veintiséis.

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jungkook.

La castaña entró al balcón con dos tazas de chocolate caliente, una para ella y otra para su hermano. Era una noche fría, de esas noches que congelan las yemas de los dedos y te dejan la nariz roja. Jungkook se encontraba fumando; como de costumbre hacía, se encontraba melancólico ante la luna y las estrellas, calando en el cigarro mientras pensaba en muchas cosas que recorrían en su cabeza.

Una de ellas; el tratar de salir de la fosa en la que se encontraba.

Pero para hacer eso necesitaba aceptar en voz alta que se encontraba mal, muy mal. Necesitaba pedir ayuda y aceptarla.

Pero era algo que no quería hacer, ya que al hablar estaría dándole paso a todo aquello; a que era débil, tan frágil como la porcelana, tan roto como un ventanal. Y era algo que aún no estaba listo de hacer, aun quería vivir en su fantasía en la que era una persona fuerte y dura como un roble.

Era un vil mentiroso.

A veces se daba el chance de admitir que estaba jodido hasta el hueso, pero luego se encerraba en su burbuja de que todo estaba bien.

Porque una vez admitido, el dolor se vuelve más grande.

Una cara seria, humor amargo sobre el mismo y la mentira eran sus mejores recursos. Era su mejor máscara.

Pero quería salir, a pesar de las mentiras que se decía sobre él mismo al mirarse al espejo, quería volver a ser parte del curso normal de la vida. Ser como cualquier persona normal; viviendo con un dolor oculto pero sabiendo negar aquel dolor.

—¿Cómo estuvo el desfile?—Preguntó Yuqi recostándose en el barandal, dejando las dos tazas de chocolate sobre esta.

—Muy bien, fue entretenido.

—Te traje chocolate.—Dijo señalando la taza.

—¿Es con vodka?—Preguntó levantando la ceja.

Ganándose un empujón de su hermana, Jungkook rió apagando el cigarro en el barandal, añadiendo una nueva marca. Tomó la taza entre sus manos mientras recostaba su espalda al igual que su hermana. Ambos tomaron de sus tazas mientras hablaban sobre el día de Yuqi, sobre sus clases en la universidad y sobre historias que había escuchado por los pasillos de su facultad.

—Hey...estaba pensando.—Dijo Jungkook sorbiendo del chocolate.

—¿Puedes usar la cabeza?—Preguntó Yuqi mientras fingía sorpresa.

—Idiota.

—Que malo eres con tu hermanita menor.

—Te estoy pagando la carrera, eso no es ser malo.

—Evadiste mis llamadas durante todo un año, eso es ser muy malo.—Contrataco Yuqi. Susurrándolo de forma triste.

Jungkook había cortado con todo tipo de contacto con sus hermanas hace un año y medio, no respondía llamadas, mensajes o correos. La única forma de asegurarse de que estuviese bien era por sus amigos o por su agente, después no sabían nada de Jungkook. Y Jungkook había tomado aquella radical decisión porque no quería tener contacto con nada ni nadie que le recordara las cicatrices de su piel, era así de simple y de egoísta.

—Lo siento.—Susurró Jungkook.

Yuqi asintió, bebiendo de su chocolate.—¿Qué es lo que estabas pensando?

—Oh...pues, tenía en mente otra vez abrir mis redes, me frustra de cierta manera no saber qué es lo que pasa afuera.

Yuqi se tensó en su lugar, algo que ahora no querían era que Jungkook se enterara de todo lo que había pasado en la vida de Jimin, sería como hacerlo beber veneno para que agonice hasta morir. Era algo que querían prevenir a toda costa, sabían que no podían impedirlo para toda la vida porque en algún momento lo llegaría a saber pero querían alargar aquello.

" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora