Hermosa Locura » Frank Iero

Reunión

Las cosas en el país habían mejorado bastante, unas semanas atrás Estados Unidos y Linus firmaron el tratado de Argel que consistía en que Estado Unidos quitaría al presidente que había puesto en el país, con la finalidad de que alguien se quedara al mando después de la muerte del presidente original, todo esto había creado un mal entendido puesto se decía que Estados Unidos quería invadir el país, cuando según lo medios de comunicación dijeron que sólo buscaban poner orden en el país, hasta que los partidos políticos se pusieran de acuerdo a quien subir al poder. Este mismo tratado incluía la paz entre ambas naciones. Desde que se firmó el tratado dimos por perdida la esperanza de volver a encontrar Frank.

Había pasado un mes desde que habíamos ido a aquella conmemoración, ha sido un mes bastante difícil para ambos, aún puedo escuchar a Timothy llorar por las noches y yo aún lloro siempre que lo recuerdo, el dolor se ha vuelto asfixiante, a veces me pregunto cómo volveremos a vivir sin él. Sólo nos dejó su recuerdo, que es lo único que no se pudo llevar.

Tomé aquellas flores que tenía en el florero y las puse en medio de la mesa, en unos momentos llegarían aquellos soldados que estuvieron con Timothy aquel día en la ceremonia, desde aquel día no perdieron contacto y siempre llamaban para saber cómo iba la recuperación de mi hermano, una voz me hizo voltear de inmediato.

-Que hermosa te ves.

Sonreí tras su comentario

-Que guapo estás.-Dije y me acerqué a abrazarlo.

-Soy tan feliz de poder ver de nuevo, no podía con la idea de jamás verte.-Dijo Timothy dándome un beso en la frente.
Había evolucionado bien durante todo este tiempo, al punto que pudo recuperar la vista, los médicos dijeron que había corrido con mucha suerte, por esta razón Timothy habia invitado a sus compañeros para celebrar. Unos golpes en la puerta nos hicieron voltear hacia esta.
Me solté del agarre de Timothy y fui a abrir, ahí estaban aquellos cuatro soldados, era rarísimo verlos sin el uniforme.

-¡Hola!¿Está Timothy?- preguntó uno de ellos y yo asentí.

-Hola, pueden pasar, los estábamos esperando.-Dije mientras me hacía a un lado. Aquellos soldados entraron y en cuanto vieron a Timothy lo abrazaron. Cerré la puerta tras mis espaldas.

-Chicos, quiero presentarles a mi hermana, Margot. -Dijo Timothy.

-Hola, soy Rene.-Dijo aquel hombre de cabellos negros rizados y ambos estrechamos las manos.

-Hola, Soy Jack.-Dijo el hombre de piel pálida y amplia sonrisa. Estrechamos las manos.

-Buenas tardes, señorita-aquel hombre dijo esa última palabra en un acento mexicano aquellos 4 hombres rieron tras aquello- me llamó José-me sonrió y tomó mi mano para así estrecharla. Aunque a simple vista no parecía le faltaba una mano a aquel hombre.

-Mucho gusto, soy Austin.-Dijo el último hombre quien también me dio un apretón de manos. De él no me había olvidado lo tenía muy presente en mi memoria, él fue el soldado que trajo a Timothy a casa y quién cuidó de él durante la conmemoración.

-Pasen chicos, la comida está lista.-Dijo Timothy quien señaló la mesa, estos caminaron hacia la mesa junto con mi hermano mientras decían algo entre ellos y reían.

La comida transcurrió con normalidad, Elisa no estaría esta tarde debido a que iría con una de sus hermanas. Yo estaba sentada alado de Timothy escuchando a aquellos hombres hablar.

-¿Cómo pasó todo?-Preguntó Jack hacia José y los demás voltearon a verlo.

-Es cierto, lloramos tanto por ti.-Dijo Rene.