𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸

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María estaba en la terraza de los Cullen lo que había dicho Esme aún estaba en su cabeza, nunca imagino encontrar a su compañero después de tanto tiempo y ahora solo complicaba las cosas. Ni siquiera sabía con exactitud si se quedarían ahí.
La pequeña hada había dicho que el cobrizo había salido a cazar y que no tardaría en llegar. Los minutos fueron eternos parecieran años.

Edward se encontró con una mujer mayor en la sala de su hogar reunida con toda su familia, aún sin comprender, camino hasta ellos esperando que hablaran.

Unos pasos se escucharon en la segunda planta, vio entonces a su hermosa mujer que bajaba por las escaleras con delicadeza.
Catalina avanzó hacia ella y la abrazo, mientras le susurraba que todo estaría bien. Ella sabía lo que su hijo significa para María, a pesar de que no permanecieron muchos años juntos se amaban mucho incluso se podía decir que con la muerte de Francisco un pedazo de la escocesa se había ido con él.

Edward la analizó de pies a cabeza, buscando algo hasta que llegó a la altura de los ojos la veía fijamente, avanzó un poco hasta quedar frente a ella. Subió su mano hasta el rostro acariciando las facciones de la joven, sonrió embobado.

De un momento a otro la abrazo sorprendiendo a todos los presentes.

– Uy... Eddie, creó que quedaste cautivado con la chica – dijo Emmett ganándose un gruñido por parte de su hermano.

– ¿Podrías darme un poco de espacio? – dijo María con voz suave.

– Oh, si claro. Lo lamento, es sólo... que... Me emocioné. – respondió rascándose la nuca – Supongo que ya sabes quién soy...

– Claro, el hermano perdido – dijo la castaña con una pequeña sonrisa –Me temo que ya tenemos que retirarnos...

–  Tenemos que hablar sobre un tema que solo nos concierne a nosotros – hablo rápidamente el cobrizo.

– Esta bien –se giró hacia la francesa – Nos vemos en casa.

– Vamos a la oficina de Carlisle – la tomo del brazo para guiarla.

– Se de lo que quieres hablar – dijo para después cerrar la puerta –Sobre el tema de los compañeros, espero que respetes mi decisión. – se sentó en unos de los sillones mirando al vampiro fijamente.

– Bien, respetare lo que decidas. – ella asintió.

– Lo intentaremos, pero... será lento – hizo una pausa – seguro lo superaras.

–Gracias, he esperado esto desde hace mucho tiempo – recordó entonces la plática que ella había tenido antes de que el llegara.

– Seguramente tienes dudas –el asintió – Mañana hablaremos con más calma y tratar de hacer funcionar esto – camino hasta la puerta – No lo arruines. – dijo antes de salir.

María se despidió de la familia y salió rumbo a su casa, donde Catalina la esperaba en la sala. Se acerco hasta ella dejando un pequeño retrato que había encontrado en la casa de los Cullen. La francesa lo tomo entre sus pálidas manos echando un pequeño vistazo.

– María, ¿De dónde sacaste eso? –dijo en un pequeño susurro.

– No importa, sé que lo extrañas tú lo mereces más que nadie – dijo abrazándola – El estaría orgullo de su madre.

– Gracias por esto. Deberías darle una oportunidad al muchacho ha sufrido mucho.

– Gracias a ti por los consejos, por ser una madre y por una segunda oportunidad. Estará a prueba – sonrió – Es lindo.

– ¿Tendré que lidiar con una joven loca y enamorada? – ambas soltaron una carcajada.

– ¿Loca? ¿Quién lo dice, abuela? – pregunto burlonamente.

María | Edward CullenWhere stories live. Discover now