Capítulo cinco

1.2K 165 81
                                    

Casi dos semanas habían transcurrido desde que Hyunsuk había visto por ultima vez al rubio, pero aun así no lograba sacárselo de la cabeza. El mayor había accedido a intercambiar números de teléfono, había dejado de esconderse, y eso era peligroso.

Hablaban con mucha frecuencia, contando como había sido su día y hablando sobre algún que otra tema trivial, pero Hyunsuk moría de ganas de verlo nuevamente, y no se le ocurría una buena excusa.

—No se que esperas para hablarle, Hyunsuk

Si bien Yoshinori era su mejor amigo, sentía que no entendía el miedo que sufría. Sus intereses amorosos nunca fueron mas allá de una que otra cita, pero Jihoon lo estuvo persiguiendo y siguiendo su juego, demostró interesarse por él y ahora que tenia una oportunidad de conquistarlo, su mente estaba en blanco.

—Ve a buscarlo luego de clases, Kyu me contó que los martes no tiene ninguna actividad extra-escolar, aprovecha y dile a la nona que prepare algo rico de comer.

"Nona" era el apodo cariñoso con el que conocían a la abuela de Hyunsuk. A pesar de que el viaje era de una hora, podían tomar el tren y comer lo que Nona preparase. Le mandó un mensaje diciendo que mañana lo recogería del instituto y que tenia una sorpresa para él. 

—¿Cuando es la fiesta?

Cambiaron bruscamente de tema, el fin de semana habría una fiesta de uno de sus mejores amigos y todos estaban emocionados.

—Es el sábado, vendrán unos invitados especiales, así que intenten no romper ninguna jarrón o intentar tirar a Asahi del techo, otra vez.

El dueño de la casa donde se realizaría la fiesta era Bang Yedam. Y conocía bastante bien a sus amigos como para saber de que son capaces.

[...]

—Entonces, ¿Aceptas?

La luz entraba por las cortinas de la habitación. Estaban solos disfrutando la plena compañía del otro, sus cuerpos se rozaban en un suave tacto como lo habían hecho desde el principio. Unas pequeñas pero curiosas manos acariciaban el pecho del más alto. Sin duda, había sido la mejor tarde para ambos.

Si bien se conocían hace bastante, la pregunta que era calificada como tabú entre ambos finalmente fue respondida por el menor. Y es que, no necesitaban un nombre o una etiqueta para amarse, todo había resultado tan repentino, sin vueltas o problemas, parecía sacado de un cuento de hadas.

—Claro que sí, tonto

Unió sus labios nuevamente bajo el calor de los cuerpos desnudos, se sentían en paz junto al otro. Ninguno de los dos pensó que algo así resultaría de su amor, pero ya tenían nombre, se pertenecían y eran felices juntos.

Sin duda lograron congeniar desde el primer torpe momento en donde sus miradas se cruzaron diciendo más de lo que alguno podía modular. No les importó ir "demasiado rápido" para algunos, estaban felices y tenían lo que muchos no, una persona que se puede convertir en tu hogar.

—Me haces el más feliz, pequeño Mashiho.

—¿Qué te he dicho sobre decirme "pequeño"?

Hizo comillas con sus dedos e intento lucir enojado, lo que no duro mucho ya que Junkyu estaba haciéndole cosquillas, intentando lidiar con su pequeña rabieta.

—Lo eres

—No, tú eres demasiado grande, estúpido edificio

Junkyu lo acorralo debajo de él.

—Luego de todo lo que hicimos, ¿Me llamas estúpido edificio? No es forma de tratar a tu novio

Mashiho no pudo evitar sonreír, aun debía acostumbrarse a ese nuevo termino entre ellos.

tulipe d'amour ─ sukhoonWhere stories live. Discover now