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-Narra Aidan-

Subí las escaleras con la cobija y almohada que había bajado la noche anterior. Me adentré a mi habitación para de inmediato ver a ____ recostada de lado. Tenía su cabello en la cara y estaba enrollada con la cobija hasta su cuello. Hacía frío.

Cerré la puerta de la habitación luego de entrar, deje las cosas a un lado de la cama y me acosté en está lo más despacio que pude.

Jale ligeramente la cobija que la tapaba para adentrarme en esta pero fue imposible que no se despertara. Sonreí con una mueca. Abrió los ojos y sonrió un poco para acomodarse alado de mi y volver a cerrarlos.

-Ya amaneció -avise acariciando su cabello-

-Tengo sueño -susurró-

-Vamos linda, ya despierta, hay que desayunar

-¿Desayunar? Es muy temprano aún -escondió su cara en mi hombro-

-¿Recuerdas algo de anoche? -pregunté. Negó ligeramente- ¿nada?

-Imágenes borrosas. Además me duele la cabeza -su voz estaba ronca, ya saben, como cualquier persona adormitada-

-Sonreí- hay que desayunar -repetí. Me de ladee un poco y bese su cuello-

Absorbí su aroma como si de algo dulce se tratara, y es que honestamente olía jodidamente bien, adoraba admirarla por completo. Deje algunos besos en su mandíbula y esta solo suspiraba, sonreí y comencé a besar nuevamente su cuello. Ella también debía tener marcas

-Narra ____-

Los labios de Aidan se adaptaron de inmediato a mi cuello ligeramente de-ladeado. Era como si este fuera metal y él el imán que se pegó, y ahora sería difícil despegarlo de ahí. Soltaba algunos suspiros, su tacto era delicado y delicioso. Sin embargo, esos besos dejarían algunas marcas, probablemente eso era lo que él quería.

-¿puedes recordarme qué pasó anoche? -pregunté mientras fruncía el ceño-

Tenerlo ahí, hundido en mi cuello me estaba haciendo perder la cordura, abrí los ojos pero los volví a cerrar cuando mordisqueo ligeramente. Gruñí por lo bajo. El frío que sentía minutos antes de que llegara había desaparecido. Hacía calor. Mi respiración se agito, Aidan lo conseguía muy rápido. Su tacto. Sus besos. Sus ojos verdes que me hipnotizaban y me hacían ceder sin siquiera que me lo pidiera. Su sonrisa victoriosa de saber que yo lo disfrutaba. Joder. Me estaba enamorando de él.

-Claro -se alejo un poco-

Sus labios estaban algo hinchados, vaya. Reí y pase la mano por mi cuello limpiándolo. Me miró mal y tomo mis manos entrelazándolas con las suyas para luego colocarlas a los costados de mi cabeza y pegar nuestros labios en un beso lento que gustosa seguí

Comenzaba a acostumbrarme

-Aidan -hablé con dificultad y volteando mi rostro. Rió un poco-

-Yo te diré qué pasó -soltó mis manos y acarició mi abdomen debajo de las sábanas- consumiste algo que no debías -lo mire confundida. Sus manos se deslizaron por mi silueta- te pusiste como loca

-¿De que...-me besó para callarme-

-Solo escucha. Comenzaste a sudar, tenías mucho calor -sentí sus manos en el elástico de mi pans peligrosamente- o eso decías. Honestamente no se como fuiste capaz de desnudarte estando a 6 grados -abrí los ojos como platos-

𝘓𝘢 𝘯𝘦𝘳𝘥 𝘦𝘴 𝘮í𝘢... | 𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘎𝘢𝘭𝘭𝘢𝘨𝘩𝘦𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora