𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟻

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El frío clima característico de Londres se hizo presente a medida que se acercaban al palacio donde se hospedarían, el camino hacia allá todo se mantuvo en silencio cada uno estaba perdido en sus pensamientos. María observaba a través del cristal aquel lugar donde creció y paso sus últimos años como humana.

El Audi se detuvo frente a un palacio de época, de inmediato un joven se acercó haciendo una reverencia enfrente de la escocesa y después se giró hacia Catalina. Sí bien ya no eran reinas aún eran respetadas y temibles para algunos vampiros ya que ellas tenían más siglos.

-Sus majestades, las habitaciones han sido preparadas para su estadía. - el joven colocó sus manos detrás de su espalda y se mantenía con la mirada en el suelo - Síganme - el clan Cullen dudó en seguirlo, pero la francesa asintió.

-Gracias por su hospitalidad - digo la castaña con una pequeña sonrisa.

Se adentraron al interior del palacio, los Cullen observaban el lugar incrédulo. Alice miraba con detalle los cuadros que colgaban en la pared todos eran muy antiguos, pero todavía se conservaban en excelentes condiciones, Rosalie imitaba las acciones de su hermana.

Ambas se detuvieron en un gran cuadro que poseía un margen dorado. Carlisle y Esme estaban atentos a cualquier posible riesgo o amenaza que podría presentarse.

-Tu...-susurro Jasper al pararse a un lado de su esposa.
La castaña dirigió su mirada hacia ellos soltando una pequeña risa y llamando la atención del cobrizo.

-Oh, una fiesta de máscaras, idea de Catalina y Claudia. - señaló el cuadro de un costado.

-Esos vestidos se ven incómodos - la rubia expuso su opinión.

-Si lo eran, pero te acostumbrabas al usarlos todos los días - el cobrizo la abrazo por la espalda - Aun tenemos algunos guardados¬ - el joven que los conducía a las habitaciones se aclaro la garganta, tal vez no dormían, pero las necesitaban para darse una ducha y cambiarse de ropa.

-El señor Sebastián ordeno algunas bolsas de sangres para ustedes, puesto que no podrán ir a cazar. - Esme la miro extrañada
- Se están manteniendo en refrigeración.
Edward veía los movimientos de su compañera y sabia que seria un largo día, pues tenían que aclarar varios temas y probablemente ella se rehusara.

Las habitaciones fueron distribuidas por parejas, dejando solos a ambos vampiros solos.

-¿Por qué no me lo dijiste? - dijo molesto el cobrizo. María se sentó en un pequeño sillón frente a la chimenea como lo solía hacer en su estadía en Francia.

-¿Crees que es fácil para mí? - susurro ella mientras cerraba los ojos- Es bastante difícil.

-Seria menos difícil si me lo hubieras dicho- siseo con enojo.

-No quiero pelear ahora, necesito relajarme o distraerme- un toque en la puerta los alarmo.

-Su majestad le he traído algunos vestidos- se escucho una voz del otro lado de la puerta.

-Adelante- dijo sin abrir los ojos-Déjalos sobre la cama- la joven obedeció, realizo una reverencia y salió de la habitación.

-Tenemos que hablar, dialogar, para tener todo claro.- el cobrizo se sentó a un costado.

-¿Quieres hablar? Pregúntame- el vampiro estaba listo para expresar su primera duda, pero fue interrumpido- Lo contestare si lo veo necesario, si no es así después en presencia de Catalina o en Forks lo hablaremos con más calma.

-¿Quién es el hombre llamado Sebastián? - la vampiresa soltó una carcajada.

-¿Teniendo más dudas empezaste con esa? - en ese momento se sintió algo estúpido- Sebastián es el hijo bastardo del esposo de Catalina, la palabra suena horrible lo sé, pero así es como fue catalogado en aquel entonces. Tenemos una buena relación.

María | Edward CullenWhere stories live. Discover now