Capitulo 1: Nuevo Hogar

13.5K 787 251
                                    

*Kara Pov.*

No había tiempo para dudar. Me dejé arrastrar por los pasillos hasta la sección de lanzamiento con muchísimo miedo. Todo era un caos, el suelo temblaba, hacía mucho calor y se escuchaban explosiones por donde miraras. En medio de una de esas explosiones, mientras mi padre preparaba una de las naves, observé a mis tíos dejar a mi primo recién nacido Kal-El.

—Kara... —Dijo la voz de mi madre.

Llamó mi atención papá me tomó de los hombros.

—Kara, no tenemos mucho tiempo. Vamos a enviarte en una nave, que estará coordinada con la de tu primo Kal-El a un planeta llamado tierra. —Me dijo él y le asentí—. No tengas miedo.

—No tengo miedo, papá.

Él continuó coordinando la nave mientras mamá me miró para hablarme.

—La nave te hará dormir la mayor parte del camino y estaremos contigo en tus sueños. Debido al sol amarillo es posible que desarrolles habilidades así que debes estar muy atenta. —Me dijo y acarició mi rostro—. Cuida a tu primo y cuídate por favor. ¡Te amo, Kara!

—No te preocupes, mamá. —Le dije, asintiendo—. No te defraudaré.

Me sonrió y una explosión nos quitó del trance.

—¡Debes irte, ahora!

Asentí y me acerqué a la nave pero antes de subir la observé y no lo soporté, corrí a sus brazos y dejé que me abrazara. Me permití llorar un momento pues sabía que esta era una despedida. Se alejó y la vi sacarse un collar para luego colgarlo en mi cuello y empujarme a la nave.

—¡Vete, Kara! ¡¡No pierdas tiempo!!

Me senté en la nave y el vidrio se cerró. Lo único que podía escuchar era mi respiración, el sonido de la nave y las explosiones. Pero lo último que vi antes de despegar, fue mis padres abrazados mirándome. Con esa imagen, me vi volando sobre Krypton mientras con terror, era testigo de todo mi planeta, mi mundo... destruyéndose. Frente a mí, se veía la nave de Kal-El tomar impulso fuera del planeta y así lo hizo la mía. Cuando llegamos al espacio exterior, su cápsula tomó impulso y salió disparada hacia el nuevo planta. En el instante en que iba a hacer lo mismo, una enorme y gigantesca explosión detrás de mí hizo que la onda de choque alcanzara mi nave y se desviara de su rumbo. ¿Cómo lo sé? Porque mientras me agarraba de ambos lados de la nave, esta comenzó a dar vueltas en círculos y la imagen de Krypton destrozado hizo que se me paralizara el aliento. ¡No! ¡¡NO!!

—No... Rao... no...

Dije en voz baja mientras comprendí lo que esto significaba, mis padres, mi familia, mi mundo... estaban todos muertos.

Y eso no fue lo peor, fue solo el comienzo. Ya que vi como la nave tomaba el rumbo hacia la zona fantasma.

—¡No, ahí no! ¡¡Rao no permitas que vaya hasta ahí!! ¡¡Por favor!!

Pero Rao no me escuchó. Para cuando entré en el agujero negro, supe lo que significaba. Había visto esto en la academia miles de veces y hablado con mi padre muchas más. La zona fantasma es un lugar donde el tiempo no pasa, donde no tienes hambre, no creces y no duermes. Es uno de los lugares más terroríficos de toda la galaxia.

La nave se apagó y estuve mucho tiempo tratando de encenderla. Nada funcionó. El silencio era insoportable y al principio fue un bálsamo para que pudiera llorar y hacerme a la idea de que lo había perdido todo. Solo que luego se volvió incómodo. Nadie con quién hablar, con solo oscuridad a mi alrededor, sin poder dormir, comer ni nada. No sientes el tiempo, solo la sensación de que es un castigo. Una eternidad de soledad y encierro. Ya casi al borde de la locura, decidí que tenía que hacer algo y comencé a golpear la nave. La golpee todo lo que pude, el vidrio, el tablero, todo. Algo debía funcionar y ciertamente, dio sus frutos. Porque las luces se encendieron y el tablero indicó la re coordinación del último destino ingresado. Salir de ese lugar y ver el universo a mí alrededor fue un gran alivio. El cansancio me golpeó duro y el tiempo que pasé ahí hizo que cayera dormida como si me hubieran hecho pasar años sin dormir.

Soulmates - Supercorp AUWhere stories live. Discover now