Él no me conoce ©

~44~

—Veo, Veo—Dije observando todo a mi alrededor.

—¿Qué es lo que vez? —Preguntó Cameron

—Una cosa.

—¿Qué cosas es?

—Algo maravilloso

—¿De qué color es?

—Color, color—Busque un objeto difícil para que Cameron no pueda encontrarlo—Marrón.

Mi mejor amigo miro todo nuestro alrededor.

—Acaso es tu cabello.

—No—Dije mientras caminábamos

—Tus ojos—Señalo mi ojo

—No—Reí.

—ash, ¡Entonces no sé qué mierda es Ellie! —Dijo ya furioso.—me rindo, dime que es.

—¡Eres un mal perdedor! — Reí.

—No, pero no hay una puta cosa Marrón en esta—Se quedó callado—Mierda, si que eres inteligente.

Reí.

—¿Ya sabes que es Cameron?

—Es lo que acaba de hacer ese perro, ¿Verdad? —Señalo a un costado del pavimento donde se encontraba la mierda del animal.

—Casi—Reí.

Él Bufo.

—¿Entonces que rayos es Ellie? —Se cruzo de brazos.

Este chico es un bebe.

—Amigo Cam—Reí—Hace media cuadra pisaste popis de perro, mira tu zapato.

Él agacho su vista y su cara paso a asco en un segundo.

—¡Que puto asco! —Se saco su zapatilla y la levanto a su cara.

Comenzó a olerla.

—Cameron deja de hacer eso y limpia tu zapato en el pasto—Reí mientras me alejaba unos pasos de su lado.

—Tengo una mejor idea—Me miro pícaro.

Me aleje unos cuantos pasos de él.

Hice una mirada de "ni lo pienses"

Él hizo una mirada de "Lo hare claro que si"

Comencé a correr a toda velocidad mientras que él venía corriendo detrás de mi, con su zapato apestoso.

—¡No escaparas! —Gritaba desde atrás.

—Tienes piernas de pollo, ¡No va a alcanzarme idiota! —Dije mientras me quedaba sin aire.

No habíamos corrido ni una cuadra y ya estaba cansada.

—Cam, no puedo más—Solté con la esperanza de que se apiadara de mí.

—¡Entonces frena y acepta las consecuencias! —Gritó nuevamente.

Me llega a tocar con su zapato asqueroso y juro que voy a vomitar la hamburguesa que almorcé hoy.

Seguía corriendo y corriendo hasta que deje de escuchar los pies de Cam chocar con el suelo.

De un golpe brusco frené y me di vuelta. Cam observaba boquiabierto una escena a pocos metros, con el zapato en la mano.

Me acerque un poco a él, si esto era una técnica para ponerme ese zapato, se las iba a ver conmigo.

—¿Qué sucede? —Dije un poco lejos ya que no confiaba demasiado en mi amigo.