Capítulo Cuarenta y Cinco.

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AVISO: Ya que este es el último capítulo, me di la oportunidad de escribir Smut explícito, así que pues espero que eso no les moleste. muchas gracias por todo, los quiero mucho... Recuerden comentar y votar.

Otro año más, otra rutina más que incluir a la lista de Niall.

Para el hijo menor de los Horan, todo había cambiado, ahora cada día se despertaba motivado por tener un día más de vida. A los 25 años de edad, tenía un trabajo ejemplar, vivía en el mismo departamento lujoso, pero ahora, tenía un lujo más grande, Liam. Tenía amor, al amor de su vida a su lado, y no le faltaba nada. Hacía dos años había empezado su relación con Liam, y lo amaba con todo su ser. Tenía todo, literalmente todo. También tenía cáncer.

Si ,se había convertido en rutina. Liam escribía en un cuaderno viejo, mientras Niall recibía su quimioterapía y lo observaba. Y observaba sus pestañas y la manera calmada en la que respiraba y su pecho subía y bajaba lentamente. A veces, Liam sentía la mirada de Niall sobre si, y volteaba a verlo. Y lo admiraba. Tan pequeño, tan delgado, tan pálido, tan hermoso, tan único, tan Niall. Y entonces le sonreía y volvía a escribir en su viejo cuaderno mientras Niall cerraba los ojos y dejaba que la medicina entrara directamente en sus venas.

Cuando ese Lunes de quimioterapia terminó, la doctora Elizabeth les había pedido a los dos que se reunieran en su consultorio, lo cual hicieron.

Elizabeth los recibió con la misma sonrisa de siempre, cálida y sincera. Habían pasado tanto tiempo juntos, que definitivamente había crecido el cariño entre ellos.

-¿Está todo bien Eli? - preguntó Liam sentándose a un lado de Niall.

-Todo está perfecto, de hecho. Tengo buenas noticias.

-¿Buenas noticias? - Niall se enderezó en su asiento y alzó las cejas

-Vamos a reducir el tratamiento a dos veces de radioterapia por semana. La quimioterapia se quedará igual.

-¿Reducirlo? No. ¿Por qué?

-Porque tu cuerpo ya no necesita tanta radiación. Has estado respondiendo muy bien a ambas terapias y podemos reducir una de ellas.

-¿Hablas en serio? - preguntó Liam claramente con emoción en la voz y cuando Elizabeth asintió frenéticamente, los dos soltaron aire de sus pulmones, que no sabían que estaban sosteniendo.

~

-¿Ya estás listo? - Niall se miró en el espejo de su habitación y acomodó una vez más su gorro. Era negro y Liam se lo había regalado. Liam seguía buscando ropa que ponerse en el clóset y Niall rodó los ojos. - Liam, amor, puedes ponerte lo que sea, de verdad...

-No puedo ponerme lo que sea, porque quieres llevarme a un lugar y no quieres decirme que lugar es, así que no tengo idea de qué ponerme. - Era San Valentín, y Niall le había dicho a Liam que quería llevarlo a un lugar antes de que se fueran a cenar a su restaurante favorito.

-No es un lugar tan glamouroso, Li, además vamos a ir a comer sushi después. - Liam suspiró mirando hacia Niall, quien lo miró con una mirada suplicante y finalmente, Liam cedió.

Así que ahora estaban en el auto de Niall, con Niall en el volante y Liam en el asiento de pasajero con los ojos vendados. Iban en silencio, escuchando la música que la radio les ofrecía en un volumen bajo, y Niall se sentía tan bien al manejar, y al mirar a Liam a su lado, quien a simple vista, parecía ansioso y fastidiado por no poder ver nada, pero en verdad, estaba muy emocionado. Niall lo conocía perfectamente.

-¿Esto es realmente necesario? - se quejó por décima vez moviendo un poco la venda de sus ojos y el auto se detuvo. -¿Niall?- Liam escuchó a Niall abriendo y cerrando la puerta, y después un aire cálido entró de su lado del auto, corriendo por su cuerpo.

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