XVII- Luna llena

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Pov. George

Todos veíamos como Claudia se emocionaba con un simple detalle, para ella tener regalos es como la ilusión de una niña pequeña en navidad con todos sus juguetes nuevos juntos, con sus ojos brillantes y sonrojada, con la nariz diminuta y su piel frágil como el cristal.

-Gracias, Her.- Una sonrisa se formo en su cara y como había dicho antes sus mejillas estaban rojizas, aunque no mostrara mucho sus sentimientos muy a menudo se podía notar como le temblaba la voz cada vez que le regalaban algo o simplemente le hacían un detalle insignificante.

Le dimos todos los regalos, Fred y yo le dimos una caja llena para hacer bromas, ya que le encanta, a veces es ella la que nos dice ideas o las crea. Hermione le regaló un tiempometro, es una pulsera dorada que controla si tiene algún ataque de pánico y llama con otra pulsera, que tiene la castaña, para ir en su ayuda, Noah le regaló un skate esta mañana, Ginny un vestido beis, con ese color que tanto le resaltan los ojos, Harry unos libros de astrología ya que le encanta leer y Ron como siempre unas golosinas y una pluma nueva, en la cual su tinta cambia de color.

Nos pasamos casi toda la tarde hablando hasta que llegar la hora de la cena, sus padres se unieron a nuestra conversación en la mesa, son muy simpáticos y sobre todo su madre. Henry no paraba de coquetear con Hermione, y esto provocaba miradas furtivas de parte de su hermana.

Pov. Claudia

Después de cenar me quedé sola en la cocina comiendo las famosas galletas de Molly subida en la encimera de mármol, debido a mi altura los pies no tocaban el suelo.

Escuché un carraspeo proveniente del pasillo y la puerta de la cocina se abrió dejando paso a Harry Potter, con un aspecto cansado pero alegre, con sus pelos mojados ya que se ha duchado hacer unos minutos y solo con unos pantalones marrones anchos, dejando su pecho al aire libre.

-¿Puedo?- Su mano indicó el lado derecho de la encimera, asentí. Su mirada azul viajaba al suelo.- Hay algo que me dejó pensando, en el torneo... Voldemort te apellido Grindelwald y no es por ser cotilla solo que estuve indagando sobre quien era y tengo mucha curiosidad de porqué no te mató o simplemente porque te apellidó así.

Las palabras que esperaba desde que salí de allí se reflejaron en sus labios, solté un largo suspiro y tras una pause le contesté.

-¿Recuerdas la primera prueba?- Giró su cabeza mostrando interés.- No fue pura suerte lo del dragón, Grindelwald es mi bisabuelo, según me contó Dumbledore el antiguo mago puso una gota de su sangre en una familia y quien se mereciera todo ese poder se le sería otorgado con gran orgullo.

-Pero eso es brillante, ¿no? Con eso podríamos vencer a Voldemort.

-No es tan sencillo Harry, Voldemort me quiere a mí también, quiere mi poder y no me puede quitar la sangre de mis venas ya que a él no le funcionaría ese potencial de poder. Además, es muy difícil controlar, según me dijo Dumbledore puedo aniquilar a gente en cuestión de segundos. No es brillante ni mucho menos es simplemente terrorífico.

No quedamos unos segundos mirando al suelo, Harry se puso en pie y se puso frente a mí para ver mi rostro con más claridad.

-Claudia, lo siento por todo esto, no se que decir pero recuerda que me vas a tener a mi siempre, ¿vale?- Alcé la cabeza y le di un abrazo inesperado, segundos cortamos el abrazo.- Me voy dormir, hasta mañana.- Esto último lo dijo mientras pasaba por la puerta y yo le sacudía la mano a modo de despedida, sonriéndole sin mostrar mis dientes.

Seguí pensando mis cosas un rato hasta que escuché otros pasos provenientes del salón, sin pensarlo dos veces alejé todos mis pensamientos y me eché a andar al cuarto oscuro.

Una cabellera pelirroja se iluminó con en el brillo de la luna llena, se reflejaba fácilmente por la ventana.

-¿Qué Weasley eres?- Pregunté dirigiéndome al sillón gris.

-Fred.- Giró su cabeza, hasta ver sus mejillas hinchadas y sus ojos ensangrentadas, unas lágrimas las cubrían.

-Hey, hey, ¿qué pasa?- Me fui con él al sillón y sujeté su cabeza sobre mi pecho acariciando su cabellera rojiza.

-¿Sabes esa sensación de opresión en el pecho al ver a esa persona con alguien que no eres tú?- La sentía mejor que nadie y el silencio mostró mi respuesta.- Ya..

Nos quedamos unos momentos en silencio mientras escuchaba como sus sollozos aumentaban me destrozaba el alma verle así, Fred es como un hermano para mí y siempre ha intentado ocultarme todo lo malo para que yo fuera feliz aunque a veces eso salía en vano.

-¿Pero no estabas con Angelina?- Un suspiro salió de sus labios y me miró completamente perdido en mis ojos. Este no es Fred. -¿George?- Sus lágrimas habían desaparecido.

-El mismo.

-¿Porqué?

-Sabía que no recibiría un buen abrazo tuyo si no dijera que era Fred, nos reconoces tan bien.- Una sonrisa fallida iluminó su pálido rostro. Le acaricié un mechón rebelde que tapaba su rostro.

-George... yo..- Las lágrimas amenazaban por aparecer.

-Solo lo necesitaba, déjalo.- Se levantó y me quedé sola en el pequeño sillón, resoplé y levanté mi vista hacía arriba.

Siempre lo hacía todo tan difícil, recuerdo que un día estaba en la casa de los Weasley, tendría unos once años.

-¡Fred, espérame!- Mis pequeños pies intentaban alcanzar los de él.

-Vale, enana.- Se echó a reír al ver mi cara de enfado cuando pronunciaba el apodo.

-¡Claudia, ven!.- La voz del segundo gemelo me conduce hasta la cocina. Me encontré con él allí, sentado en una silla, es más alto que yo así que agarro mi cintura para sentarme en la encimera y ver bien mis ojos.

-¿Qué quieres Georgie?

-Se mi novia.- Me eche a reír inmediatamente.- No te rías lo digo enserio.

-Haber Georgie, tú tienes dos años más que yo y a penas estoy en segundo año, ¿cómo voy a ser tú novia ahora? Somos muy pequeños.

-No, tú eres la enana aquí, además solo son dos años.

-Me repites esa frase cuando seamos más mayores.- Puso los ojos en blanco.

-Bieeen.

Era imbécil hasta de pequeño, una sonrisa tonta se dibujo en mis labios, miraba a la luna con unas pequeñas lágrimas que rodaban por mis mejillas, después de todo este tiempo le seguía gustando.

Eramos muy pequeños para sentir verdaderamente ese sentimiento.

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Es muy cortito pero no he tenido mucho tiempo últimamente.

Gracias por el apoyo.

Os quiiiero!💙

Jealous -George WeasleyWhere stories live. Discover now