Capítulo 6 - Hay días y días

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MÚSICA PARA ACOMPAÑAR EL CAPÍTULO:

Birdy - "Winds"

David Bisbal, Aitana - Si tú la quieres


El día no podía haber empezado peor. Esta mañana cuando intenté encender la máquina de café se había estropeado. ¡Genial! Una italiana sin un expreso por la mañana era como una bomba reloj pronto a explotar. Así me sentía yo.

De paso a clínica pasé por una cafetería para coger un café largo. No solía gustarme el café así, pero la ausencia de cafeína ya solo se arreglaría con un buen café largo.

Eran las siete menos cuarto y ya estaba a camino. Tenía que llevar los animalitos a pasear y preparar las cosas para ir a atender los animales de la granja. Cada seis meses iba a una finca que tenía caballos y otros animales para darles la vacunación. Y hoy tocaba ese viaje al campo.

Así que tenía que darme prisa, dejar todo organizado para poder seguir camino.

Tras la cena con Toby, estuve dos días más en su apartamento esta semana, por las mañanas, antes de irme al trabajo, pero, hoy era sábado y él podía quedarse con el perrito. Cada mañana que pasaba por su apartamento, traía a Aquiles hasta la clínica para quedarse con los demás. Después a la tarde, Toby pasaba a recogerlo.

No habíamos hablado mucho, porque solo nos encontrábamos de paso y solo hablábamos de cosas del perro. De todas formas, parecía una persona bien más calmada de que aquella que conocí aquel día en el parque.

Entré en la clínica. Al sábado abríamos como los días normales. De guardia. Este fin de semana tocaba a mi compañera Anna trabajar.

—Buenos días, Anna. ¿El señor Donovy hay llamado ya? —pregunté, mientras colocaba mis cosas en la barra de la tienda y cogía las correas para llevar los bichos.

—No, es temprano, vas con tiempo.

—Sí —miré el reloj—, tienes razón. Es que voy un poco acelerada. Esta mañana ya empezó mal. La máquina de café se ha estropeado.

—¡Jooo! Sí que lo tienes mal —Anna sabía lo cuanto el café era sagrado para mí—, ¿quieres que llame a alguien para que pase a concertártela?

—No, ¡qué va! Ya me encargo yo de llamar a mi cuñado que es muy manitas para esas cosas. No te preocupes. Voy a llevar los perros de paseo y después cojo la furgoneta. Lo que sí que te iba a pedir es si podías irme preparando el material para llevarme a la quinta. Las vacunas de la rabia y las de listeriosis, para los perros y las de los caballos están separadas ya. Las dejé ayer en la nevera. Están etiquetadas.

—Vale, no te preocupes. Ahora mismo voy a por ellas. Vete descansada pasear los perros. Cuando vengas tendré todo preparado.

—Gracias. —Cogí lo que necesitaba y entré para ir a buscar los perros para su paseo matutino.

Cuando ya estaba en el parque hace una hora a pasearlos, casi a punto de terminar el paseo, vi Toby con Aquiles que también paseaban por allí. O mejor, no sé quién paseaba quien. Era realmente hilarante ver la figura de aquellos dos.

Los alcanzamos y decidí pasar a saludar.

—Hola, buenos días —dije para los dos.

—Buenos días, doctora. ¿Trabajando a un sábado? —él intentaba sonreír, mientras Aquiles tiraba de la correa con ganas de irse por ahí corriendo. Lo veía con reales dificultades en controlar en animal.

Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant