Epílogo

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Taehyung se despertó muy temprano, a su parecer ya que era casi mediodía, se había quedado a dormir en la casa de Jimin ya que era el primer día después de vacaciones y los últimos meses se habían vuelto más cercanos que antes.

Se levantó aún con los ojos adormilados y volteo a su izquierda pero el chico no estaba echado, lo llamó despacio sobandose los ojos y escuchó un ruido venir desde el piso del otro lado de la cama. Se asomó por el lado y vio a Jimin tirado ahí abrazando una de sus almohadas.

—¿Buenos días? Jiminnie estás en el suelo. ¿Debería preguntar? 

Jimin se volteó hacia Taehyung y luego se tapó el rostro con la almohada. —Tae, me pateaste toda la noche —se quejó—. Estoy seguro que no fue mi culpa acabar aquí. 

El menor se empezó a reir mientras se paraba para tomar agua, él en serio creía que sus hábitos al dormir se habían ido. Aparte ni que él fuera muy fuerte, estaba seguro que Jimin estaba exagerando.

Mientras él tomaba agua de lo más tranquilo vio su mochila en una de las esquinas de la habitación con una bolsa de regalo sobresaliendo ya que no entraba del todo. Jungkookie. Ese día había quedado con su novio para salir a tomar algo ya que era el día número cien desde que comenzaban a salir. ¡Había pasado tanto tiempo!

—Me siento viejo —murmuró mientras iba de vuela a echarse en la cama tomando su celular un momento antes—.

Jimin seguía tirado en el suelo solo que como había rodado un poco hacia un lado la mitad de su cuerpo estaba debajo de la cama. 

Taehyung iba a reprocharle que era muy tarde y que aunque fueran vacaciones debían preparar el desayuno ya que los padres de Jimin no estaban en casa y no tenían nada que comer, pero antes de que dijera algo revisó su celular y tenía algunos mensajes de Jungkook y una llamada perdida. 

Jungkookie ♡ 

Tae, ¿estás ahí? 

Son las once y media ya

¿Te pasó algo? 

Levantó un poco la mirada y vio que habían pasado ya quince minutos desde que había recibido el mensaje y se golpeó la frente con la mano. Habían quedado a las once y quince, ya eran casi las 12. 

Se iba parar pero la puerta del cuarto se abrió y vio a Jungkook parado ahí mirandolo. Lo único que pudo pensar fue como entró a la casa si él estaba seguro de haber cerrado bien la puerta la noche anterior, pero antes de decir algo el castaño se lanzó hacia su novio para abrazarlo. 

—Lo siento, lo siento, lo siento, pensé que eran las ocho de la mañana o algo así porque según yo había puesto alarma pero me quedé dormido- 

Jungkook lo calló juntando sus labios por dos segundos, Taehyung sonrío. 

—Me dejaste plantado —dijo fingiendo un puchero—. Pensé que te había pasado algo.

El rubio se intentó sentar pero al Jungkook estar todavía abrazándolo se le hizo un poco difícil, volteó a ver a Jimin que suponía que seguía en el suelo pero el chico ya no estaba ahí. El menor solo seguía abrazando a Tae como si no lo hubiera visto en los últimos años aunque solo habían pasado dos días desde la última vez que se vieron.

—Cualquier cosa fue culpa de Jimin —se excusó Taehyung—. Ayer nos quedamos viendo una película de terror y no pude dormir. 

Jungkook apoyó su cabeza en el pecho del mayor mientras este acariciaba su cabello. Se quedaron así unos segundos hasta que Jimin entró por la puerta del cuarto mientras guardaba su celular en el bolsillo. Se acercó a su cama y abrazó a Taehyung del lado del que no lo estaba haciendo el menor.

Color Rush || KookvWhere stories live. Discover now