Jealous -George Weasley

XX- Nueva Capitana

Este capítulo contiene escenas explícitas, si no son de tu agrado te conviene saltarte esa parte.

Pov. Claudia Scott

Corrí hasta la oficina de Snape, la capa del uniforme se levantaba por culpa de la corriente de aire. Llamé a la puerta de su oficina bruscamente y puse mi mano enfrente de mis ojos, con un poco de separación para que solo pudiera ver por donde pisaba.

-Adelante.- La voz gangosa de Snape, confirmó mi entrada.- Señorita Scott, es de mala educación no mirar a los ojos cuando alguien le habla.

-Ya, respecto a eso.. Tengo que ver a Dumbledore.- Mi voz es tímida, Snape es al profesor al que más respeto, a parte de ser el jefe de mi casa, su aspecto tan oscuro y serio me hacía retroceder, hasta casi temerle.

-Pues va a ser imposible, está reunido con el ministerio.- Respondió con indiferencia.

-¿Usted sabe porque cambian de color los ojos?- Esa pregunta no se explicaba muy bien pero fue la primera que rondó mi cabeza.

-Muéstreme sus ojos señorita Scott.- Aparté temerosamente mi mano, lentamente, y el rostro de Snape seguía rígido.- No tiene nada, los sigue teniendo verdes.

-Pero es imposible, hace un momento yo..

-Déjese de tonterías.- Me cortó en seco,- ¿no tiene en cinco minutos entrenamiento? No creo que sea de buen gusto que la capitana llegue tarde.- Asentí y me fui de la oficina de Snape.

Seguro que ha sido por la luz.

Me subí a mi escoba y volé lo más rápido que pude por las afueras de Hogwarts, hasta llegar al campo de quidditch, mientras caminaba por el campo hasta dirijirme a mi equipo me colocaba una banda de color esmeralda brillante, como símbolo de capitana.

Ellos están ya allí, mire mi reloj y llegaba justo a tiempo. Un viento helador pasaba por nuestros brazos desnudos, aunque pronto entraríamos en calor.

-Bien, soy vuestra nueva capitana, n-

-¿Una mujer nos va a enseñar a jugar? Debe de ser coña.- Me cortó Draco en tono burlón, a este chico hay que cortarle sus alas de grandeza desde la raíz.

-Cinco vueltas, corriendo, sin la escoba, alrededor de todo el campus.- Dije secamente y mirándole fijamente a los ojos.

-No puedes hacer eso.

-Soy la capitana, si no te levantas ya, serán diez.- Le amenacé, el silencio se hizo presente, con una mirada furiosa y unos susurros maldecidos, el rubio se levantó y comenzó a correr.

-Vamos, ¡hasta una anciana corre más que tú!- Tomé una breve pausa. -Vale.- Continué, con la mirada atenta de todos, me di cuenta de que ya había conseguido lo que quería, respeto.- Ya nos conocemos todos y tal, no vengo a lidiar con presentaciones. Iré directamente al grano, - froté mis manos con aspereza.- Lo primero de todo, yo quiero ante todo respeto, tanto para mí, como para los de nuestro equipo, si tenéis algún problema con otro miembro del equipo, lo resolveis fuera, no dentro del campo, ¿entendido?

-Entendido.- Dijeron todos al unísono.

-¿Entendido, qué?

-Entendido, capitana.- Repitieron, con un nivel más alto de voz.

-Segundo, esto es dedicación, no me vale con venir dos días y al día siguiente no venir al partido, a no ser que lo tengáis justificado, por algo en concreto en ese caso no pasará nada. Vosotros conocéis como soy y yo os conozco a cada uno de vosotros, no soy nueva en esto, y porque sea mujer no significa que no sepa como defenderme, así que no me vaciléis ni nada porque yo soy la primera en expulsaros.