Alpha Heirs (l. s.)-Omegaverse AU

I

Dos años atrás...

Louis estaba contento, pues, como debía ser, y justo como esperaba desde siempre, había presentado como un gran y poderoso alfa.

Al ser el único varón, además de ser el mayor de los hijos del rey Tomlinson, el ser un alfa, era primordial para que la sociedad lo viera como un buen monarca.

Olía a vainilla y canela. Tal vez no era un olor muy común en un alfa, sin embargo, no dejaba de ser maravilloso y no evitaba las miradas de los jóvenes omegas de la ciudad.

—Estoy tan contento de que mi hijo sea un alfa como su padre— dijo el rey mientras le daba un fuerte abrazo —estoy seguro que, con eso, vas a ganarte al reino y vas a poder gobernar de forma correcta. Sé que ser el heredero en el siglo XXI no es lo mejor que le puede suceder a un adolescente, pero sigo emocionado. Espero que tu igual estés feliz.

—Papá, a mí me honra ser considerado para tener esa enorme responsabilidad— sonrió —sé que sabré hacerlo con tu ayuda, eres un excelente rey.

—Así será— añadió Johannah —serás igual de excelente al convertirte en rey, cielo, no tengo ninguna duda de eso. Te has preparado toda tu vida para cuando ese momento llegue.

—Y al estar seguros de que serás rey, me toca tener la misma plática que mi abuelo tuvo con mi padre y mi padre conmigo— lo miró y Louis asintió atento —debes de encontrar a tu alma gemela.

—Papá, ya hemos hablado de eso, no creo en las almas gemelas...

—Sí, yo se eso. Sin embargo, debe de existir esa persona que llene tu corazón y que tu alfa reconozca como su omega. No importa si es un chico o una chica, lo importante es que ambas partes tuyas se sientan completas.

Louis sonrió de lado y asintió. Sabía que su papá aceptaba lo que sea que Louis pensara, sin embargo, habían pasado muchos años, y ninguna omega le hacía sentir completo. Siempre les hacía falta algo para sentirse bien.

—Gracias papá, espero encontrar a ese omega. Aunque aún tengo dieciséis años.

—Bueno— se encogió de hombros —no siempre los tendrás.

Louis estaba nervioso, sabía lo que significaba marcar a alguien. Era unirse a esa persona por el resto de tu vida, sin poder romper ese lazo, ya que, literalmente, la vida de ambos dependía de esa mordida.

El creía que era estúpido. Depender de alguien por una mordida, y que ese alguien quiera marcarte como si fueras mercancía.

Era la parte que más odiaba de ser alfa, estar obligado a marcar a alguien y utilizarle para ocupar un puesto y para tener más descendientes que tengan un cargo demasiado pesado apenas nazcan.

—¿Y si mi alma gemela resulta ser alguien que no es parte del reino?

—Que sea de la realeza o no lo sea, es lo que menos importa. Será parte de la familia, y le amaremos como sea.

Lo que más amaba de sus padres era que eran demasiado comprensivos. Realmente esperaba que, sea quien sea, su omega lo quisiera por lo que es, no por quien es.

...

—¡No sabes lo orgulloso que estoy de ti, hijo! Mi único heredero, un fuerte y perfecto alfa. Sabía que serías mi más grande orgullo apenas presentaras.

—No es para tanto papá, es lo mismo que ser beta u omega. Al final soy un ser humano.

—No Harry, no eres cualquier ser humano. Eres el futuro rey, ¿Tú crees que la gente te va a tener respeto si resultabas omega? ¡Claro que no! — hizo un ademán con su mano resoplando —sin embargo, como alfa —sonrió —todos te van a respetar.