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CRISTOPHER CROSS

El miedo me invadía, ahora más que nunca me cuestionaba si haber venido había sido una decisión correcta. Hace tres semana atrás decidí regresar a los Ángeles, mi vida en Inglaterra no era como esperaba y por supuesto mis demonios habían crecido más de lo que esperaba, sin embargo, apenas hace una semana atrás estaba tomando un avión con destino a recuperar el amor de Ellie.

Recuerdo que cuando llegue estaba nervioso, ansioso, alegre y por supuesto no aguantaba las ganas de ir a buscar a la chica que me volvía loco, hasta en sueños. Después de dos días en organizar mi departamento, me arme de valor, tome las llaves de mi motocicleta y maneje hasta la casa de Ellie, me estacione una casa antes para respirar y memorizar lo que tenia que decirle cuando la tuviera en frente, tanto eran mis nervios que no vi cuando llego un auto color gris y se estaciono en frente de su casa.

Del coche salió un chico con flores, mi instinto sobre protector salió a flote y apreté los puños, pero después me tranquilicé diciéndome que quizás el chico era un familiar. Cuando estaba por quitarme el casco y bajar de mi motocicleta, de la casa de Ellie salió su mamá y saludo de lejos al misterioso chico.

Todo paso tan rápido que mi mente tardo en procesarlo, Ellie salió corriendo del interior de la casa y abrazo al chico, tenia que controlarme había cambiado, por mi y por ella.

Hasta que lo beso.

—¿Y tu que hiciste?

—Volver a mi departamento—Tome de mi vaso un poco de agua—Ella me olvido y lo peor es que estoy locamente enamorado de ella, los dos días que la he visto no han sido los mejores, a lo mejor hice mal, no lo sé Tom estoy confundido.

—¿A donde fuiste esa noche después de verla en el restaurante?—Mi amigo limpio unos vasos y después los dejo abajo de la barra.

—Igual a mi departamento, era doloroso ver a mi pulga con otro chico y por supuesto eso no lo iba a tolerar, mas cuando íbamos a estar en el mismo lugar, te lo juro Tom, ella estaba preciosa con ese vestido.

—¿Estas consiente de que esa chica te cambio?—Alce mi vista y vi que acercaba un banco que tenia ahí y en el se sentaba—Mira Cristopher sí fuiste un gilipollas en el pasado, eras todo un Badboy, pero desde que conociste a esa chica, no solo dejaste de venir al bar, también dejaste de acudir a fiestas y por supuesto ahora bebes agua en vez de alcohol.

—¿Qué quieres decir?—No entendía a que iba esta platica.

—Amigo si en verdad la amas, deja que ella sea feliz con este chico, mira el tiene Cáncer y lo mejor que puedes hacer es apoyarla, habla con ella y demuéstrate a ti que estos siete meses que te fuiste a Inglaterra no fueron en vano.

—Tienes razón, pero para hablar con ella, tengo que hablar con su novio—Respire profundo y Dije lo que me atormentaba—Digamos que esa noche casi la beso.

—¡Que Mierda!, Cross enserio que no se si tu pequeño cerebro de cacahuate entiende algo.

—Si sirve de algo, bese la mano de su novio.

Reímos.

—Eres asombroso Cross, mira que besar la pared es normal, pero una mano, ¿En que año estas chico?, mira a veces eres tan terco que haces las cosas impulsivamente, pero yo se que el Cristopher que conocí años atrás, se ha ido—Una persona se sentó en el banco de a lado, ya casi era hora de que abrieran el bar.

—Veo que madrugas chico, ¿Qué deseas tomar?

—Yo no tomo—Sabia quien era y verlo aquí resultaba extraño—estoy buscando a un chico.

—No creo que encuentres a una persona igual de puro y casto como tu, en un lugar así.—Comente mientras soltaba una risita burlona.

—Mmh, si lo se, pero creo ya que sabes con quien quiero hablar.

—La verdad es que no.

Tom tenia una cara burlona, creo que ya sabia quien era ese chico.

—Bueno chicos, creo que ustedes necesitan hablar a solas, por favor no destruyan el bar, iré a acomodar unas cosas a la cocina y Cross recuerda lo que hablamos—Tom rio y se fue.

—Creo que empezamos con el pie izquierdo.

—No quiero hablar, solo vete—Tener que soportar hablar con este niñato, estaban en mis planes pero no ahora, justo cuando estoy confundido.

—Mira no vengo a reprocharte nada, se que la amas y es difícil para ti ver a esa persona tan especial e importante, con alguien distinto.

—Hablo enserio, hoy no quiero hablar.

Mi vista aun seguía en la puerta por la que se fue Tom.

El silencio se hizo presente, me atormentaba y lo peor de todo es que ahora no había un persona que se preocupara por mi. Mi familia estaba en Inglaterra, ellos eran felices en ese pías. Lo raro es que quise encajar y volver a mi rutina, pero no salió como esperaba, trate de acostarme con chicas, pero el resultado era que siempre recordaba a Ellie, así que mejor decidí cambiar para bien.

Ahora como resultado de mis idioteces que les hice a varias personas, estoy pagado las consecuencias solo y sin nadie que me diga que las tinieblas estarán por irse, si sigo haciendo bien las cosas.

—Sabes que cuando fuiste a verla a su casa, realmente quería darte una paliza—Mi mirada se centro en el chico que jugaba con sus dedos, estaba nervioso—Pero no lo hice ya que en el fondo se que ella te ama y si te hago algo o me haces algo, Ellie no daría una paliza, somos dos personas muy importantes para ella.

—Lo se, aunque eso no cambia que si no te callas en verdad te daré una buena paliza.

—Vale, tranquilízate, no es para tanto.

—¿Cómo me encontraste?—No me lo imagino ahí buscando información de mi, debe ser algo urgente como para verme.

—Digamos que es un misterio—lo mire fulminante— Cameron me dijo donde vivías y desde la mañana te sigo,  quiero que nos llevemos bien

—Aja y yo soy el hombre araña.—Esta charla no nos estaba llevando a nada, me pare de mi asiento dispuesto a irme. —Bueno nos vemos.

Di media vuelta y cuando iba a caminar hablo.

—Necesito tu ayuda, eres mi ultimo recurso, por favor hablemos.

—¿De qué mierda quieres hablar Alexander? y por favor esta vez se directo.

Volví a sentarme.

—Es sobre Ellie, de ti y sobre lo que me pasara—Él respiro profundo y siguió hablando.

No se cuanto tiempo hablamos, pero en todo ese transcurso Alexander me conto la sorpresa que tenia para Ellie, como seria su futuro y por supuesto como es que yo seria de ayuda. Quería hacer las cosas bien, aunque eso implicara seguir siendo el malo del cuento.

—Gracias por escucharme Cristopher.

Ambos salíamos del bar, era de noche y hacia un frio de mierda.

—Lo hago por Ellie

Y un poco por ti, me dije mentalmente.

—Nos vemos Cross, cuídate.

—Adiós niñato.

Alexander subió a su coche y en cuestión de minutos se fue.

Ahora más que nunca estaba confundido, el lado positivo es que había hecho las disque pases con el novio de Ellie y no es como que me alegre, pero si quiero estar bien con ella debo llevarme de maravilla con el Canceroso.

Aún me sentía mal por no tener a Ellie a mi lado, pero si de algo servía, haría mi primer acto de bondad con Dallas y lo importante es que ella me lo agradecería en el futuro.

¿No es como si algo malo fuera a pasar? ¿O sí?

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora