Aquello me sacó una fuerte carcajada. -¿Y me dice que lo hace para que sea feliz? Pero si no quiere.

-Tú solo cumple con aceptar, de mi hijo me encargo yo, que sé que aceptará igual.

-Mis hermanos nunca accederán.

-De eso te encargas tú, Westley, eres mayorcita para tomar tus propias decisiones.

Solté un bufido pasándome las manos por mi rostro y cabello, no podía creer lo que iba a hacer a continuación. -Está bien, pero deberá cumplir con lo de liberar a mi padre.

-Sabía que eras una chica inteligente, Westley.

-También tengo otra condición.

-¿Cuál?

-Salde las deudas con las demás familias, eso es lo único que pido aparte.

-Así será, pero mañana a primera hora mandaré a buscarte, quiero que se casen cuanto antes.

-Primero debería hacer que su hijo acepte. -Salí del auto.

-Ya te dije que él aceptará.

-Bien, mañana a primera hora iré a la mansión Anderson, pero no mande a buscarme, tengo como llegar.

Me fui sin decir más y corrí hasta llegar a casa, mis hermanos apenas me vieron entrar al salón, me rodearon y comenzaron a llenarme de preguntas.

-¡Chicos, cállense ya! -dije aturdida, me estaban volviendo loca.

-¿A dónde fuiste, Westley? Connor dijo que tenías como arreglar las cosas -preguntó David.

-Y lo tengo, Dave, acabo de hablar con los Anderson, ellos nos ayudarán.

-¿Cómo que nos ayudarán? -cuestionó Connor sin entender.

-Hablamos e hicimos un trato, mañana a primera hora firmaré con ellos.

-Espera... ¿Firmar qué?

-Es cierto. ¿Qué vas a firmar?

-Pues... -Bien, necesitaba mentir, mis hermanos jamás permitirían algo como eso, así que hasta que no tuviera el trato seguro no les diría nada-. Firmar los documentos para cancelar la deuda -dije nerviosa.

-¿Y por qué los firmarás tú?

-Porque yo fui quien negoció, Dari -respondí cruzándome de brazos-. Todo está resuelto, descansemos por hoy, ¿sí?

Caminé rumbo a mi habitación, agradecí que mis hermanos no hicieran más preguntas, a fin de cuentas no podría dormir esa noche ¿Casarme? Ni siquiera me había pasado algo como eso por la mente y mucho menos con un desconocido al cual jamás había visto ¡Incluso me había besado con su hermano! Esto tenía todo para salir mal, pero necesitaba ayudar a mi familia, debía de hacer algo por mis hermanos y mi padre, aunque ellos cuando se enterasen iban a derrumbar el mundo, estaba segura.

Llegué a mi destino y me tiré pesadamente sobre la cama. Eso no era lo único que atormentaba mis pensamientos, sino también todo lo que decían sobre el hijo menor de los Anderson y las teorías de por qué nunca se había presentado en sociedad. No pude resistirme y tomé mi móvil en manos, busqué todo sobre él en internet, pero era como si no existiera, no había más que una mención cuando hablaron de los integrantes de la familia Anderson.

-¿Será posible que no aparezca nada de él? -me quejé tirando el móvil a un lado bastante molesta por no saber nada-. No puedo creer que me casaré con alguien que jamás he visto y de quien no sé nada.

-¡Darío, hablemos, por favor! -escuché que decían en el pasillo.

Me senté sobre la cama extrañada ¿Esa era Aisha?

-¡No quiero! Solo vete de aquí -ese era definitivamente Darío.

-Solo quiero ayudarlos, Darío.

-¡No necesito tu ayuda, Aisha! No quiero tu lástima, ni nada.

-¡No es lástima!

-Sí, pero igual, no pienso aceptar, terminamos hace mucho y ahora no dejaré que hagas esto.

-¿Por qué tienes que ser así? ¡No he sacado nada de eso!

-Chicos, paren -dije abriendo la puerta y encontrándolos justo al frente-. Aisha, por favor, entra; y Dari, deja de ser tan cabezota, ella solo está preocupada por ti.

-Pues no lo necesito y ella sabe que no debería meterse en esto -respondió taladrándola con la mirada y se fue sin más.

-Aisha...

-Lo sé, West -me interrumpió entrando a la habitación, se tiró en mi cama y metió su cara entre mis almohadas.

Me senté a su lado. -Solo está estresado...

-Está igual que siempre, cada que hablamos es así -dijo triste y la sentí sollozar-. No sé ni para qué insisto.

-Aisha...

-No importa. -Se sentó frente a mí secando sus lágrimas-. Dime, ¿te irás con tus hermanos a América?

-No, acabo de resolver todo, no perderemos nuestras cosas y tal vez papá salga libre.

-¿Pero cómo...?

-Los Anderson quieren que me case con su hijo -confesé sin reparaciones, necesitaba hablarlo con alguien y ya que mi mejor amiga estaba ahí...

-¿Qué? -chilló y casi sentí que me había dejado sorda- ¿Ca- Casarte? ¿Y con un Anderson?

Suspiré pesadamente tendiéndome sobre la cama. -Sí.

-¿Esto es cosa de James?

Sonreí y miré a mi amiga. -Es cosa de su padre.

-¿Y aceptaste?

