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-Se te ve entusiasmado-

-Quiero ganar-

Hablaba el telépata con su novio por el pasillo, sin un destino concreto al que ir, simplemente ambos disfrutando de la compañía del otro, con una conversación como cualquier otra. Eso era algo que a Charles le encantaba, cada vez que estaba con Erik una sonrisa de sus labios escapaba, cuando hablaba con él no había otra voz alrededor que la suya, era tan dulce, seductora y profunda que sería sin importarle, la única que escucharía en toda su vida. Erik para él era algo irresistible, y si no fuera porque estaban hablando del tema, se habría olvidado de la batalla por el simple hecho de estar con su amado.

-Si, pero sé que tienes ganas-

-Si estuvieras estable, calmaría mis ganas de otra forma-

-No fue mi elección estar en silla de ruedas, y no deberías decir eso aquí, hay muchos niños alrededor-

-No tienen porqué haberlo entendido. Pueden haber muchos, pero menos mal que no está Peter por aquí-

-No habría sido para tanto, no es tan inocente como crees-

-¿Por qué lo dices? ¿Qué sabes, Charles?-

-Yo no sé nada-

-Si que lo sabes-

-Puede, pero no tengo porqué decírtelo, si él quiere que lo sepas te lo dirá él-

El alemán miró por un momento a Charles, pensando qué sabría sobre su hijo que él no, solo que en ningún momento se habría imaginado que se trataba de Logan, Charles le devolvió la mirada sonriendo, expresándole que no debía preocuparse, más que nada porque sabía que con Logan estaría bien. Ambos se despidieron y Erik entró a una de sus clases, intentando despejar la mente.

Tras eso, Charles se dió la vuelta y vió a Hank y Alex hablando de forma bastante melosa, él ya sabía que después de irse ninguno de los dos se separó, en conclusión, no hizo nada malo, solo les ayudó a hacer algo que ninguno de los dos se atrevía a hacer.

✦✦✦

-Scott, no puedes estar con el móvil en clase, te lo devolveré después-

Hablaba Erik mientras se acercaba a él al haberlo descubierto hablando con alguien por mensaje, lo cual era sorprendente, Scott no solía hacer ese tipo de cosas en clase, le extrañó, pero si le dejaba el móvil lo volvería a usar. Scott le entregó el teléfono bastante molesto, no quería hacerlo, solo quería seguir hablando con el chico con el que llevaba comunicándose desde que se conocieron, hablaban a todas horas e iban a quedar ese mismo día. Podría decirse que era  una cita, ya que era así como James se lo había propuesto, pero a Scott le daba corte llamarlo así, puede que se precipitara, pero le estaba gustando ese chico.

Pasó todo el resto de la clase contando los segundos para que al fin terminara y en cuanto la sirena tocó, salió disparado de su sitio como si en la silla hubiese un muelle enorme, y le reclamó el teléfono a Erik.

-Aquí tienes, pero no vuelvas a usarlo en clase-

-Está bien-

Nada más contestarle volvió la vista a su móvil, dándose la vuelta leyendo todos los mensajes que le había dejado, cosas como "Espero que te pongas muy guapo para mi", "Me gustas, Scott, estoy haciendo un gran sacrificio al estar contigo" "Aún no somos nada, pero quiero que lo seamos", "¿Porqué no me lees los mensajes, Scott?", "Tengo algo que hacer, cuando vuelva espero que hayas contestado". El chico sonrió al leerlo todo, a lo que contesto con un "Lo siento, James, me habían quitado el móvil, estaba en clase" y con "Ante la sugerencia de antes, prefiero hablarlo esta tarde". El chico contestó enseguida, y así pasaron casi todo el día hablando hasta la hora de verse.

Definitivamente, se estaba enganchando demasiado a ese chico.

✦✦✦

Ya habían finalizado las clases, todos los alumnos por los pasillos, corriendo, hablando, de un lado a otro, jugando, lo normal, en cualquier esquina de la mansión se podría meter cualquiera para pasar desapercibido, era fácil, si alguien buscaba a otro se podría ocultar entre todos los adolescentes que estaban al rededor, incluso una pareja en conreto en la que uno el padre de uno de ellos le estaba buscando,  podía ocultarse entre todos esos alumnos sin que nadie se percate de ellos, de su relación o de que uno de ellos era un alumno y otro un profesor. Por desgracia para ellos, no fue así, cuando Erik Lehnsherr se propone algo, lo consigue, igual que volvió a enamorar a Charles después de lo que pasó, igual que cuando mató a Sebastian Shaw para vengar a su madre, e igual que descubriría lo que quería decir su novio sobre su hijo.

Decidió salir a buscarlo al terminar las clases para pedirle explicaciones, tenía que contárselo. Desgraciadamente decidió ir a buscarlo a su habitación en el momento menos indicado, nada más entrar en el pasillo que conducia a la habitación de Peter, vió como su hijo y Lobezno se besaban al lado de la puerta de la habitación, sinceramente, no habría llegado a imaginarse que su hijo podría estar con él, puede que hubiese visto las miradas entre ellos días atrás, pero tenía la esperanza de que el plateado le rechazase. Ahora sí que le desgarraría el esqueleto de una pieza.

-¡Peter!-

El momento en el que lo escucharon Peter se alejó rápidamente de su pareja, mientras Logan seguía tranquilamente e incluso sonriendo ligeramente, apoyado en la pared de forma vacilante. El más joven se acercaba lentamente a su padre, sonriendo de forma inocente.

-Papá... Hola... ¿Me buscabas?-

-¿Qué crees que haces con este hombre? ¿No he dejado claro que no es seguro?-

-Soy seguro, puedo protegerle de todo, soy inmortal-

-Tú cállate, estoy hablando con mi hijo-

-Papá, sé cuidarme solo-

-No lo pongo en duda, pero no tienes la cabeza que hay que tener para estar con alguien, y mucho menos siendo Logan-

-Logan me complementa, es mucho mejor de lo que crees, y si yo no soy lo suficientemente maduro, le tengo a él-

-El niño ha hablado, no puedes obligarle a dejarme, es su vida-

El momento en el que dijo eso, Erik se acercó a él, dejando a Peter detrás con un fallido intento de detenerle, y atento a cualquier movimiento que su padre pudiese hacer. Los dos mayores se encararon, ambos lanzándose miradas aterradoras y sanguinarias.

-Como se te ocurra hacerle algo a Pet, cualquier cosa, te obligaré a clavarte una y otra vez las garras en la cabeza hasta que se rompan, ¿entendido? Y ya os estabais besando demasiado-

-No te tengo miedo, suegro-

Respondió el mayor con una sonrisa ladina para posteriormente alejarse de él y quedar al lado de Peter, yéndose de ahí con él.


De vuelta a casa. Cherik/ X-menWhere stories live. Discover now