Camino al Sur

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Capítulo 9

Nunca antes había sido complicado o difícil hablar sobre mujeres con Kara, siempre y cuando no se profundizara sobre sexo y métodos o posiciones porque la rubia se ponía nerviosa y se avergonzaba y terminaba la conversación, ahora Alex buscaba la manera más sutil de hablar con su hermana sobre la sensual mujer que tenía por "amiga" Alex sentía la necesidad de hablar con su hermana, preguntarle cómo estaba con la nueva rutina de vida que estaba llevando, y si era feliz o qué estaba esperando que pasara luego de la Luna Azul, necesitaba saber que todo estaba bien, que su hermana menor estaba tomando sus propias decisiones sin ser influenciada de alguna manera por la pálida mujer de cabellos negros.

Agradeció que fuera hora para ir verificar los límites del oeste y estaba feliz de poder hacerlo con su hermana, la última semana lo había hecho sola y luego con Winn pero no era lo mismo y estaba segura de que durante el camino podría ir pensando alguna manera de abordar el tema. 
Al salir de la casa después de despedirse de su esposa y sus hijos, Alex vio a su hermana saliendo del granero, la vio desnudarse y luego convertirse rápidamente, Kara le dio una mirada y entendió perfectamente lo tramposa que era su hermana, estaba tomando ventaja mientras Alex se desnudaba y luchaba con sus pantalones mientras veía a Kara alejarse con velocidad.
Se convirtió y echó a correr detrás del lobo blanco que se movía con bastante agilidad adentrándose en el bosque. Saltó y corrió, se desplazó con rapidez y agilidad de izquierda a derecha persiguiendo e intentando adelantar al lobo blanco, saltó un par de árboles caídos, una distancia de máxima de diez metros las separaba y Alex se sintió optimista y feliz, la tenía. Pegó un salto largo estirándose lo más que podía logrando agarrar con sus patas delanteras parte de la cola de su hermana que hizo a un lado pretendiendo zafarse del agarre, Alex rodó y se puso de pie rápidamente pero Kara la empujó tumbándola nuevamente. El sonido de las hojas secas quebrándose las hizo separar de un salto, parando sus orejas intentando identificar de dónde provenía el sonido y agudizando su olfato, ambas se pusieron alertas y Kara se adelantó un par de pasos. Reconocieron el olor, se les revolvió el estómago a ambas al saber con quién tenían el desagrado de toparse en ese soleado día. De en medio de los árboles salieron dos lobos negros, los cuatro gruñeron mostrando los dientes, los dos hombres se transformaron.

- Kara, por favor - dijo burlesco señalando, la rubia gruñó y ambas hermanas se transformaron
- Mike - dijo con fastidio la rubia
- Vaya, mucho tiempo sin verte Kara - comentó el compañero de Mike, un hombre alto de tez morena
- Alex, creo que creciste -  se burló nuevamente Mike
- No necesito crecer para asesinarte, Mike. No tientes a la suerte hoy, porque dudo que vayas a salir en una pieza. - respondió Alex
- Vaya, ese carácter me encanta. Me enciende cariño.
- ¿Qué quieres Mike? - preguntó la rubia decidida terminar de una vez por todas con esa reunión
- Kara, ¿qué acaso no puedo solo venir a verte? - cuestionó acercándose unos pasos para luego apoyarse en un árbol, miró de pies a cabeza a la rubia y se mordió el labio de manera exagerada - Tan hermosa y caliente como siempre.
- Demonios Mike, das asco - dijo Alex
- Sin ponerse celosa, pelirroja. Que también hay para ti, podemos compartir con Olsen, no soy celoso y sinceramente estoy abierto a probar nuevas cosas.
- Podríamos pasarla muy bien Alexandra - dijo James Olsen con voz pastosa. - Y tampoco soy celoso, mientras más, mejor, así que podrías traer esa diosa que tienes por mujer y disfrutamos todos.
- Como te atrevas a ponerle un dedo encima a mi mujer, te asesino James. - gruñó dando un paso hacia el moreno
- ¿En serio es lo único que tienen para decir? - preguntó la rubia con fastidio - Tengo cosas más importantes que hacer
- Ay Kara, siempre siendo una aguafiestas
- Lo qué pasa es que Kara no ha probado aún al hombre indicado - dijo James, Mike lo miró arqueando una ceja - Me refiero a ti, hermano. - añadió rápidamente, ambas hermanas se rieron al sentir el miedo del más alto.
- Apestas James, en serio. Eres tan predecible, los dos.
- Joder Kara - Mike se movió tan rápido sorprendiendo a ambas mujeres, sostuvo a Kara por el cuello y la otra mano en la cadera presionándola contra otro árbol, acercó su nariz hasta el cuello de la rubia inhalando con fuerza el olor - Hueles tan jodidamente bien
- Suéltame Olsen - Dijo Alex al ver a su hermana, Kara le dio una mirada tranquilizándola - Quita tus manos de mi hermana
- ¿Por qué? - preguntó Mike acercando su cuerpo aún más al de la rubia, Kara pudo sentir la creciente ereccion de Mike chocando contra su viente - Si es tan hermosa, y se que lo desea tanto como yo. - pasó su lengua por la mejilla de Kara. - Lo sé Kara, sé cuánto deseas que te posea, sé que deseas que alguien por fin pueda con tu ego y tu carácter y someterte y hacerte ver estrellas, deseas que te lo haga tan duro y que te la meta tan frofundo que no puedas olvidarlo durante un largo tiempo. - La joven lo miró de frente inhalando comenzó a soltar feromonas, Mike también lo hizo resistiéndose
- Lo gracioso Mike - comenzó Kara al ver cómo Mike aligeraba su agarre y cedía completamente - es que te encanta la idea de que yo te posea - su voz salió pastosa, Mike se estremeció y Kara sin darle tiempo ahora siendo ella la que sorprendía al hombre, cambió las posiciones siendo él quien era presionado contra el árbol - te excita tanto la idea de que la última de los Zor-El te haga suyo - lo tomó por la mandíbula acercando su rostro, respirando juntos de cerca, sus alientos chocándose y sus labios casi rozándose - y déjame adivinar - susurro contra los labios del hombre, Mike se estremeció buscando frotarse contra el cuerpo de la mujer - te mueres porque te lo meta hasta el fondo una y otra vez como la maldita perra que eres - gruñó, lo sostuvo con fuerza descomunal por el cuello golpeando contra el árbol, James soltó a Alex acercándose rápidamente pero Kara se transformó y con una de sus patas le rascó desde el rostro hasta parte del pecho
- ¡Hija de puta! - chilló el moreno tapándose el rostro ensangrentado

Hasta el último día - supercorp AUWhere stories live. Discover now