Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETA

Capitulo 2 - Un San Mascotín

CAPÍTULO 2

Empecé a tratar de todo para acondicionar el perrito en una nueva trasportadora para llevar.

—¿Cuánto es el animal? —me preguntó y me quedé con cara de espanto mirándolo.

—Señor Wilson, aquí no vendemos animales, sean ellos de que raza sea. Estos animales están para adopción. Lo que sí que voy a informarle es que tendrá usted que rellenar unos formularios muy extensos y dejar algunos documentos para que pueda fotocopiar y hacer el pasaporte. Voy a entregarle el libro de vacunación y todas las informaciones médicas que deberá acompañarlo para donde va. Nuestros animales tienen un chip para el caso de que se pierdan y se quedará registrado en su nombre.

—¿En mi nombre? —abrió los ojos como platos.

—Si quiere que esté registrado en nombre de su novia, tendrá que venir con ella mañana y no podré dejar llevárselo.

Él se quedó pensando un largo rato. Y andando de un lado para el otro de la tienda.

—Vale, ¿qué necesita?

Empezamos a tratar de las formalidades. Había muchos papeles que rellenar.

—Empiezo a creer que estoy adoptando un hijo y no un animal.

—Resulta, señor Wilson —dije con voz seria y mirándole—que adoptar un animal es la misma responsabilidad que un menor indefenso. A partir de ahora usted es el responsable por la vida y la salud de ese bichito. Es el responsable para que sea bien tratado y cuidado como si fuera un niño pequeño. Porque las mascotas son como niños pequeños, requieren de toda la atención posible, siempre. No son meros accesorios decorativos.

Estaba rezando adentro para no estar cometiendo un gran error. Si hay algo que me certificaba siempre es que mis animales iban a ir a hogares que los tratasen bien. Y de hecho seguía su rastro para confirmarlo. El amor que tenía por ellos era tanto como los padres podrían tener por sus hijos.

Él terminó de rellenar los papeles y fui haciendo los trámites necesarios. Cuando teníamos ya todo organizado, solo me quedaba dejarle algunas informaciones.

—Señor Wilson, hay algo que quiero indicarle y por eso antes de que le conceda la adopción completa, quiero que me rellene este papel de responsabilidad. Una vez firmado, Aquiles es libre para ir a su nuevo hogar.

Él empezó a leer todo el documento.

—Aquí dice que soy responsable por lo que quiera que le pase. Pero yo no voy a ser el dueño, sino que mi novia —indicó.

—Esperemos, entonces, que confíe usted en ella el suficiente, porque es su nombre lo que figura en el registro.

Él asintió con la cabeza, pero no lo veía muy seguro. Siguió leyendo.

—Aquí dice también que tengo que traerlo cada seis meses en el primer año o enviarle un certificado médico de verificación. ¿Esto que es?

—Verá, la adopción de un animal es un acto de solidaridad y voluntariado, pero como le dije, es un acto de responsabilidad. No puedo permitir que las personas que lleven mis animales sean malas con ellos, por eso, exijo que me traigan los animales o me envíen un certificado médico que me indique que están siendo bien tratados y que crecen favorablemente. Es eso o nada.

Él me miró con una intensidad rara, que no podía entender bien. Pero sus ojos penetrantes me estaban dejando incomoda. Era un chico guapo, eso estaba claro y tenía su atractivo. Pena que era tan estúpido. Y comprometido. Así que desvié de inmediato la atención a eso.