Capítulo |25|

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Camila se vistió muy especial para la cita y Lauren se quedó anonadada al verla, con un vestido lavanda.

—Dime que me veo bonita.

—Tú sabes que lo haces. —Camila hizo un mohín y Lauren rodó los ojos—. Está bien, te ves hermosa.

La morena sonrió y acurrucó su brazo alrededor de ella. Estaban cenando en uno de los restaurantes en el hotel. Era un lugar de lujo, con precios aún más elegantes, pero Lauren le había asegurado que podía permitírselo debido al descuento de empleada. Todo el mundo las miraba, hecho que Camila amaba, desde que sabía que era porque parecían verse excepcionalmente bien juntas, con su colorido justo y su aspecto oscuro. El hecho de que a las dos también les encantaba vestirse bien, las hizo aún más dignas de que las vieran con la boca abierta y Camila estaba encantada a cada minuto por ello.

—Deja de sonreír como si fueras Stephanie Hwang —dijo entre dientes, desconcertada por la manera en que Camila seguía sonriendo de nuevo, a los que estaban mirándolas como si fueran celebridades que no podían apreciar.

Su sonrisa se desvaneció ¿Era tan malo que estuviera feliz porque estaba en una cita con ella y estaba orgullosa de estar de pie junto a Lauren? Tal vez, esto era algo que no significaba nada en absoluto para la ojiverde, pero para ella, significaba esperanza. Incluso si era estúpido esperar siempre a la más mínima posibilidad de conseguir que se enamorara de ella, Camila no podía dejar de tener esperanza.

—Son mis labios, así que voy a sonreír tanto como yo quiera. —Cuando Lauren siguió con el ceño fruncido, la miró, exigiendo— ¿Por qué te molestaste en invitarme a salir, si te vas a enojar por las cosas más tontas?

Esa fue una muy buena pregunta, admitió Lauren para sí misma de mala gana, y sobre todo si consideraba el hecho de que esta noche, era la noche en que estaba a punto de declarar la mentira más grande en el mundo. Esta noche iba a decirle a Camila que la amaba.

Tal vez si lo hiciera entonces esa horrible sensación en su pecho se detendría. Ella abrió la boca para hablar, pero todo lo que tenía que decir se perdió en el estruendo de la conmoción procedente de la entrada trasera del hotel.

—¿Qué es eso? —preguntó Camila nerviosamente.

Frunció el ceño, aunque una parte de ella se sintió aliviada, de que no tenía que decir la mentira.

—No estoy segura... —Se escuchó un fragmento en Coreano y recordó acerca de los invitados VIP de los que los otros empleados estaban hablando—. Creo que hay grandes estrellas coreanas a punto de reservar...

Camila era una fangirl devota del mundo del espectáculo, con entusiasmo saltó arriba y abajo y estiró el cuello.

—¿Quién? ¿Quién? —Lauren se rió.

—Tranquila... van a venir muy pronto.

—¿Pero que, si nos piden que los dejemos?

—Nosotras somos empleadas aquí, Camila —respondió secamente Lauren—. Estamos a salvo.

Las puertas se abrieron y los hombres en trajes entraron primero, obviamente guardando a los chicos en el medio. Camila se quedó sin aliento.

—Oh, Dios mío. ¡No puede ser! —Lauren la miró extrañada.

—¿Qué?

—Son Double S —dejó escapar un grito—. ¿No los conoces? Son tan populares, uno de ellos salió en Boys Over Flowers. —Camila estaba lista para desmayarse—. Tienes que presentarme, Lauren ¿Por favor, por favor?

Lauren se echó a reír, encontrando muy linda la tendencia de Camila, de repetirse a sí misma en su emoción.

—Cálmate. Lo haré, lo prometo.

Lauren & CamilaWhere stories live. Discover now