Dos son mejor que uno

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Capítulo 6

Se dice que errar es de humanos, dejarse llevar por los sentimientos y emociones del momento sin pensar en las consecuencias, ser impulsivos, Kara Danvers no era así y Lena Luthor lo supo y comprobó en el preciso momento en que al llegar a la que la rubia le indicó, era la propiedad de los Danvers. Una enorme granja con sus propios maizales, su granero y según pudo ver, sus propios animales, eso no le pareció nada comparado con lo que esperaba y menos ver en cómo en cuestión de segundos el mastodonte Clark saltaba desde un tractor y corría hacia el auto donde estaban, lo vio casi en cámara lenta, mientras Clark se acercaba, desde la casa salía un hombre mayor en compañía de una mujer rubia, junto al granero estaban cinco niños jugando que también interrumpieron su diversión para mirar hacia el auto. La rubia se bajó del auto plantándose frente a Clark deteniendo su paso, los ojos antes azules del mastodonte ahora tenían un brillo rojo que paralizó a Lena que solo pudo apretar con más fuerza el volante rogando a los dioses egipcios, griegos y por si acaso a la Luna de la que Kara hablaba, porque este no fuera el último día de su existencia.

- ¡¿Qué demonios Kara?! - Clark empujó a su prima con su pecho haciéndola retroceder un paso
- ¡Aléjate Clark! - respondió Kara fulminándolo con la mirada
- ¿Kara, qué significa esto? - preguntó Jeremiah apuntando con la mano hacia el auto donde los tres que aún permanecían ahí apestaban a miedo
- Es Lena Luthor y dos niños - habló - dos cachorros que rescató del mismo hombre que tiene a Nia
- ¿Rescataste a otros de otra manada, pero no a nuestra Nia? - preguntó con burla Clark mirando con reprobación a su prima
- Basta chicos - Dijo la mujer mayor
- Por Rao Eliza, deja de fomentar y seguir socapando a tu hija - Jeremiah miró con furia a la rubia menor - No permitiré que entren
- ¡Jeremiah! - regañó Eliza sorprendida por la actitud de su marido y alfa - Kara, cariño llévalos dentro mientras hablo con tu padre. - la rubia asintió, cada uno con un niño en brazos fueron caminando bajo la atenta mirada de los otros miembros de la manada.

- Lamento todo ese show de allá afuera - murmuró la rubia sentándose con el pequeño más inquieto sobre sus piernas
- Tranquila, supongo que no están acostumbrados a las visitas.
- Huhum - asintió
- ¡Lena! - Saludó Samantha con un beso y un abrazo - que gusto tenerte aquí
- Gracias Sam - Kara dejó al niño en brazos de su cuñada y salió
- Escuché lo qué pasó afuera, lo lamento mucho.
- Descuida, entiendo creo... - dijo no muy convencida, pero haciendo un esfuerzo por no juzgar
- Es que los tiempos han cambiado y las cosas por aquí no están del todo bien. - contó la morena - Y con Kara perdiéndose tantos días es un poco complicado prepararnos.
- ¿Para qué? - preguntó
- Se han incrementado los secuestros y la invasión de los humanos, varias manadas se han visto más afectadas que nosotras y están buscando otros lugares donde asentarse, Jeremiah dice que debemos estar alertas. - explicó
- ¿Y Kara se encarga de eso? - quiso saber
- En realidad es Kara quien debería hacer lo que Jeremiah hace ahora, guiar, proteger y ampliar la manada. - dijo - Pero se ha negado a asumir su rol de alfa de la manada. - Lena miró interrogante a la morena, ¿por qué la rubia se negaría a tal cosa? ¿A caso no quería ser un "alfa"?
- ¿Es un alfa?
- Si
- ¿Acaso los alfas no son macho?
- Si, pero Kara es lo que llamamos una hembra dominante. 
- Soy dominante - Sam río con ganas - ¿De qué te ríes?
- Me refiero a que una hembra dominante tiene un pene, ellas son capaces de reproducirse como un macho lo haría. Como en caso de Alex, mi esposa es una hembra dominante y yo soy una hembra, por eso amabas tenemos dos hijos. - Lena asintió lentamente
- ¿Y por qué Kara no quiere ser alfa?
- Kara siempre será una alfa, eso no se elige ni se cambia, no todos los alfas son líderes de una manada. En este caso Kara no quiere ser alfa de la manada. - explicó Sam - ¿Cómo está Nia? - preguntó cambiando el rumbo de la conversación, no queriendo decir más de lo necesario, no porque no quisiera, sino por lo herméticos que estaban siendo todos en la casa.
- Herida, Jack la quiere para tener crías. - comentó, la morena bajo la mirada y suspiró
- Estoy segura de que ese habría sido mi destino.
- No lo creo Sam
- Claro que si - gruñó molesta - Si yo me hubiera quedado ella no estaría allí
- Si yo no te compraba cualquier otro lo habría hecho con gusto. Y Jack lo volvería a hacer, porque antes de venderte ya tenía a Nia. - tomó la mano de la morena intentado reconfortarla de esa manera
- Es una niña, debe estar asustada
- Te juro que encontraremos la manera, tengo unos amigos en la policía que podrían ayudarme
- Ya hizo suficiente señorita Luthor - Lena sintió su cuerpo erizarse por la potente voz del alfa que claramente buscaba intimidar, el hombre se sentó frente la mujer
- ¿Si? - Cuestionó
- Sí, se le agradece todo su apoyo por salvar a Sam y estoy seguro de que en cuanto podamos le devolveremos el monto gastado.
- ¿Los diez millones? - quiso saber. Lena no solía alardear de su dinero para obtener más de las personas o para sentirse mejor que ellos, pero ese hombre frente a ella tenía algo que le hacía hablar estupideces y no pensar.
- Puede que tardemos un poco reuniendo esa cantidad, pero le aseguro que lo haremos.
- En realidad no es necesario, lo hice porque quise. - dijo la mujer
- ¿También quiso a esos niños? - preguntó el mayor
- Necesitaban ayuda
- Es bueno saber qué hay una persona tan bondadosa como lo es usted que camina ayudando a la gente - continuó con sarcasmo el mayor, Lena quiso decirle que en realidad no era así, que la mayor parte del tiempo se la pasaba trabajando y pocas veces salía de su mundo, pero claro que ayudaba a la gente de escasos recursos porque su empresa era parte de una fundación a la cual donaba miles de dólares que se destinaban tanto a hospitales como también a hogares, quiso decirle que en realidad era la primera vez que ayudaba ella personalmente a alguien y que simplemente había sido por un momento de... ¿confusión y pena? Que solo había sido movida por un impulso. Vio al hombre nuevamente, no era tan alto como esperaba o imaginaba, tenía el cabello negro una barba algo crecida y los ojos de color café que asocio rápidamente con los Alex
- Puede resultar difícil ser sincero a veces, señor Danvers, pero descuide, que he tratado con mucha gente como usted. - habló con cierta molestia, ella no había querido ir, ella solo había dicho que sí por Kara y porque solo buscaba lo mejor para sus niños. - Kara dijo que usted podría ayudarnos y supongo que debía darle un voto de confianza.
- Traigan a Diana. - ordenó el hombre saliendo de ahí, no sin antes mirar la mujer de cabello negro que aún permanecía sentada.

Hasta el último día - supercorp AUWhere stories live. Discover now