Remember Me ©

CAPÍTULO 14(Pt.2):

Capítulo 14(Pt.2): Dulces Sueños.

Emma.

¡La voy a matar!

¿Pero cómo se le ocurre?

Ni siquiera yo me atreví a escribirle algo a Max. Y ahora ella viene y lo hace como si fuese yo.

De seguro aquel idiota anda pensando que yo lo escribí.

¡Cálmate, Emma! ¡Cálmate!

Todos los que debían exponer lo hicieron y ahora hay un desorden tremendo por todo el instituto. Camino entre las personas tratando de hallar a Luci y lo que me encuentro es a Max a menos de diez metros. Doy media vuelta y hago como si no ví.

No tengo cara para mirárlo.

Camino tranquila con el corazón a mil, hasta que un brazo me hace girar. Y entonces nuevamente estoy perdida en esos ojos oscuros que me traen enfadada.

—Ven conmigo —No me deja responderle, me arrastra con él hasta el baño de las chicas.

Pone seguro y siento como el corazón se quiere salir de mi pecho con cada paso que da hacia mí.

—Muy bonito tu regalo.

—Yo no te he regalado nada —Se acerca más.

—¿Ah no? Eso no fue lo que dijo tu amiguita.

—Eso no lo escribí yo.

—¿Y por qué habla de ti y de mí? De una historia diferente.

—Yo no lo escribí. Me da igual si lo quieres pensar así o no. Yo sé que no lo hice.

Y es la verdad, yo no escribí eso. De hecho mi poema fue una mierda comparado a lo de mis compañeros.

¿Y el de él?

—¿Y el tuyo? Muy creativo. ¿Para quién era?

—Sólo lo leí, Mel lo escribió.

Mel...

Aún me enfada ese tema y lo sabe.

—¿Aún está con Carlos? —la pregunta sale automáticamente sin darme tiempo de razonarla. Arruga el entrecejo y me mira como si fuese idiota.

—Por supuesto que están juntos y lo seguirán estando. ¿Qué te piensas que Lucía será su reemplazo? —Ríe—. Grábate esto, Jordan y dícelo a tu amiga para ver si se baja de una vez de la nube. Ella es sólo la otra, siempre será eso. Él calentón, el rato... Nada más.

Me quedo en silencio asimilando sus palabras. ¿Cómo le diré todo esto a Lu? Ella está tan ilusionada.

—Me refería a ti.

—Oh, Jordan ¿Cómo puedes pensar que sería capaz de bajarle la novia a mi mejor amigo?

—Lo puedes hacer como mismo hiciste al acostarte con ella.

Ríe —No es lo mismo.

Le paso por el lado sin decirle nada no quiero empezar una discusión, hoy no.

—¿A dónde vas? —Salgo del baño y recupero mi búsqueda.

Pasan minutos y finalmente la encuentro al lado de Edgard. Me les acerco y los saludo, ella se ve tan feliz que no quiero arruinarle el día. Sé que tengo que hablar con ella sobre Carlos pero no ahora, no es el momento.

¡Ah pero por supuesto que le voy a decir sobre su discurcito!

La llevo a un lugar apartado de todos y ella me mira pícaramente y con una sonrisa de oreja a oreja.