Honor

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Desperté a la mañana siguiente, en cuanto abrí los ojos sentí un dolor punzante en la cabeza, había llorado toda la tarde de ayer e incluso la noche hasta quedarme dormida, Timothy no mencionó mucho al respecto tampoco, ambos vivíamos nuestro duelo como mejor nos parecía, mis ojos no podían ver bien, estaban hinchados, tal vez una ducha me ayudaría así que me arrastré fuera de la cama al otro lado en el cuarto de Timothy podía escuchar sus sollozos. Aquella situación nos había terminado de quebrar, tomé mi toalla, la ropa y me dispuse a tomar una ducha una vez entré al baño, dejé correr el agua caliente de la regadera mientras me quitaba la ropa y después entré en esta; aquella agua recorrió mi cuerpo, tomé el jabón y empecé a tallar mi brazo con éste, quise aguantarlo más pero las lágrimas empezaron a brotar así que rompí en llanto nuevamente. Estaba feliz porque mi hermano había regresado a casa sé que la situación podría ser peor, pero este sentimiento era ensordecedor, me sentía como cuando perdí a papá hace algunos años atrás.
No sé cuánto tiempo pasó cuando una voz me sacó de mis pensamientos

—Margot...¿Estás bien?—Golpearon la puerta de mi baño. Era Elisa.

—Sí, voy en seguida.—Dije con la voz entrecortada, me apresuré en ducharme, una vez terminé procedí a secarme y vestirme. Cuando salí ahí estaba Elisa quien puso cara de preocupación en cuanto me vio.

—Has llorado tanto...—Dijo—Iré a traerte hielos, lamento sacarte de ahí pero llevabas mucho tiempo y Timothy se preocupó.

Asentí a sus palabras mientras me secaba el cabello con la toalla que traía en la mano.

—Le hará bien tu compañía.—Dijo Elisa, asentí mientras tomaba el cepillo y desenredaba mi cabello.

—Iré a verlo en unos momentos.—Dije, Elisa me dio un golpecito en la espalda y luego salió del cuarto, me miré en el espejo me veía terrible y me sentía aún peor. Una vez terminé de desenredar mi cabello salí del cuarto, caminé hacia el cuarto de Timothy y golpeé la puerta un par de veces.

—Adelante.—dijo desde el interior del cuarto, así que abrí la puerta y ahí estaba sentado en una orilla de su cama.

—¿Qué haces?—Le pregunté mientras me acercaba a él.

—Estaba acomodándome un poco, tú sabes.—Dijo, me senté junto a él y tomé su mano para que supiera donde estaba sentada, este apreto mi mano tras sentirme.

—¿Vas a desayunar?—Le pregunté y este negó.

—Mar..lo siento mucho, si tan sólo... si tan sólo no hubiese hecho lo que hice tal vez esto sería muy diferente.

—Tim.. no es tu culpa porfavor para de culparte por esto.

El cuerpo de Timothy empezó a temblar, volteé a verlo, estaba llorando.

De repente el ruido del timbre se escuchó y unos segundos más tarde los pasos de Elisa corriendo por las escaleras.

—Chicos, llegó una carta. —la alzó para mostrarla y luego me la entregó, solté el agarre de Timothy para abrir aquel sobrecito y saqué la carta.

[Ejército Nacional de los Estados Unidos. Por este medio queremos informarles que el día 26 del presente mes daremos las conmemoraciones y medallas a cada soldado que arriesgó su vida en la guerra así mismo conmemoraremos a quienes dieron su vida por este país.]

Leí de principio a fin aquella carta, faltaban 6 días hasta entonces.

■■■■6 días después.■■■■

—Margot, apúrate llegaremos tarde. —Gritó Timothy desde la cocina.

—Ya voy—Dije mientras terminaba de ponerme aquellos zapatos, me había puesto un vestido negro y me recogí el cabello, caminé fuera de la habitación y me dirigí a la cocina donde yacía Elisa y Timothy.

Hermosa Locura » Frank IeroМесто, где живут истории. Откройте их для себя