El orden de ellos era un poco desordenado. Mike estaba en una esquina del sillón con Ben a su lado, Beverly se encontraba en sus regazos acostada con un plato lleno de pororó (pochoclos, palomitas de maíz, pop, como le digan) sobre su estómago. Eluney estaba sentada sobre una almohada en el suelo.

Stan estaba con las piernas abiertas y Bill sentado entre ellas, con un plato de galletas, el judío lo abrazaba por la espalda pasando sus brazos por la cintura del tartamudo y apoyando su mentón en el hombro del chico.

Y en la otra esquina del sillón estaban Richie con Eddie en su regazo, sentado de lado apoyando su cabeza en el hombro del azabache tratando de no dormirse, el mayor a su vez acariciaba el cabello del pequeño, sonriendo.

Esa imagen era digna de un dibujo.

Eluney llevó su vista al pequeño Eddie, luego miró a Beverly, quien a su vez sonreía mientras veía a Eddie.

–¿qué dices? –susurró la castaña, la pelirroja la miró– ¿pintamos a Eddie?

Beverly miró a Eddie nuevamente, sonriendo al ver que se durmió en los brazos de Richie.

–no...ya sufrió bastante por hoy.

–esta bien.

[***]

Luego de terminar de ver la película los chicos se levantaron y se pusieron a hacer cualquier cosa. Richie llevó a Eddie en sus brazos hasta la habitación de Beverly, debía dejarlo en un lugar tranquilo para que descanse.

Lo dejó suavemente sobre la cama, lo arropó sin dejar de abrazarlo, cuándo iba a soltarlo para irse vio al pequeño fruncir el ceño levemente mientras se revolvía en su lugar. Richie sonrió y se acomodó a su lado para luego abrazarlo y cerrar los ojos.

–no dejaré que algo malo te pase...lo prometo –susurró el azabache, le dio un beso en la frente al castaño y cayó dormido rápidamente.

Beverly, quién iba a ver por qué tardaba tanto Richie, entró a su habitación, sonrió de lado.

–mis pequeños bebés están empezando a volar solos...–murmuró mientras apagaba la luz de la habitación y cerraba la puerta, dejando nuevamente al la pareja solos.

–¿y Richie? –preguntó Mike al ver que Beverly volvía sola.

–se durmió.

–sabía que el poste de luz con patas no duraría mucho despierto –dijo Eluney de braza cruzados.

–¿a que jugaremos? –preguntó Ben mientras comía una papa.

–al gallito ciego, pero en la oscuridad –sonrió Stan.

–¡sí! –celebró la castaña– yo quiero ser el gallito.

–de acuerdo –Beverly buscó una venda y se la puso delicadamente a Eluney, pero le tiró del cabello igual.

–¡Bev!

–lo siento.

[***]

Eran las 04:28am cuándo Richie se levantó para ir al baño, pero al entrar se encontró con la castaña.

–¿Elu?

–¡mierda! –exclamó la chica mientras volteaba hacia el azabache, este la miró atentamente y se dio cuenta de que la castaña tenía los ojos rojos e hinchados, sus mejillas y nariz estaban rojizas.

–¿que pasa, Elu? –se acercó Richie, cerró la puerta para que no los escuchen hablar y la abrazó, ella escondió su rostro en el hombro del chico mientras soltaba pequeños sollozos.

–nada...

–¿y por qué lloras?, ¿esto no es nada?

–e-es qué no sé que pasa, de la nada me dieron ganas de llorar y no lo soporte, tuve que venir aquí.

–Elu...–Richie suspiró–, ¿tienes alguna razón cómo para llorar?

–c-creo que no.

–bien, tal vez sea parte de la adolecencia, todos pasamos por eso –sonrió el chico.

–¿tú también?

–claro que sí, y mucho más por mi amor no correspondido en ese tiempo.

–¿cómo hago para dejar de llorar?

–no puedes evitar eso, sólo tienes que soltar todo el dolor, enojo, todo. Libera tus sentimientos...

–no conocía ese lado tuyo, poste de luz con patas –se separó la castaña.

–nadie lo conoce, solo Eddie.

–tienen suerte de tenerse el uno al otro...

–oye...¿quieres dormir con Eds y conmigo?

–¿no te molestaría?

–por algo te estoy invitando.

–claro, gracias tonto.

–de nada, boba.

Amor Es Amor {REDDIE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora