Transformados Por La Inocencia | BTS&T/N

🎤¡Especial Hobi! (2x1)🎤

Este capítulo está dedicado a @mh_sg1327
¡Felicidades! Le atinaste al nombre de la canción!

Como dice el título, es un especial 2x1, disfrútenlo.

Las mañanas en aquella gran casa siempre eran muy bulliciosas, sin embargo, esa mañana que se despertó nuestra querida niña de cabello azabache, se le hizo raro no escuchar ningún ruido.

Afortunadamente, ella no tenía que ir a la escuela hoy para variar, porque sí, ya había entrado a la escuela y aún no podía decirle a su padre lo que pasaba con aquellas niñas que la molestaban.

Sinceramente no había tenido un tiempo a solas con su progenitora para hablar de ello, vamos, solo era una niña que buscaba no preocupar a su padre, pero le había echo una promesa a su querido amigo Chanyeol o el Señor Dumbo solo para ella.

-Channie me va a regañar porque no he cumplido mi promesa -murmuro la pequeña con un pucherito en sus labios, mientras bajaba las escaleras- Soy una mala niña, debo cumplir mis promesas, lo prometí -seguia murmurando distraída.

Sin darse cuenta ya estaba en la gran sala y se extraño de no escuchar a nadie.

-¿Me dejaron solita? -preguntó al aire la pequeña, al ladear su cabecita- Pero no quiero estar solita...

Y antes de que hiciera o tratara de hacer algo, se escuchó un ruido provenir de la cocina y un poco alarmada, se escondió detrás del sillón.

-¿Fue mi imaginación? No, no, no -se escuchó otro ruido- ¡Santos recórcholis! ¿Y si es una hada se colo en la cocina? -lo descartó enseguida, las hadas no estarían en su cocina ya había tratado de atrapar a una hadita como la niña en la película de Tinkerbell.

Mala idea, no funcionó y lo único que logró es que su casita se llenará de homiguitas porque había puesto unos dulces para que la hada no se fuera.

-¿O es el mounstro come galletas? -se preguntó en un susurro, eso tenía más sentido para ella, no pregunten cómo es que eso tenía más sentido, pero para ella era así.

Además, en la alacena había galletas y muchas, pero Jin no le dejaba comerlas toda, decía que era solo para ocasiones especiales.

Ella sabía que si su estómago rugía por galletitas era una ocasión especial. ¡Claro que lo era! Su estómago era especial, o bueno, eso es lo que ella creía.

-Si el mounstro come galletas está en la cocina...significa ¡Que se comerá mis galletas! ¡No! Todo menos mis galletitas- la pequeña se alarmó, una niña con gran dosis de imaginación.

Abría que culpar a alguien porque su cabecita imaginara descabellados escenarios casi irreales, ella le echaba la culpa a dios, si bueno, al parecer se había pasado con la dosis de imaginación, pero vamos, solo era una niña que creía en cuentos y en todo lo que veía en la tele o lo que le decían.

¿No era su culpa, verdad? Solo había que culpar a la vida por darle una mente tan imaginativa.

-Tengo que hacer algo, mis galletitas están en peligro -determinada echó una vista por encima del sofá- No hay moros en la costa, hay que proceder a invadir el territorio...

Si, creo que ver películas de acción con sus hermanos en la noche no era del todo bueno, más si se había aprendido algunas líneas de aquella película tan confusa y con mucha acción, y palabras que no entendía, como las que decía ahora.