h e a r t b e a t|| 2a Temporada de B L || TERMINADA✓

Parte 19

Un mes después

La vida se te escurre de entre las manos cuando pierdes a alguien a quien amas tanto. Los días  pasaban tan rápido, que a penas podía contarlos. Por otro lado, las noches me parecían eternas; no dormía nunca, pero no me sentía cansada. Sólo miraba por la ventana, hacia el bosque, esperando.

Los padres de Jimin habían hecho planes cada semana para mostrarme algo nuevo de la ciudad con tal de que no me fuera. Eran muy amables y comprensivos cuando no tenía muchos ánimos. Y Jimin... él había llorado en mi hombro varias veces, no le temía mostrar sus sentimientos, ni se avergonzaba al decirme cuánto la extrañaba. Cada mañana, cuando se iba a trabajar, abrazaba a Yoonie y me sonreía desde la puerta; luego, en la noche, siempre traía algo de la cafetería para que lo probara. Pero, lo que más me consolaba era cuando hablaba de ella con tanto amor. Me hacía recordar cosas que me hacían feliz. A veces, me pedía que le contara alguna de sus aventuras y Jimin se votaba de la risa. Eso me ayudaba. Pero, seguía teniendo ese sentimiento que me ahogaba cada día, desde que ella se fue.

¿Cuánto más tendría que soportarlo?

...

-Mañana debemos levantarnos muy temprano, ¿está bien a las 6, Seulmin?-

-Si, señora-

-Tenemos que preparar los almuerzos y las cosas que necesitaremos allá arriba. En el día hace calor, pero el viento es frío en la tarde, ¿verdad, señor Park?- el señor solo asintió - Jimin, ¿a qué hora llegarás a la montaña?-

-Trataré de llegar al medio día, ¿está bien?-

-Si, pero no olvides pasar por el incienso en la tienda de...-

-Si, si, en la tienda del centro-

...

Al día siguiente, en punto de las 6, la señora Park bajó a la cocina y comenzamos a preparar la comida que llevaríamos a la excursión. Preparó unos 7 platillos y los puso en los tuppers ordenadamente. Algo que había aprendido de Jimin es que su apetito era voraz; parecía un pozo sin fondo. Me avergonzaba pensar que en mi casa sólo preparaba cosas muy sencillas, y no tantos platillos como aquí. Pese a eso, Jimin jamás se quejó.

-Seulmin, ¿podrías por favor preparar el kimbap?-

-Aaah, claro, señora-

Las manos me temblaban al tomar los ingredientes y empezar a formar los rollos. No era mi primera vez haciéndolos, pero sí la primera cocinando en la cocina de la señora Park y sentía una gran presión encima, pues ella era una excelente cocinera. Hasta lo más sencillo lo transformaba en un arte.

Cuando terminé un rollo, ella cortó un pedazo y lo probó...

-Muy bien, Seulmin... La belleza de esta comida es el orden de los ingredientes. SI al cortarlo, no puedes identificar cada uno de ellos, entonces el sabor no será el mismo... El tuyo está muy bien ordenada, ¿ves?- lo mostró para mí- Sigue.

Su halago me hizo sentir la mejor chef de Corea.

...

-¿Señor Park? Si quiere puedo llevar a Yoontae un rato-

-Está bien, hija, él es muy fuerte. ¿No es cierto, señor Park?- El señor parecía que ni siquiera nos escuchaba; estaba enseñándole algo a Yoonie en los árboles, mientras lo cargaba con su cangurito en el pecho. Ambos se veían felices, y nada agotados por la subida.

-El señor Park subía esta montaña cada vez que iba a tener una cita conmigo-

-¿Cada vez? ¿Por qué?-