Jealous -George Weasley

III - La cita con Diggory

Este capítulo contiene escenas que pueden ser incómodas para el lector, si te incomodan sáltalas.

Pov. Cedric

La llevé a un sitio, un poco alejado de Hogwarts.
Ella me gustaba desde hace bastante tiempo, hasta que me enteré que ya no estaba tonteando con Pucey y no esperé más y se lo pedí el primer día de clase.

La llevé agarrada de la mano todo el camino, caminamos por el bosque prohibido durante cinco minutos hasta que lo encontré, un lugar sin árboles ni arbustos, con el cielo abierto, en el cuál, se admiraba la noche estrellada.

Sabía que le encantaba la astrología, porque este verano había estado enviándole cartas a Hermione sobre la cita perfecta para Claudia y ella la conoce más que nadie. Siempre que la miraba estaban juntas, tienen un vínculo muy especial y eso fue de mucha ayuda.

—Bueno.. ¿Qué te parece?— Le pregunté guiándola a una manta de color amarillo que estaba sobre el césped. Nos tumbamos y apoyé mi cabeza sobre la palma de mi mano, prestando toda mi atención en ella.

—Cedric, esto es precioso.—Dijo ella mirando las vistas con su perfil perfecto.

Pov. Claudia

La emoción que sentía era inmensa, me encantan las noches estrelladas, desde pequeña, las solía ver con mi abuela antes de que ella falleciera.

—Gracias Cedric.

—¿Y eso porqué?

Giré mi cabeza, me di cuenta de que me estaba mirándome con su mandíbula pegada a la palma de su mano y con una sonrisa contagiosa.

—Mi abuela solía llevarme a ver las estrellas, antes de, bueno, ya sabes..

—Lo siento mucho Claudia.— Me apartó un mechón que caía sobre mi rostro y lo escondió tras la oreja. Fue ahí cuando no aguanté más y me abalancé sobre él dandole un suave y hambriento beso.

Me siguió el beso, pero más apasionadamente, colocó sus grandes manos en mis caderas y me colocó encima de las suyas, no podía parar era adictivo, joder.

Los besos se intensificaban poco a poco. Él manoseaba mis caderas lentamente y yo tiraba de su pelo agresivamente. Pude notar como su bulto se hacía cada vez más grande y cuando lo note en mi entre pierna dejé escapar un suave gemido.

Sentí como mis bragas se humedecían por la excitación, en ese instante, el chico castaño empezó a darme besos en el cuello, dando lugar a suaves gemidos de mi parte.

Le saqué la camisa por el cuello y me quedé parada un momento, admirando su pecho sudado y fuerte. No me dejó pensar más y puso su mano en mi nuca, atrayéndome hacia él, pegándome a su tonificado pecho agitado.

Cedric recorría con sus labios la parte superior de mi pecho y yo le agarraba el pelo con fuerza.

Entonces fue cuando, me sujetó una vez más de sus caderas y me dejó caer a un lado. Nos miramos unos segundos a los ojos y se acercó a mí con lentitud, sus grandes manos pasaron por mi zona húmeda, enseguida capto lo que él podía hacerme sentir.

Giré los ojos de placer y metió mi mano entre mis bragas, masajeo mi coño con placer y yo gemía con pura agresividad.

—Cada año estás más buena, Claudia Scott.— Susurró contra mi cuello, su voz ronca hizo que mis piernas debilitaran y se entregaran a él. Enterró dos dedos en mi parte intima, lo que me hizo dar un gemido de gran placer a la inesperada decisión.

—Cedric..— No pude terminar una frase porque él entraba y sacaba sus dos dedos más agitadamente.— Joder.
Entraba y sacaba sus dedos con más furia.