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Jeongyeon aumentó la velocidad al encontrar la autopista casi vacía, los falores a los lados alumbraban su camino y lo único que podía escuchar era el ruido de la moto y el fuerte viento.

Lisa se abrazó más a ella, observaba con una sonrisa el paisaje norturno de los arboles a su al rededor. Debería estar asustada por la velocidad en la que iban, pero era emocionante sentir el viento golpear su cuerpo y sentír la adrenalina haciendo aumentar las palpitaciones de su corazón.

Era la primera vez que subía a una motocicleta, y se sentía como una pequeña niña divirtiéndose.

Jeongyeon tuvo que ir bajando la velocidad al encontrar calles transitadas, ya estaban llegando a la zona donde vivía Lisa, o como ella le decía, a su barrio.

_Gira a la derecha - avisó Lisa, Jeongyeon obedeció y entró a una pequeña calle, había solo un puesto de comida callejera y unos niños jugando con latas.

_¿Donde me detengo? - avanzaba a baja velocidad.

_Frente a esa casa - señaló - las paredes sin pintar, ¿la ves?

_Sí - aumentó solo un poco la velocidad hasta llegar y se detuvo, quitándose su casco.

Lisa bajó de la moto mientras Jeongyeon seguía arreglando su cabello, no le gustaba estar despeinada, aun más al tener el cabello corto.

_Gracias - le entregó el casco.

Jeongyeon sonrió.

_¿Ves que no soy mala? - lo recibió y lo guardo nuevamente debajo del asiento.

_Bueno, solo me trajiste aquí, quien sabe si no es plan de Jennie o algo parecido - alzó los hombros - sé que quiere echarme.

_Mm, tienes un punto - asintió - entonces cuidate de mí - le guiñó con una sonrisa y volvía a ponerse su casco, Lisa bajó la mirada al suelo, sintiendo un sonrojo en sus mejillas - hasta luego, Lisa - hizo a avanzar.

_Espera - Jeongyeon giró a verla - tu pañuelo - estiro su mano para que lo tomara, se lo había prestado para que se sequera el rostro por la malteada que Jennie le había arrojado.

Jeongyeon observó el pañuelo y luego sonrió, seria una buena escusa para que la buscara.

_¿que te parece si primero lo lavas? - rió por lo avergonzada que se puso la pelinegra - tranquila, luego puedes entregarmelo, hasta luego - el motor volvió a vibrar y se alejó a una velocidad prudente.

_Hasta luego - respondió Lisa al verla irse.

****

A la mañana siguiente Lisa encontró su zona de trabajo libre de niñas mimadas, esta vez comenzaría su día tranquila y sin contratiempos.

Terminaba de colocar las nuevas flores después de horas, cuando sintió una especie de piquete en su cuello.

Se enderezó a tocar la zona afectada y en el borde de su polera había una especie de diminuta piedra, había pensado que quizá un mosquito la había picado pero eso ya le pareció muy extraño.

Tiró la pequeña piedra cuando recibió otra directamente en la frente, ese le dolió más que el anterior. Buscó rápidamente de donde venían pero no había nadie al rededor, eso comenzaba a molestarla.

Tiró la piedrita con enfado y lentamente fingió entar trabajando mientras estaba atenta a cualquier movimiento.

Jennie se volvió a asomar cuidadosamente por detrás de su ventana y estiró la reportera hacía ella con una nueva piedrita.

Lovesick Girls Where stories live. Discover now