Alpha Heirs (l. s.)-Omegaverse AU

XI *

ATENCIÓN: ESTE CAPÍTULO TOCA TEMAS MUY DELICADOS QUE SON SENSIBLES PARA CIERTOS GRUPOS DE PERSONAS, SIN EMBARGO, SON NECESARIOS PARA EL DESARROLLO DE LA HISTORIA.

LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.

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Harry llegó a Suecia antes de lo pensado, y sin pensarlo dos veces, se dirigió a lo que antes era su hogar. Ese estúpido lugar, lleno de odio y rencor que Harry no había notado hasta ahora.

Estaba furioso, y juraba que hubiese matado al hombre que estaba frente a él en ese momento, si dos guardias no lo hubiesen sostenido antes por los brazos.

—Vaya, miren quien decidió volver- dijo cínico con una sonrisa -veo que le hicieron caso a mi pequeña nota. Créeme que fue muy difícil encontrarlos, no son tan imbéciles como lo creí, aunque, no fue imposible y me traje un pequeño recuerdo.

Sonrió más y se acercó a Harry, tomó la cara de su hijo, presionando fuertemente su quijada, obligándolo a verlo a los ojos.

—Quiero que sepas que esto no hubiese ocurrido, si no hubieses tenido tu estúpida idea de querer jugar a la casita con ese fenómeno que haces llamar tu omega. Yo tenía planeado un maravilloso futuro para ti, con una omega mujer, decente y de buena familia. Por cierto, hablando de omegas- tronó los dedos y apareció Camille, con un bulto de cobijas en sus brazos.

Su bebé.

—Aquí esta lo que vienes a buscar, Harry. A esa cosa que tu llamas hija, que creo que me puedo quedar con ella un tiempo, para pasar tiempo en familia, tú sabes.

Harry no sabía por qué, pero sentía mucho asco al escuchar a ese hombre decir cada palabra al hablar de su hija.

—Dámela Desmont. Juro que no haré nada si solo me la das y me dejas irme con ella- dijo suplicante –olvidaremos todo esto y desapareceremos de tu vida si es lo que deseas. No le hagas nada, ella no tiene la culpa de nuestros problemas.

—¿Crees que voy a aceptar eso? - soltó una carcajada sarcástica -no Harry, esto no es así, estas en mi reino y aquí se hace lo que yo diga.

—Desmont, por favor.

—Créeme que...- dijo ignorándolo -Me hizo muy feliz conocer a esta pequeña niña. No sabes lo bien que se portó, lo callada que fue...y lo bien que se sintió probarla por primera vez.

—¿Qué carajo acabas de decir?

—¿No quedó claro? Yo le di el honor a tu bastarda de haber estado con un Rey como yo a tan temprana edad- dijo con diversión –al final, sabemos que será omega y que mejor que demostrarles su subordinación desde el principio, que se tienen que rendir y complacer a un alfa- rio –no sabes cómo me complació al ser tan pequeña.

Los ojos de Harry se abrieron abruptamente y, por primera vez se pusieron rojos, sintiendo como su instinto de alfa salía a flote, sabiendo que habían dañado a su cachorra. Trató de zafarse de los dos alfas que lo sostenían, pero era inútil, eran más fuertes que él.

—¿¡CÓMO TE ATREVISTE A HACERLE ESO A MI BEBÉ, HIJO DE PUTA?!

—Espera, falta lo mejor- alzo su dedo índice –fueron tantas veces que la anudé, que perdí la cuenta.

—¡TIENE DOS MESES, ANIMAL!- gruño furioso -¡ERES UN MALDITO IMBÉCIL, EN SERIO TE VOY A MATAR!

Camille, que todo el tiempo había estado detrás de Des, observaba todo petrificada. Ella solamente fue llamada para "cuidar" a la nieta del Rey, no a ser cómplice de las atrocidades que acaba de escuchar.