Prologo

3.6K 253 50
                                    

 A veces la gente se preguntaba como es que llegue a este punto de mi vida, teniendo todo lo que mis padres tenían, pudiendo tener el mundo a mis pies si así lo deseaba, si pude ser alguien importante dentro del ejercito o de la guardia real, el como prefería permanecer en donde me encontraba en logar de codearme con gente importante; Y yo solo podía responder... -No es asunto suyo.

Porque la verdad, es que no me interesaba, no necesitaba nada de eso en mi vida, por mas que padre me obligaba, que intentaba convencerme yo seguía llegando cada mañana a la tienda de té en el centro de la ciudad, era, en mi opinión la que mas me gustaba, la mas limpia y mas agradable de todas.

Espaciosa, de apariencia rustica, con plantas por doquier, enredaderas y macetas colgadas en los techos de las terrazas, dos pisos llenos de aromas deliciosos, una mescla de café oscuro con la suavidad del té y el agradable aroma del pan recién horneado, pastelillos y tartas.

La gente entraba y salia, el sonido de la campana siempre estaba presenta, no había minuto del día en el que no sonora, ¿Que si me iba bien? si, me iba bastante bien, lo suficiente como para tener otras sucursales a lo largo de la ciudad y planear expandirme por toda Londres y tener gente que trabajara para mi.

Mas eso seguía estando en segundo plano cuando se trababa de una persona en especial.

____.

La primera mesera que contrate y, mi mejor amiga, si es que a eso se le podía llamar mejor amiga, la conozco desde que tengo uso de razón, siempre estuvo para mi y yo para ella, siempre alegre, gentil, dispuesta a ayudar a todos, animal, persona o planta, siempre con una sonrisa en su rostro, amada por mis padres, querida por todos los que la conocían, aun recuerdo que, en la universidad, ella era lo suficientemente popular con los chicos, por su naturaleza esperanzadora, lo amable de su aura y lo determinada y firme que poda ser, o eso hasta que la torpe decidió que la economía y las finanzas no eran para ella tomando la decisión de retirarse de la carrera, en este momento ella podría estar ayudando a su tío en su cadena hotelera, pero prefirió rechazar la ayuda de sus padres y entrar a trabajar para mi, guardando dinero y estudiando al mismo tiempo enfermería.

—Aquí tiene señor Ackerman—. Hablo una voz femenina suave sacándome de mi transe, apartando la vista de ___ para prestar atención a lo que en verdad debía de importar.

—Gracias... Petra.

—Disculpe, señor Ackerman, Levi—. Se corrigió casi al instante que miro mis ojos enfocados en ella de manera inexpresiva—. A usted en verdad le gusta ___ ¿Verdad?

Susurro tomando asiento frente a mi, abrazando fuerte la charola donde anteriormente había traído mi té, con mejillas carmín y mirada curiosa.

La música ambiental daba tranquilidad al lugar, a pesar de los parloteos de la gente, la música clásica siempre me pareció ser la predilecta para las tiendas de té o cafeterías, un gusto personal.

—Petra no se de que estas hablando.

Evadir siempre el tema con ella era, una batalla perdida, de alguna u otra manera terminaba sabiendo lo que quería, o almenos un indicios que le diera vuelo a su imaginación.

—Vamos, desde que entre a trabajar con usted, siempre lo miro observándola, o dedicándole sonrisas, se conocen de mucho tiempo es normal que le guste.

—Petra, vasta, si ella me gusta o no, es asunto mio y es algo que solo le concierne a ella y a mi, por favor, no insistas, no te lo diré.

—Esta bien, esta bien, solo digo que, si lo supiera yo podría ayudarle a conquistarla, me conto de una persona que la esta pretendiendo, y es atractivo.

Y tras dicho eso se retiro dejándome con la duda de ¿quien era el? y lo mas importante ¿porque se lo dijo a ella y no a mi?

Intente no tomarle importancia, pero, algo en mi lo quería saber, y con cada segundo que la miraba atender a la gente con usa sonrisa me pregunte...

Si yo podría tener una oportunidad

Té negro(Levi ackerman y tu)Where stories live. Discover now