Introducción. Infancia

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La breve historia que transcurre desde mi nacimiento a hoy en día no es más que mero aburrimiento, así que lo resumiré como pueda.
16 años, hijo de un ex militar, obligado a retirarse por daños psicológicos durante la guerra, que se dió a la bebida. Mi madre, descendiente de una familia con habilidades poco comunes, se dedicaba a timar a las ancianas con sus trucos de brujería.
De aquella unión, que ambas familias desaprobaban, salí yo, Dan. Bueno, José Daniel García, pero ante tal mierda de nombre me vi obligado a reducirlo.

Pasé mi infancia entre el olor a palo santo y coñac. Todo bastante normal. Hasta que cuando yo gozaba de la edad de 6 años a mi padre se le fue la olla por completo. Comenzó a gritar cosas sin sentido, mi madre, metida a fondo en sus rituales lo pasó por alto, y al principio yo también ya que era algo frecuente escucharle decir cosas sin sentido.
Pero aquel día fue demasiado, no pudo resistir ni sus propios gritos, cuando, según él, todo ruido le quemaba los oídos.
Conclusión: un brote psicótico, directo al hospital, desde donde nos lo devolvieron hecho todo un vegetal, incapaz de comunicarse siquiera.

Entonces la casa comenzó a oler diferente. La mierda se acumulaba. Mi madre dejó de atender señoras y quemar inciensos para encerrarse en un cuarto todo el día mientras recitaba cosas que yo no entendía frente a velas.
Yo me intentaba cuidar por mi mismo, y cuidar de mi padre, y la verdad, para tener solo siete años no lo hacia nada mal. Después de limpiar, desayunar y cambiar de ropa a mi padre tenia incluso tiempo de ir al colegio.
Obviamente allí me sentía discriminado, quizás fueran paranoias mias, pero al poco tiempo dejé de ir.

Un par de años mas tarde, tras la ya esperada muerte de mi padre, fue mi madre quien se volvió del todo loca. Intentó practicar conmigo un extraño ritual, que según ella le traería de vuelta a mi padre. Entonces, cuando me vi delante de un cuchillo que ella sujetaba, cubierto de plantas y rodeado de velas, sentí que era el momento de huir.
Y así fue, como con menos de 10 años, abandoné a mi madre y mi casa, corriendo a toda velocidad campo a través.

MALA RUINAWhere stories live. Discover now