-Umjú -musité mirando hacia el techo-. Mañana tengo que ir a firmar los papeles.

-¿Qué dice James de eso?

-Él, nada -respondí riendo.

-¿Cómo que nada? Digo, sé que le gustas pero dudo que sea del tipo que aceptan matrimonios arreglados...

-De seguro que no es de ese tipo, pero no es con él con quien voy a casarme.

-¿Cómo que no? ¿Y con quién...? -Ella se cortó y supuse que había caído- ¿Estás bromeando, verdad?

-No, hablo muy en serio.

-¿Me estás diciendo que te vas a casar con Ryan Anderson? ¿El que dicen que es un bicho raro deformado?

-Eh, Aisha, no hables así de él -le defendí y luego hasta me sorprendí de ello al ver la ceja arqueada de mi amiga. Me aclaré la garganta-. Solo digo, es una persona igual que todos y no sabes si de veras tiene esa apariencia.

-Westley, créeme que tal vez sean algo exageradas las leyendas, pero algo de verdadero tendrán.

-Así como la de los Moon, ¿no? Esas que dicen que descendemos de un linaje maldito. -Rodé los ojos-. Es todo puro cuento, Aisha.

-Pues no lo sé, West, como quiera que sea, no le conoces ¿Y si es malo?

-Su padre dijo que él tampoco quería casarse.

-Eso es incluso peor.

-Aisha, ya decidí que lo haría y esto es un secreto, no puedes contarle a mis hermanos, ¿está bien?

-Como quieras, West, solo espero que todo salga bien.

-Y yo...

Aisha se marchó una hora después de nuestra plática. No pude pegar el ojo en toda la noche, el hecho de casarme era horrible pero era peor aún el no saber siquiera cómo se veía mi... ¿Futuro esposo? Eso me torturó hasta que salió el sol.

A penas llegó la mañana me escabullí de la casa, tomé mi motocicleta y puse rumbo a la mansión Anderson. Me tardé en llegar como media hora porque se encontraba del otro lado de la ciudad, pero cuando estuve al frente noté lo gigantesca que era. Ni siquiera podía ver donde terminaba y mira que la había visto por televisión y en fotos, pero de cerca era monstruosamente grande.

Suspiré. -Otro montón de bloques bien apilados -dije retirándome el casco y me acerqué a la entrada.

Los porteros me abrieron, parece ser que ya tenían órdenes de dejarme pasar. Entré a la mansión y fui guiada por los pasillos hasta llegar a una oficina en el segundo nivel. Allí me dejaron y entré para encontrarme con el Sr. Anderson detrás de un escritorio. Tomé asiento en frente y observé alrededor.

-¿Te gusta tu futuro hogar? -preguntó y llevé mi vista a él.

-Es hermoso, pero no todo lo hermoso puede ser llamado hogar -respondí con frialdad-. Por favor, empecemos ya con esto.

Clarence me extendió algunos papeles, eran las cancelaciones de nuestras deudas y un contrato prematrimonial. Lo leí todo con calma y cuando me aseguré de que estuviese en orden, lo firmé.

-Quiero conocer a Ryan -dije antes de firmar el contrato prenupcial-. Quiero verle.

-Eso no estaba dentro de tus condiciones.

-Va a ser mi esposo, quiero al menos saber cómo es -insistí molesta.

-¿Cambiará en algo eso?

-No cambiará nada, el trato seguirá en pie sin importar cómo se vea.

-Bien, acompáñame.

Él se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia la puerta, yo le seguí. Caminamos un poco más y fuimos a dar a alguna parte del tercer nivel. Clarence Anderson abrió una puerta y entramos a una especie de salón bastante elegante.

-Espera aquí, en un rato vendrá.

Se fue y yo moría de los nervios, los minutos pasaron pero nada. Me acerqué a una ventana que había allí y la abrí dejando que la brisa me golpeara el rostro. La vista era preciosa, un laberinto se extendía por el lugar. Podía distinguir claramente sus pasillos hechos con arbustos de dos metros y su piso de mármol. El centro había una fuente con hermosas esculturas blancas, que se me hacían indescifrables a esa distancia.

-Me dijeron que querías verme -su voz a mis espaldas hizo que todo mi cuerpo se congelara.

Intenté voltearme, pero en menos de nada sentí como detenía mi acto sujetándome por la cintura. Si antes me sentía nerviosa, ahora lo que estaba era asustada. Miré sus manos sobre mi cuerpo y ya notaba mi corazón salirse de control, no creí que fuese a provocar todo ese pavor y ni siquiera le había visto, definitivamente algo no era normal con él.

-No te des vuelta...


🌕 🌕 🌕

Holaaaaaa❤

Acá está el capítulo de hoy 😌❤

La cosa se pone interesante
¿A que sí?

¿Cómo saldrán las cosas para Westley ahora que aceptó casarse con un desconocido?

¿Este Ryan será todo lo que dicen?

¿Curiosos por saberlo?

¿Qué será lo que sucederá en el próximo capítulo?

😌

Solo yo sé, pero si quieren enterarse ya saben, pásense por aquí mañana y denle mucho amor hoy a este capítulo 🤗❤

Espero que les haya gustado y muchas gracias por leer.

¡Se les quiere!

Moon Where stories live. Discover now