Amor Es Amor {REDDIE}

CAPÍTULO 12 (2/2)

–¿qué pasó, Rich? –el castaño se acercó, pasando sus dedos suavemente por los leves moretones que se estaban volviendo de color morado.

–nada importante...

–¿nada importante?, ¡estás todo lastimado!. ¿Quién fue? –Eddie acunó el rostro del azabache, este negó, luego suspiró, se sentía cansado. Demasiado.

–tengo sueño...

–ya lo sé, lindo. Vamos a limpiarte esas heridas y dormimos, ¿bien?

–sí...

El menor pasó el brazo de el mayor por sus hombros, este apoyó su cabeza en la del pequeño, él sonrió mientras ayudaba a que el otro caminase bien. Lo ayudó a sentarse en la cama y sacó su caja de primeros auxilios que estaba guardado en su armario.

–tienes que quedarte quieto –le dijo el castaño, Richie se mantuvo lo más inmóvil posible, observando la perfección frente a él. Eddie trataba de no lastimarlo mientras pasaba un algodón por los rastros de sangre, mantenía la vista fija en ese labor, pero estaba un poco nervioso, por el tema de que el azabache lo miraba demasiado.

–eres perfecto...

–¿qué? –se desconcertó el menor.

–que eres perfecto. No sé que haría sin ti...

Eddie sonrió mientras lo abrazaba.

–tú también, pequitas...

–¿pequitas?

–por tus pequeñas pecas...

Richie soltó una pequeña risa, y abrazó un poco más fuerte, pegando sus cuerpos.

[***]

Ambos chicos estaba en la cama, Richie tratando de no dormirse, con su cabeza en el pecho de Eddie. Este le acariciaba en cabello mientras cantaba una vieja canción de cuna.

–¿Eds?...

–¿si?...

–¿quién cantaba esa canción?

Los pequeños ojos del menor se cristalizaron.

–cuándo era pequeño...mi papá me la cantaba antes de ir a dormir. Nunca me la saque de la cabeza –Richie por un momento se arrepintió de haber preguntado, pero al ver que el castaño tenía una suave sonrisa, suspiró aliviado.

–¿quieres hablar de eso?

Eddie lo miró.

–no –negó– cuándo hablo de mis problemas emocionales...rompo en llanto.

El azabache asintió comprendiendo.

–de acuerdo...–levantó un poco la cabeza y beso la mejilla del castaño, este sonrió– te quiero, Eds.

–y yo a ti, pequitas...

Ambos se acomodaron y cerraron sus ojos, para luego quedarse dormidos.

[***]

–Eds...despierta...

El nombrado empezó a abrir lentamente sus ojos, podía ver al azabache, pero con una diferencia, este no llevaba su lentes puestos.

–¿Rich? –soltó un bostezo mientras tallaba sus ojos.

–sí, soy yo, el bocazas.

–¿qué pasa? –Eddie se levantó y miró al azabache.

–son las 9:20 de la mañana. ¿Tu gorda madre vendrá a despertarte?

–no, los fin de semanas me deja dormir de más...

–tenemos más tiempo solos –Richie puso una sonrisa pervertida y se acercó al rostro del pequeño, este se sonrojó mientras trataba de alejar su rostro.

–no lo creo...–trató de calmarse el menor, pero es un adolescente, no puede resistirse a las palabras del azabache. El mayor juntó sus labios en un cálido beso, uno que hizo que Eddie se estremeciera.

Richie, sin dejar de besarlo, se subió al pequeño cuerpo del menor, pasando su manos por su pequeña cintura, Eddie jadeo contra el beso, sintiendo las caricias que daba el azabache, haciendo que temblar ligeramente por los nervios.

El beso fue subiendo más de tono, ahora sus lenguas jugaban con la otra, saboreando la boca del otro, el dulce sabor que tenía. El azabache se separó un poco para dejar respirar al menor, luego bajó sus besos al cuello de Eddie, haciéndolo jadear bajito, esa era una de las partes más sensibles que tenía. Soltó un pequeño gemido a sentir como el mayor lamía y mordía su delicada piel. Eso de seguro dejara una marca.

Richie fue pasando sus manos por el borde de la camisa del castaño, pidiendo permiso con esa acción. Eddie, para decirle que sí, lo ayudo a retirar esa prenda, una vez ya retirada, el mayor subió suavemente sus manos por el suave pecho del menor, bajando hasta la parte baja de su barriga. Se separó un poco y observó a su amado, quien estaba sonrojado, con la respiración acelerada y sus ojitos cerrados. Sonrió de lado.

–eres tan lindo...

La puerta de la habitación se abrió rápidamente.

–Eddie...oh...