A Certain Time Controller

Desesperanza

Accelerator, Mikoto y Kuroko caminaban tranquilamente por las calles del distrito 10. Recibiendo varias miradas de las personas que hay se encontraban.

Varios siendo pandilleros y una que otra persona común que llegó aquí por algún motivo.

Kuroko se sentía algo incómoda en este lugar, no es que tuviera miedo, simplemente es incomodidad por las miradas y por los destrozos. Se sentía fuera de lugar en este sitio.

Misaka y Accelerator eran un caso distinto. El albino se sentía agusto, era como caminar por su casa y Mikoto simplemente ya estaba acostumbrada.
Bueno, se enamoró de una asesina que vivía en un barrio nada agradable. Mató a unos soldados y aveces era acosada por los delincuentes los cuales terminaban electrocutados. Un lugar como éste no era nada para ella, y confiaba lo suficiente en su poder por si pasaba algo.

"¿Crees que realmente está aquí?". Kuroko preguntó al albino que caminaba con sus manos en sus bolsillos y con una expresión aburrida la cual rápidamente cambio a una sonrisa confiada. "Claro, la basura siempre está en el lugar más sucio". Accelerator respondió sin preocuparse de que lo escucharán.

Los pandilleros cercanos al escuchar el insulto se molestaron y rápidamente se acercaron al chico.

"¡Oye tú mocoso escuálido!". Un hombre rubio se burló acercándose al joven con una sonrisa petulante.

"¿Cómo me dijiste sacó de mierda?". Accelerator preguntó observando al grupo de hombres detrás del rubio.

"¿Crees que esté sitió es un basurero?". Preguntó el rubio intentando agarrar el cuello de la remera del albino. "Si". El albino se burló reflejando la mano del chico quien salió volando hacia atrás con su mano quebrada. Tardó unos segundos en reaccionar pero cuando el dolor se hizo presente comenzó a gritar y revolcarse en el piso.

"¡Tu!¡Maldito!". Otro hombre grito y de inmediato todos se lanzaron contra el albino.

~~~

El sol iluminaba suavemente las calles, las personas caminaban de un lado a otro, los autos tocaban bocinas despertando aquello que le gustaba dormir hasta pasadas las 12:00,y en cierto edificio una pequeña niña castaña abría sus ojos con pesar.

Se sentía cansada todavía y quería seguir durmiendo, pero a su mente vino la imagen de una hermosa chica azabache con profundo ojos rojos.

De repente la emoción la golpeó y el sueño se desvaneció. Con toda la prisa se levantó de su cama y se colocó sus zapatos para ir a esperar a su protectora en la puerta. Ella le había prometido jugar pero se tuvo que ir y nunca pudo cumplir su promesa, la cual seguía en espera, tardará lo que tardará.

Para ella las promesas eran importantes, pero era más importante no molestar a los demás cuando están ocupados. Eso se lo enseño Ketsueki y realmente seguiría ésa enseñanza, porqué quería mucho a Yuro y siempre le haría casó, porqué la salvo, la protegió, la alimento y siempre le conseguía un techo y un lugar cómodo para descansar.

"Oe, Lily, estás despierta linda".

La niña volteó y observó a su mejor amiga en este escondite, una hermosa chica de 24 años, de pelo negro largo y de ojos verdes.

La niña sacó su cuaderno de quien sabe dónde y con un lápiz que al parecer apareció mágicamente en su mano comenzó a escribir. La mayor no parecía sorprendida al ver las cosas aparecer tan de repente, es más, fue algo gracioso.

La niña alzó su cuaderno y mostró lo que estaba escrito. (Buen día Emily, podemos bañarnos juntas de nuevo).

La mayor sonrió con un pequeño sonrojó y felizmente asintió. "Claro, cuando gustes., Lavaré bien todo tu cuerpo". La mujer dijo colocando su mano en la cabeza de la niña para luego revolver su pelo.