Junhui recuperó el control en sí mismo, cayendo contra su propio asiento. Tomando pequeñas respiraciones mientras Jisoo hacía lo mismo. "Lo siento," Junhui se disculpó, perdiendo el brillo en sus ojos y Jisoo odio eso. "Perdí el control otra vez. Es que-" Junhui rió ligeramente, "Dijiste algo tan adorable y te veías tan adorable que yo..." Detuvo sus excusas, volviendo a encender el auto. "Llegaremos pronto," rápidamente cambió el tema. Jisoo sujeto al hombre frenético por los brazos. "Está bien, sólo avísame a la próxima," Jisoo aclaró, sonriendo para calmar a su pareja. "Me asustaste de repente."

Jisoo alzó su barbilla, presionando un beso sobre las mejillas frías de Junhui y se alejó con rapidez, Junhui lo miró en advertencia sonriendo peligrosamente. "No me provoques."




Pronto llegaron al hermoso viñedo y aparcaron al lado de la carretera, y repentinamente, Jisoo se sintió estúpido por escoger ese ridículo conjunto; debió haberse vestido más casual. Miró a Junhui, pero el hombre siempre vestía trajes elegantes y Jisoo no deseaba desentonar con su pareja. 

"Ey," Soonyoung los saludó en la entrada al salón principal, con la boca llena mientras que con su mano libre limpiaba su traje oscuro. Y Jisoo dejó de sentirse estúpido mientras reprimía una risita. "Llegaron tarde. ¿Estaban ocupados besuqueándose a la orilla de la carretera o-?" 

Jisoo quedó mudo mientras Junhui tosió ruidosamente. A veces, Soonyoung podía tomar por sorpresa a la gente. "Oh...Dios mío," el hombre exageró su tono, "¿Tengo razón, cierto?" Jisoo deseó que la tierra lo tragara, pero Junhui afianzó su agarre. "Metete en tus asuntos," Junhui contestó, quitando la última migaja de comida sobre el hombro de Soonyoung. "Límpiate."

Jisoo camino tras Junhui asombrado por la bella vista de los candelabros y cinta dorada. El equipo de gestión había hecho un increíble y asombroso trabajo poniendo aquel polvo plateado cayendo del techo al suelo -era casi como un reino mágico emergiendo del suelo del viñedo. Notó también los pequeños detalles de los barriles rústicos donde servían la comida y vino tinto. Había sido hace mucho desde que Jisoo pudo disfrutar de un evento tan magnífico; había estado ocupado despreciándose. 

Junhui tomó una copa de vino. "¿Para ti? ¿Té o-?"

"Tomaré vino también. Sólo una copa," Jisoo no deseaba arruinar la atmósfera y Junhui sonrió alegremente, acercándole una copa a su pareja. El salón comenzó a llenarse y la gente se apilaba en los pasillos por grupos. Jisoo residía al lado de Junhui; era como un niño dependiente, aferrándose a su novio.

No pasó mucho hasta que Mingyu llegó con Jeonghan a su lado, entrelazados del brazo. Jisoo captó a la pareja demasiado rápido, y sintió el aire faltarle, pero no de la misma forma que antes -más que de dolor, el corazón de Jisoo palpitaba con incomodidad. Pensó que era debido a que pasó mucho tiempo despreciándose, culpando a Mingyu y a Jeonghan por su miseria, pero ¿quién era él para enojarse por la felicidad de alguien más? Mingyu por fin había encontrado la felicidad. Nunca fue feliz junto a Jisoo. 

Junhui se acercó a la pareja, y aunque Jisoo trató de soltar su mano, Junhui sólo la estrechó más. Siguió a su pareja, su inestable mirada tratando de evitar la consternada de su ex marido. "Buenas noches," Junhui saludó, y sin pronunciar ninguna palabra, Mingyu formó una media sonrisa, asintiendo. "Buenas noches," Jeonghan fue quien respondió, dedicándoles una educada sonrisa. "Vinieron juntos," las palabras de Jeonghan resonaron más como una afirmación que como una pregunta, y Junhui asintió simplemente. "Sí, vinimos juntos."

"Esto es casi un extraño giro del destino," Jeonghan rió, rompiendo el silencio, y Jisoo falló en entender sus palabras. "Estoy contento de que te esté yendo bien, Jisoo-ssi."

Degenerates | MinshuaWhere stories live. Discover now