XI- Yule Ball

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Este capítulo contiene escenas sexuales si te resultan incomodas te recomiendo saltarte esa parte.

Pov. George

—¿Esas no son Claudia y Hermione?— Fred miraba a la derecha e inmediatamente hice lo mismo. Sí era ella, con un vestido blanco precioso, resalta todos sus rasgos. Es simplemente perfecta.

Bajaba con Hermione las escaleras y estaban jodidamente buenas, mi chica más por supuesto. Me acerqué a ellas.

—Estáis preciosas chicas.— Se miraron mutuamente y sonrieron a la vez, parecían gemelas enserio.

Entonces vi como a Claudia se le cambiaba la cara cuando vio a su hermano acercarse, el chico entrelazó su mano con la de Hermione y ahí lo entendí todo, el chico que tanto tiempo quisimos saber era el ravenclaw.

—Te juro que como le hagas daño, yo te lo haré a ti y será mucho peor.— Amenazó Claudia a su hermano, él se quedo mudo pero enseguida asintió. Noté como la mirada de Claudia se relajaba.

—Pasadlo bien.— Fue lo último que dijo Hermione antes de irse. En cuanto pude la besé, suave pero agarrando su nuca con fuerza.

—Chico relájate, que todavía no ha empezado la noche.— Dijo ella después del apartarse un poco de mí, sabía lo que me jodía que interrumpiera el beso y por eso siempre lo hacía.— Espera.— Colocó sus dedos en mis labios y empezó a limpiarlos, un poco de pinta labios rojo se había quedado en mis labios y sentir su tacto con mi piel era lo que más me gustaba, también, podía hacerme sentir mariposas con solo verla.

—Como sigas haciendo eso, mañana no caminas.— Ella soltó una risa y me miró a los ojos vacilante.

—Ya lo veremos.— Susurró en mi oído. Entrelazó su brazo con el mío y entramos junto con los demás participantes del tornero y sus parejas. Todo estaba precioso las tonalidades azules eran increíbles y daba un aspecto nevado en el techo. Sinceramente mi único pensamiento era ella.

Minutos después todos comenzamos a bailar, intentaba coordinar con sus pies, pero la pisaba sin parar, ella se reía de mí cada vez que daba un paso en falso, a veces lo hacía aposta solo para verla sonreír.

Terminamos de bailar, nos sentamos en unos sillones blanco que había junto con Fred y Angelina. Por la cara que puso Claudia no le gustó sentarse con ella, pero hizo un esfuerzo.

—¿Qué tal parejita?— Preguntó mi chica, sentándose en mis piernas y reclinado su cabeza en mi pecho.

—Bien, pronto nos iremos esto es un muermo.— Contestó Fred con una ligera sonrisa, tendrían una noche movida.

—Bien, yo me voy a llevar a la mía ya tengo que darle su regalo.— Me miró con extrañeza.

—Claro, ahora soy un perro no te jode. Me levanto por que quiero mi regalo, no porque tú me lo digas guapo.— Me guiñó un ojo.

—¡Usad protección! No quiero un sobrino por ahora.— Grito Fred a medio camino. Lo que consiguió que Claudia le sacara el dedo en toda regla y yo me riera por su cara enfurecida.

Después de unos minutos caminando frené en seco.

—Estamos en mitad del bosque y a las orillas del río, ¿me vas a matar Weasley?— Negué con la cabeza y escondí una sonrisa. Rebusqué en mi bolsillo y allí lo encontré una cajita verde oscuro. Se la extendí y la cogió con delicadeza, como un cristal a punto de romperse. Seguidamente abrió la pequeña caja y pude ver en primer plano como se le cristalizaban los ojos poco a poco. El interior contenía una pequeña figurita de madera, una lechuza.— Te acordaste.— Una pequeña lágrima recorrió su mejilla, pero se la limpió enseguida.

Jealous -George WeasleyWhere stories live. Discover now