Final

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El calor de unos brazos abrazaban su torso completamente desnudo. Abrió los ojos con cautela, recordando todos los hechos de la noche anterior.

Lentamente se giró para ver a la persona que tenia enfrente. Los cabellos adornaban su frente y caían sobre sus ojos, se veía de maravilla. Llevó una de sus manos a la mejilla de Hyunsuk al no poder aguantar una imagen tan tierna ante sus ojos. Sin dudas estaba feliz, podía sentir las miles de mariposas rondar por su interior al estar allí y recordar, todo lo que había pasado.

Porque no le pudo haber tocado una mejor persona que Hyunsuk para una experiencia como tal.

Su corazón se aceleró al ver cómo la mano del mayor se levantaba hasta llegar a la suya. Quitó con cautela la caricia de su mejilla, y entrelazó sus manos, encajando a la perfección y abriendo lentamente sus ojos.

—¿Dormiste bien?

Jihoon asintió, aun embobado con Hyunsuk, era tan lindo. Si seguía así, su corazón podría explotar en cualquier momento.

—Dormí como un bebé, gracias, tus brazos son mejores que las almohadas

Hyunsuk intentó incorporarse un poco.—Dime, ¿Te duele algo? Sabes que es normal y no debes avergonzarte, puedo prepararte un...

—Apenas siento un pequeño dolor, no te preocupes, deja tu papel de novio preocupado y—Jihoon se calló al darse cuenta lo que había dicho. 

—¿Acaso somos novios y no me he enterado?—dijo el mayor burlándose y ganando una mirada despectiva de Jihoon, pues no le causaba gracia el chiste y aunque intentó lucir molesto, no lo logró ya que en un disparo Hyunsuk estaba aplastándolo y llenando sus lindas mejillas con miles de besos.

—¡Auch!—dijo al sentir un dolor punzante en el lado izquierdo—¡Hyunsuk!

El nombrado salió en un salto y miró preocupado al menor.—¿Estas bien? Me dijiste que no te dolía tanto, mentiroso

—Tanto—contrarrestó el menor—no significa que si tú, Choi Hyunsuk, te me tiras encima como un bebé gigante no me dolerá, tonto

Hyunsuk hizo un puchero y prosiguió a abrazar al menor a modo de disculpas.—Perdóname mi amore, de hecho—dijo al recordar algo pendiente que debía hacer—hoy te llevaré a un lugar

—¿Un lugar? ¿Para qué?

—Sorpresa—sonrió el mayor—lo sabrás cuando estemos allí

Jihoon pensó por un momento, primero debía de resolver un pequeño problema.—Claro, pero primero tengo que arreglar una situación, iré a casa y te llamaré cuando termine.

[...]

Mentiría al decir que no tenia miedo.

Sus piernas temblaban un poco, el aire se había tornado frio y solitario, el ambiente era pesado y el solo hecho de sacar las llaves de su casa se le estaba dificultando mucho. Al entrar, se dirigió al piso donde estaba esa habitación. La puerta era de madera lisa, fría, como ella. Respiró antes de siquiera tocar, había imaginado tantas veces esa situación que estar al borde de enfrentarla lo traía nervioso.

Uno. Dos. Al tercer toque escucho su voz del otro lado de la puerta. "¡Entra!"

Aquella mujer se encontraba en su cama, junto con muchos papeles y sin prestarle mucha atención a su hijo. Lo hizo cuando este se sentó en el borde de la cama, donde no había papeles ni documentos.

—Vine a conversar

La mujer sacó la mirada de los documentos en su mano y miró a su hijo.—No hay de qué conversar

tulipe d'amour ─ sukhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora