño hablas? Dejame ir-. Insistió, me estaba gustando su actitud asustadiza.

-Me temo que eso no será posible-. Llegamos al fin al aeropuerto, este abrió los ojos e intento alejarse de mi, pero olvidaba que yo mandaba aquí.

-¡No te acerques a mi! Dejame volver-.

-Ahhh, si que eres difícil-. Lo atraje hacia mi de un tirón, cubrí su boca con mi mano, si seguía gritando así llamaría la atención de todos y me causaría problemas, la policía aun no me tenia fichado y no me dejaría atrapar por culpa de un omega rebelde y necio. Luchaba por librarse pero su intento sería en vano, estábamos por subir al jet y este no paraba de moverse como gusano-. Si no te calmas ahora tendré que usar la fuerza y creeme no quieres eso-.

-Me importan una mierda lo que digas, ¡Soltadme ya!-. Me irrite soltándolo y enseguida empezó a correr ordene que lo atraparan y lo subieran al jet, mis hombres lo tomaron cual costal de papas y lo subieron al fin, que fastidio.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Sabia que era una mala idea, lo sabía. Creí que iríamos a su casa a un hotel algo por el estilo, pero en cuanto vi el aeropuerto supe que esto no pintaba nada bien, sus palabras me hicieron entrar en pánico, ¿mis amigos sabrían esto? Definitivamente no. Ellos no hubieran aceptado, pero ese hombre nos mintió, diciéndonos que solo era una noche y estaríamos en las calles al siguiente día con nuestra pasta. Pero no fue así, estaba acorralado y sin escapatoria. En cuando me subieron al mini avión sabía que estaba perdido que mis esperanzas se esfumaron al igual que mi vida.

-Por favor, dejame ir-. Le dije entre sollozos este sólo me miro pude sentirlo aun que siguiera llevando esa máscara que me aterraba.

-No es una opción, debiste informante antes de aceptar-.

-¡Me han engañado! Me dijeron que sería solo por una noche y estaría libre-. El no hablo sólo comenzó a reír y eso me hizo enfadar mucho. ¿Qué era tan gracioso? Haberme engañado para quien sabe que-.

-Esto si que es otra cosa, jamás había tenido un omega como tu, serás mi mejor trofeo-. ¿De qué hablaba? Comencé a a sentir asco ante sus palabras, me veía como un maldito trofeo ganado, esto me llenaba de rabia.

El jet empecé a despegar y no pude evitar llorar, mis amigos los abría dejado, ni siquiera se si ellos están pasando por lo mismo que yo. Quiero correr y volver a mi trabajo de agricultor, basurero o recolectando agua, no quería estar con el. Ni siquiera se quien es, fue la peor idea del mundo, necesitaba hacer algo, pero ya no había nada que hacer. Estábamos en el aire ya, volando a no de donde, sentí mi garganta doler ante retener mi llanto.

-¿A dónde me llevas?-. Pregunte con la voz entrecortada.

-Pronto lo sabrás, disfruta del vuelo en unas horas estaremos llegando a casa-.

-Eres un maldito, ¿no te da vergüenza ser así? Haberme engañado-.

-Mmm, no-. Respondió con su maldosa risa.

-¿Qué quieres de mi?-.

-Buena pregunta, pero creó que eso ya lo sabes, te quiero a ti, desde que te vi al entrar a esa habitación supe que te deseaba-. Horripilante.

-No quiero que me toques, no me pondrás una mano encima-. Le dije en forma de amenaza y su aroma comenzó a volverse irritante, un olor a tequila empezó a nublar mis sentidos mareandome y haciéndome sentir asco.- Dejad de hacer eso, tu aroma es asqueroso-.

-Me estas haciendo enojar chiquito, creeme no quieres verme enojado-. Me dijo intentando asustarme pero por ahora sólo quería escupirle la cara.

-Vete a la mierda-.

-Sabes, jamas he golpeado a un omega pero contigo haré una excepción-. Eso me hizo temblar, se levando de su asiento hacercandose a mi con sigilo y eso me aterraba aún más, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi respiración era sumamente rápida.

-N-No me hagas daño, alejate de mi-. Le dije en cuanto estaba demasiado cerca.

-Prefiero escucharte gritar en mi cama y pedirme piedad pero ahora sólo quiero silenció-. Un golpe directo a mi cabeza hizo que perdiera la conciencia.








































Remin

Tuyo (Segilio) FINALIZADA Where stories live. Discover now